SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 12 CABEZA: Un transitar menos asfixiante CREDITO: HUGO ARCE NORATO* ENTRETEXTO: Las nuevas e insoportables cargas economicas dieron al traste con la tan repetida sentencia de que a pesar de las iniquidades gozabamos al menos de paz social Es legitimo estrujar y vivir sin rumbo? Es justificable la violencia? Es factible despues de perder el empleo seguir alimentando a la familia? Estas lineas podrian seguir engrosandose con interrogantes afines cuyas respuestas fuesen NO. Es mejor cavilar sobre las causas que han originado e incrementado la violencia, nueva y terrible plaga que azota tanto al pais como a nuestra apretujada ciudad. Ancestralmente a la mas inaudita desigualdad y a la discriminacion, producto de infranqueables diferencias, las sociedades mexicanas se habian habituado a pervivir en esa condicion; sea porque la misma costumbre opaca cualquier esperanza, o porque el agobio aun permitia hasta hace poco vivir bajo el disfraz que da la falsa union, la sociedad continuaba respirando. Sin embargo, el hilo del equilibrio en las dos ultimas decadas era de por si terriblemente delgado y cua lquier vaiven bastaria para romperlo. Y asi sucedio; las nuevas e insoportables cargas economicas para el grueso de la poblacion dieron al traste con la tan repetida sentencia de que en Mexico, a pesar de las iniquidades consabidas, gozabamos al menos de paz social. Este era el mejor argumento y a la vez la mejor propaganda que desde el poder se ofrecia: la violencia no asaltaba la vida a diferencia de lo que sucedia en otras naciones del contrastado Tercer Mundo. La agresion se ha expandido en todas direcciones y ha alcanzado blancos disimbolos. Sobresalen los homicidios politicos, el amanecer zapatista, la improvisacion en los cargos de la administracion publica y finalmente la rudeza, que va desde el simple robo hasta la muerte que se palpa en las calles y caminos de la Republica. Soy de la opinion de que cuando la inseguridad es encuentro frecuente, las autoridades que tienen vela en el entierro deberian responder: no es gratuito el desempleo, el mal comer, l a insalubridad, la falta de aulas, los salarios que caminan separados de la inflacion y que tampoco lo son las constantes muertes violentas ejecutadas desde la cupula. Poco importan para los familiares del deudo o para la comunidad los argumentos oficiales, porque morir violentamente es el acne de la sinrazon y sintoma alarmante de desquebrajamientos del statu quo. Desde mi perspectiva, no son necesarios mas cadaveres para afirmar que la violencia se ha incorporado a nuestra cotidianidad. Reconozco que careceria de objetividad si omitiese la idea de que la espontanea existe tambien. Los psiquiatras la conocen y suelen estudiarla en el apartado de emergencias y, a decir verdad, no es la que se comete por locura la que nos preocupa, dado que esa puede curarse o controlarse. La brutalidad que ha emergido despues de tanto oprobio y opresion es la que alarma; ya que requiere erradicar el mal de raiz, porque la violencia que hoy nos rodea no la invento quien la practica ni quien paradojicamente la sufre; es la herencia de las pesimas administraciones y es ahi donde se requieren pocimas milagrosas. A esa tarea titanica se enfrenta el procurador general de Justicia de la ciudad capital, Jose Antonio Gonzalez Fernandez, en que solamente sus buenos oficios se veran coronados siempre y cuando involucre absolutamente a todos con energia, sencillez y capacidad que no le falta. * Hugo Arce Norato, ex diputado federal y dirigente agrario priista. .