SECCION: CIUDAD PAGINA: 16 BALAZO: CHILANGUERIAS CABEZA: Una ilustre alberca CREDITO: Javier Gonzalez Batta* Hay en la colonia El Reloj, de Coyoacan, que quien sabe por que en lugar de manecillas, segundo, minuto, hora y otras referencias al medidor del tiempo, tiene a las partes de la flor por nombres de sus calles, como son pistilo, corola, retono, tallo, etcetera... y hay ahi, digo, a unos 150 metros al poniente de la Calzada de Tlalpan, poco despues de donde hace vertice con Division del Norte, por Caliz, un espacio enorme, dotado de esplendidas instalaciones deportivas, que se llama el Centro Asturiano. Conozco una docena, al menos, de los deportivos capitalinos, y ninguno es tan bonito como ese, sobre todo por sus muy amplias areas jardinadas que explican por que el Apostol del Arbol, Miguel Angel de Quevedo, hizo de Coyoacan la zona de sus preferencias, y no dudo que la del Reloj haya sido non. Alamos, eucaliptos, cedros, pinos, oyameles, robles, encinos, bambues y toda una pletora de verdes, incluidos los frutales, enmarcan paseos, campos de futbol, canchas de tenis, basquetbol, frontones , volibol, badminton y otras muy vistosas, comodas y variadas instalaciones deportivas y de recreo. En el centro y como punto de partida hacia cualquier lugar del deportivo, esta la alberca, o mas bien las tres albercas: el chapoteadero, la poza para clavados desde los trampolines y la que es propiamente la alberca para competencias, con su canalito, "El Orinoco", como lo llaman los muchachos, por donde fluye el agua calientita. De aqui han surgido varias glorias nacionales de la natacion, con mayor merito que los de otros clubes, por ser considerado el Asturiano, entre sus directivos, mas social que competitivo. Y si en futbol la cantera asturiana ha sido y parece que seguira siendo inagotable, con gente del corte de Miguel Espana, los Tena, los Puente, Mejia Baron, Enrique Borja, Antonio Jasso, Pedro Najera y yendonos mas atras con el "Caballo" Mendoza, "La Margarita" Gutierrez, "El Negro" Arizmendi o "El Peluche" Ramos, solo para mencionar unos cuantos entre los mas sonados, en natacion no se quedan atras Tere Ramirez, Hugo Rodriguez, Liza Hernandez ni Jose Gutierrez, tritones de categoria que han paseado su ca lidad por el mundo. Pero a pesar de tanto prestigio, no es por ahi por donde deseaba resaltar los fulgores de esta alberca, ni por el reflejo de las pieles sinuosas y doradas que lo rodean. Seria punto menos que imposible referirme a la pleyade de nadadores que se dan cita todos los dias a partir de las 6:30 de la madrugada, y sin importar los grados que marque el termometro, se lanzan a las rutinas de los cientos o miles de metros en el estilo que mejor les acomoda, con igual entusiasmo que el de cualquier chavo. Filosofos, escritores, poetas, pintores, cientificos y artistas, sin hablar de politicos y gente destacada, se confunden con otros, simplemente nadadores que van a su lado. Toda una leyenda es el profesor Vicente Carbonel, de los ninos llegados de Espana en el "Sinaya", el 13 de junio de 1939, ultimo sobreviviente fundador de la Academia Hispano Mexicana y maestro en Ciencias Exactas de varias generaciones en los centros de estudios de mejor nivel. Dedica a la natacion culto similar al de su emerita vocacion cientifica. No hace tanto, a otro de los mas admirados socios, se le veia personificado en una figura pequenita, moreno de piel, la modestia pura reflejada en un cuerpo debil pero inspiracion infinita en sus neuronas. Se arrebujaba con una sabana desde que salia de los banos hasta la orilla de la alberca, y ahi iniciaba su rutina con pesadisimo esfuerzo para asombrarnos a todos los que lo veiamos quien sabe por que artes flotar y aun hasta avanzar con brazadas tan defectuosas como tenaceadas por el mismo teson que fue su vida. Nadie lo olvidara, sobre todo porque no se daba credito a que aquella figura casi grotesca fuera la misma que creo una de las mas bellas expresiones musicales genuinamente nuestras, como fue la obra del maestro Blas Galindo. *Periodista. .