SECCION ESPECTACULOS PAG. 33 BALAZO: HIROSHIMA CABEZA: Un futuro entre el infierno y la razon CREDITO: ALBERT CAMUS El 8 de agosto de 1945, dos dias despues de la explosion atomica en Hiroshima, Albert Camus dio a conocer su punto de vista acerca del tema en la revista Combate, la cual era publicada por el movimiento de resistencia francesa e incluia reportes de las atrocidades nazis, respuestas a articulos publicados en la prensa colaboracionista, asi como mensajes de Charles de Gaulle, lider del gobierno en el exilio. Albert Camus era el editor en jefe de Combate. Hoy se cumplen 50 anos de la mag na detonacion. Por este motivo, y a manera de un minuto de silencio por las victimas de la aberracion nuclear, publicamos el siguiente texto. El mundo es lo que es o, lo que es lo mismo, no es mucho. Eso es lo que ayer todos aprendimos gracias al formidable concierto de opiniones proveniente de radios, periodicos y agencias informativas. Asi, fuimos advertidos, en medio de cientos de comentarios entusiastas, que cualquier ciudad media puede ser barrida por una bomba del tamano de un balon de futbol. Periodicos de Estados Unidos, Inglaterra y Francia rebosan de ensayos elocuentes sobre el futuro, el pasado, inventores, costos, incentivas de paz, v entajas militares e incluso de la vida como personaje de la bomba atomica. Podemos resumirlo todo en una sentencia: nuestra civilizacion tecnologica ha alcanzado su maximo grado de salvajismo. Tendremos que elegir, en un futuro mas o menos cercano, entre el suicidio colectivo y el uso inteligente de las conquistas cientificas. Mientras tanto, pensemos que hay algo indecente en la celebracion de un descubrimiento cuyo uso ha causado el mas formidable rango de destruccion hasta ahora conocido por el hombre. Que aportara a un mundo ya rendido por todas las convulsiones de violencia, incapaz de cualquier control, indiferente a la justicia y a la felicidad sencilla del hombre, un mundo donde la ciencia se devota al crimen organizado? Nadie, sino los idealistas mas irredentos, deben sorprenderse. Estos descubrimientos deben ser motivo de reportes y comentarios apropiados; deben ser anunciados al mundo para que el hombre tenga un paisaje aproximado de su destino. Pero, cobijar tales revelaciones terribles en escritos humoristicos y pintorescos, es intolerable. Incluso antes de la bomba, uno no respiraba tan tranquilamente en este planeta atribulado. Ahora nos han dado una nueva fuente de angustia; porta todas las promesas de convertirse en nuestra angustia mas grande. No puede haber duda de que a la humanidad le esta siendo ofrecida su ultima oportunidad. Quiza, esta es una ocasion para que los periodicos lancen una edicion especial. Aunque lo mas probable es que solo se genere una buena cantidad de reflexiones hechas en el silencio. Vamonos entendiendo. Si los japoneses se rinden tras la destruccion de Hiroshima y la intimidacion consecuente, debemos regocijarnos. Pero nos oponemos a ver sobre los sepulcros otra informacion que no sea la necesaria para argumentar mas energicamente en favor de una verdadera sociedad internacional en la cual las grandes potencias no tengan derechos superiores sobre las naciones medianas y pequenas, donde las armas sean controladas por la inteligencia y no por los apetitos y las doctrinas de unos cuantos Estados. Ante la terrible perspectiva ahora asequible para la humanidad, vemos incluso mas claramente que antes que la paz es el unico objetivo por el que hay que luchar. Esto no es una prolongada oracion sino un reclamo hecho por todos los pueblos y sus gobernantes, un reclamo para elegir definitivamente entre el infierno y la razon. Tomado de: Utne Reader, julio-agosto de 1995. Traduccion de: Jose Luis Duran King. .