SECCION ESPECTACULOS PAGINA 39 CABEZA: ZONA DE TOLERANCIA SECUNDARIA: DE PASO Continuacion... Ni chance le di de nada, me le fui encima una vez que hubo sumergido todo su cuerpo en el agua del jacuzzi. A cada movimiento introductorio el agua se desbordaba como si la estuvieramos echando hacia afuera a cubetadas, como quien trata de evitar el hundamiento de su lancha; estaba desbocado, aferrado en mi empeno por arribar a ese orgasmo acuatico del que siempre me habia privado. Adentro-afuera-adentro-afuera a un ritmo vertiginoso, al dos por uno, sin tregua, hasta que, de buenas a primeras, asi nomas de pronto, empece a sentir la imposicion de un freno que conforme mas trataba yo de abatirlo, mas me detenia, al punto de que llegue a sentir que moriria estrangulado de un momento a otro. Por incredulo pereceria adentro de una mujer y un jacuzzi a medio llenar... sus amigas, finalmente, tenian razon, estaba mas seca que un desierto, ni gota de flujo, ni gota de ni madres. Ni para atras ni para adelante, un milimetro no me movia, estaba literalmente pegado a ella. Empezaron a pasar los minutos, y a cada uno q ue se sumaba la angustia comenzaba a hacerme su presa, me cai que hasta llegue a verme saliendo del cuarto y del hotel cargados en una camilla de la Cruz Roja rumbo a la ambulancia, apenas tapandonos con las tollas que habiamos alcanzado a pescar cuando eramos levantados en vilo de la tina. Alguien habia corrido la voz porque una nube de reporteros y mirones nos rodeaba haciendonos toda clase de preguntas. Con mi calzon en la mano trataba de taparme la cara y manoteaba para alejar de nosotros microfonos y c amaras, incluyendo las de television. En esas estaba mi cabeza cuando en un arranque mas una idea que nos rescataria del bochorno publico me reboto en el cerebro, seria mi ultima carta a jugar: llamaria al recepcionista para que el, junto con algunos afanadores, intentaran despegarnos jalandonos con todas sus fuerzas para lados opuestos. De inmediato le conte mi desesperada genialidad, la que ni siquiera alcance a terminarla porque ella ya estaba desbaratandose a carcajadas, y a cada contraccion de su feliz abdomen me correspondia un apreton mas en mi infeliz miembro. "Ya dejate de tonterias -me dijo entre risas burlonas-, te lo adverti no?, [ora te aguantas. Solo hay que esperar un poco a que me desinflame o que se te baje la ereccion. Relajate y piensa en tu trabajo a ver si asi es mas rapido". Me tarde en responderle, Kevin Costner ocupaba mi atencion en esos momentos. Pasado un rato, le dije alterado: " Que Water World ni que mis tanates!" .