SECCION ESPECTACULOS PAG. 39 BALAZO: IMAGENES CABEZA: La representacion mexicana en Venecia CREDITO: JUAN ZAPATA Con el premio recien obtenido en Belgica para Dos crimenes, de Roberto Sneider, el cine nacional intentara sumar otros galardones en la mas reciente edicion del Festival de Venecia, al que asisten tres miradas del cine mexicano actual. Exhibidas todas ellas en el pasado Festival de Guadalajara, Sin remitente de Carlos Carrera, La linea paterna de Jose Buil y Maryse Sistach y el documental El abuelo Cheno y otras historias ganador en Huesca, de Juan Carlos Perez Rulfo, integr an la representacion mexicana en Italia. Autor de una filmografia singular en la que se mezclan animacion, humor negro y farsa caricaturesca, Carrera ha dejado el universo rural de su esplendida La mujer de Benjamin para dar el salto mortal hacia Televicine, una productora que ha decidido sacar partido de cineastas prometedores. Sin remitente, su mas reciente trabajo, luego de su laureado cortometraje El heroe, es sin embargo un desangelado hibrido entre la comedia negra y el melodrama. Una jovencita frustrada sentimentalmente. Un anciano burocrata y solitario que descubre el amor en una vulgar prostituta. Una ciudad violenta y poco solidaria que convive de manera festiva con la nota roja. Carrera intenta enlazar estas y otras anecdotas y personajes en un microcosmos terrible pero cotidiano. El resultado es una deshilvanada sucesion de vinetas que tienden mas hacia drama que a la farsa cruel e ironica, no obstante que esta era la intencion primigenia. Por su parte, La linea paterna de Buil y Sistach, sin duda con mas posibilidades de atraer buenas criticas, no solo es un homenaje de Buil a su familia, sino al cine mismo. La Filmoteca de la UNAM colaboro en la restauracion de un material filmado en 9.5 milimetros rodado por Jose Buil Belenguer, abuelo del realizador, y al que Buil y Sistach dan seguimiento para obtener una emotiva evocacion sobre el descubrimiento de la camara como testigo invaluable del deterioro social, cultural y emocional de un a ciudad y de un pais. Se trata de una amalgama de imagenes que arrancan en Papantla, Veracruz, en 1921, y que rematan con el viaje contemporaneo de Buil-Systach al punto de partida que descubre esa "linea paterna". Finalmente, el laureado corto El abuelo Cheno y otras historias, realizado por el hijo del escritor Juan Rulfo, joven egresado del CCC, es otro ejemplo de un cine poco tratado en nuestro pais: el documental. El cineasta rastrea en sus origenes en relacion con la muerte de su abuelo Juan Nepomuceno Perez Rulfo, un hacendado jalisciense asesinado a traicion en 1923 por un tal Guadalupe Nava. Lo que inicia como un evocador retrato de familia, pronto se convierte en las vivencias de un grupo de ancianos demasiado vitales que cargan sin remordimiento con varias muertes. Se trata de una especie de inquietante homenaje a una generacion que nacio con el siglo y que recuerda la agitada epoca posrevolucionaria y los enfr entamientos cristeros con humor y tristeza. Memoria, religion, muerte y aridez en imagenes reunidas de manera inteligente por un realizador que sabe alejarse con ironia en un tema que le afecta de manera personal. El relato se apoya en una efectiva camara que escudrina en casas e iglesias derruidas y en un montaje que consigue crear imagenes fascinantes y perturbadoras, como aquel fantasmal zapateado, animado por una banda pueblerina y captado de manera intencional fuera de foco y a camara lenta. .