PAG. 12 SECCION: INF. GRAL. CABEZA: Camino seguro ENTRETEXTO: La comunidad tiene la conviccion de que no espera ayuda de la administracion publica, y exige la atencion que por ley le corresponde CREDITO: CREDITO: OFELIA CASILLAS ONTIVEROS* En el ano de 1862 el gran poeta y novelista frances Victor Hugo escribio su celebre novela Los Miserables, donde imprime su destacada sensibilidad sobre las pasiones, atavismos y demas reacciones que los seres humanos incubamos en lo mas profundo de la conciencia. El cuadro social de la epoca que describe, es propicio para vertir en cada personaje alguna de las actitudes que engendradas en la pobreza e injusticia, se convierten en obsesiones irreductibles ante una concepcion de la ley como instrumento prim itivo que antepone la frialdad del Derecho a cualquier sentimiento de comprension hacia el dolor que produce la marginacion y las carencias. Las convulsiones sociales que a finales del siglo XVIII y a lo largo del XIX cambiaron la estructura del poder en Europa y America, resultado fundamentalmente de la reaccion de los pueblos a sus precarias condiciones de vida y el abuso de las instituciones gobernantes, aunado a los nuevos esquemas economicos propiciados por la Revolucion Industrial, modificaron radicalmente la relaciones intersectoriales y el equilibrio entre las hegemonias financieras de aquella epoca. Los herederos de Los Miserables tomaron eventualmente las armas aqui y alla, logrando desmoronar imperios o los redujeron al simbolismo de tradiciones que hoy, en la mayoria de los casos, se circunscriben a representar _con evidente holgura_ la manifestacion de una cultura orgullosamente nostalgica. En otros paises _incluido el nuestro_, estos movimientos transformaron de raiz el perfil y los principios de la Nacion. La guerra de Independencia, el periodo del Imperio fracasado, el triunfo de la Republica y la Revolucion iniciada en 1910, definieron entre otros acontecimientos relevantes el trayecto historico que hoy da forma y razon de ser a Mexico. Pero una de las consecuencias de mayor trascendencia, fue la progresiva organizacion que la comunidad empezo a impulsar en defensa de sus intereses y de to do aquello en que finca su identidad. Es practica de algunos historiadores acotar el pasado por hechos significativos ocurridos en distintas epocas; sin embargo, la madurez politica de una sociedad tiene parametros dificilmente identificables; el mas definible se vincula a su capacidad de gestion e influencia en los procesos politicos y la representatividad que logra en los mismos. Esto tiene claros reflejos en el proceder de la autoridad; si la sociedad civil _como ahora se le llama o tipifica_ es pasiva, la entidad gubernamental procedera de manera similar y no solo eso, con frecuencia la tentacion de manipular las circunstancias se presenta como irresistible. En el otro extremo, una comunidad dinamica y participativa, consciente de sus derechos y obligaciones, abre los cauces a la negociacion para avanzar en los propositos que deben guiar el proceder del poder publico. La sumision es reflejo de aparente _o real_ debilidad en las personas; constituye una semilla que pronto fructifica en rebeldia, rencor y odio. Que puede esperar el que humilla al necesitado?... gratitud?... reconocimiento?... respeto? Quien sufre, lo primero que requiere es comprension, sinceridad, sentir que hay disposicion para aliviar sus problemas. El rostro flematico e insensible del burocrata anacronico, las respuestas evasivas e inexactas, el despotismo y la indiferencia, son los ingredientes para encender la protesta airada, los enconos, el rechazo violento a funcionarios que miden su eficiencia por los elogios panfletarios que ellos mismos promueven. Cuando las aguas estan tranquilas, remar es un placer que alimenta el espiritu pero si los vendavales de la crisis las encrespan, solo experiencias y serenidad mantienen a flote la barca. Algo semejante sucede en los tiempos de crisis. Las demandas de la comunidad adquieren un comprensible tono de exigencia y angustia, los reclamos pasan del tramite a la emergencia y la coordinacion entre instituciones se convierte en un imperativo que va mas alla de los feudos de poder o el interes politico circunstancial. La gestion comunitaria o la atencion a sus quejas, son para la sociedad termometros de la sensibilidad que apuntala el proceder de la representacion popular o la administracion publica. Diversos sicologos sociales afirman que los procesos de gestion expresan el nivel de organizacion de un grupo o sector y, esencialmente, su conocimiento y capacidad de manejo de los factores que equilibran la estructura del poder en sus distintas jerarquias. De acuerdo a la tipologia y trascendencia social del problema, quienes procuran las soluciones deben fomentar acciones en los ambitos adecuados y en las instancias de decision. De no encontrar respuestas satisfactorias o que concilien los intereses de l os demandantes, los conflictos se politizan rapidamente y las alternativas para superarlos pasan a segundo termino al mismo tiempo que las peticiones se incrementan o complican. Lo anterior no es una simple hipotesis; los acontecimientos de las ultimas dos o tres decadas demuestran que tal tendencia es una evolucion organica de los movimientos sociales de cualquier magnitud. Y no es que existan manuales o metodos de lucha que indiquen las virtudes de este proceder, su practica es una muestra elemental de formacion y cultura ciudadana que algunos funcionarios de gabinete aun no alcanzan a comprender. El Derecho de peticion esta consagrado en la Constitucion, aunque es comprensible que su ejercicio pueda caer en el campo de la utopia con requerimientos inviables; sin embargo, la gestion social se enmarca en este precepto rector de la Nacion. Hoy, es claro, la comunidad tiene la conviccion de que no espera ayuda de la administracion publica, sino que exige la atencion que por ley le corresponde. Hay quien se extrana o molesta por estas actitudes, simplemente porque tienen una idea equivocada de lo que es o debe ser el ejercicio del poder. Aunque quiza los campesinos lo explican con mayor objetividad al decir que "la mula no era arisca, asi la hicieron los palos"... Que impulsa la gestion social?; esta pregunta, en apariencia sencilla de responder, tiene varias connotaciones. En primer lugar es indispensable el reconocimiento y caracterizacion del problema o problemas que se buscan resolver; define su genesis y antecedentes para determinar su evolucion y que elementos se han involucrado en ese proceso; analizar y evaluar los efectos que provoca y los beneficios comunales que conlleva su solucion; y finalmente ponderar las alternativas para alcanzar resultados en el me nor tiempo posible. Considerar otros ingredientes, como el costo o utilidad politica, el respaldo al dirigente fulano o sutano y otras reflexiones marginales, transforma a la gestion social en un rudimentario instrumento de manipulacion que la comunidad rechaza o subestima por su dudosa o carente calidad moral. Adicionalmente, cuando se dan estos casos, el acido de la corrupcion subyace en la epidermis de los liderazgos de ocasion. Sin duda la gestion social representa hoy en dia uno de los vinculos mas dinamicos entre la sociedad civil, la entidad gubernamental y los legisladores. Los problemas economicos que han fracturado la estructura productiva del pais, no se han ventilado unicamente en los contextos normativos de las finanzas nacionales; su desbordamiento llego al Congreso de la Union y a la via publica, muestra fehaciente de que las gestiones de los interesados tendieron a politizarse ante la falta de respuestas que llevaran a negociaciones pragmaticas y operativas. Semejante situacion ocurre _con sus debidas proporciones_ en municipios, delegaciones politicas o entidades federativas, cuando la falta de agua potable, la inseguridad publica o los atropellos, desquician la armonia entre los sectores de la comunidad. La gestion social muestra no su ineficiencia, sino la falta de receptividad de una autoridad que solo empieza a actuar en el momento que el fantasma de la politica opositora le escamotea las horas de descanso. Mucho hay que decir en torno al valor y trascendencia que ha adquirido la gestion social en el esquema de estabilidad que exige el desarrollo del pais; las reflexiones expuestas pretenden destacar la importancia de una actividad que nacida e impulsada por la poblacion, fue por algun tiempo catalogada como via para cultivar el paternalismo administrativo o la legitimacion de los planes y programas realizados en la cuspide piramidal del poder. Han cambiado los tiempos, las reglas del juego politico, el nivel de participacion social. Quien no lo comprenda, poco o nada tendra que hacer dentro de la gestion social. * Periodista y diputada del PRI. .