SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: ISMAEL VARGAS: LA ESTETICA DE LA PROFUSION CREDITO: ELENA PONIATOWSKA Hay algo en Ismael Vargas tan apabullantemente cierto, tan terriblemente de a deveras, que frente a el uno se queda de una sola pieza, paralizado en su sitio, fijos los ojos, como en el juego infantil de los encantados. Lo malo de Ismael es que el no desencanta y nosotros corremos el riesgo de quedarnos asi para siempre, catatonicos y tiesos por los siglos de los siglos amen. Nunca como con el habia oido palabras dichas con tanta verdad. Rulfo generaba verdades como terrones de tepetate pero las rumiaba, le disgustaban las preguntas a boca de jarro. "Yo soy de chispa retardada". La voz de Jesusa Palancares, protagonista de "Hasta no verte Jesus mio" tambien era la voz de la tierra, pero la de Ismael Vargas es la de la infancia: sus palabras, las que va poniendo sobre la mesa, son como canicas, lagrimas de azucar, juguetitos de madera. Nunca habia conocido a un hombre que preserv ara en esa forma al nino que fue. Su pintura es tambien un rescate y una preservacion. Ismael Vargas, pescador, se asoma a la poza infinita de su alma y va sacando mascaras de Judas, jarritos, pirinolas, caballitos, munecas de carton, alcancias de cochinito. Las acumula con ese afan de posesion que es el de la ninez, gana espacios, las alas de los pajaros cubren sus pupilas, el nino se lanza al infinito, miradas de cabecitas sonrientes de Tlatilco nos ven desde la boveda celeste, millares de alas repapalote an mariposas, un enjambre de calaveras de azucar nos atrapa desde el hueco fosforescente de sus ojos. "Muchos pasteles nomas para el", sonaba el cerdito goloso de Cri-Cri en su cancion de "Tres cochinitos estan en la cama". Para los ninos cantidad es sinonimo de paraiso: muchos juguetes, muchos dulces, mucho todo, un rio de merengues. Asi Ismael nino que nunca amontono la fruta, los tejocotes, las canas, los cacahuates, la colacion, porque nunca le toco nada al romper la pinata, hoy, en pleno uso de sus fac ultades, a la hora de la madurez, se tira de cuerpo entero sobre la fruta que cayo del vientre de barro y papel de china y la guarda entre su propio vientre, bajo su propio pecho, y abraza la tierra para que nadie le quite nada, ni un cacahuate, ni una pepita, ni un rayito de sol. Amontona sus tesoros, los multiplica, los hace piramides, delirios de poder, recamaras enteras de caramelos y chiclosos, dichosos los ojos, dichosas las manos que pueden acariciar esas munecas de carton color de rosa igualitas a l as medias rosas de los toreros, abrirles los brazos, abrirles las piernas, sentarlas, acostarlas, munecas que se llaman "Lupita", "Isabel", "Lucero", todas para el, todas en espera, todas en los ojos bien abiertos mientras aluviones de trompos y de pirinolas esperan en otro cuadro para echarseles encima. Porque Ismael nunca rompio la pinata mas bien, le toco que a el lo rompieran, por eso ahora acumula los saltapericos, los silbatos, los espantasuegras, las gomitas y las paletas con sabor a leche quemada. "Quiero de eso", senala con su mano los limones rellenos de coco. "Deme un peso de dulces de leche y tres pesos de palanquetas". "Deme mas, deme mi pilon". Las manzanas cubiertas en la repisa son todas para el, los algodones de azucar tambien. A retacitos, de a poquito, Ismael va llenando la tela. Pareceri a que el lienzo, como los huerfanos, no tiene llenadera; Ismael, huerfano de si mismo, no se llena jamas. A nosotros nos atraganta, pero el jamas se da por bien servido. "Acercate mas y mas y mas y besame mas y mas y mas", dice la cancion, e Ismael asi enamora a la tela en blanco. "Ven porque te voy a comer de cabo a rabo". A la tela no le queda mas que obedecer. Al fin y al cabo para eso es mujer. "Desde chiquito queria morirme cuenta Ismael Vargas. No sabria decir por que me sentia tan infeliz, no se si por feo. Voy a decirte algo que a lo mejor va a parecer terrible pero es verdad. Desde nino yo pintaba, los domingos me daban un veinte para adquirir una golosina y juntaba mis domingos para comprar en la farmacia pastillas para dormir. Me las vendian porque yo decia que mi hermana mayor me habia mandado a traerlas. Nunca me las tome. Cuando llegue a juntar un frasco con 30 pastillas tuve la certeza de poseer un tesoro. Podria yo tomarmelas en el momento en que se me diera la gana. Me senti muy bien. Como que yo mismo habia conseguido la llave para salir cuando quisiera y eso me dio la seguridad de que podria aguantar. Todas las noches de mi ninez y de mi juventud llore. Sentia que no me querian, vivia solisimo". ¨Que dibujaba el nino en sus cuadernos escolares? ¨Muchos palitos, muchas bolitas, muchos ceros, muchos infinitos? ¨Que significa para un nino sentirse feo? Otro gallo le hubiera cantado a Ismael de haber sido como Antino, el amante de Adriano, el ultimo dios de los romanos que amaron la belleza por encima de todo. Adriano le hizo dos mil esculturas a Antino, construyo en su honor una ciudad entera, Antinopolis, y coloco esas dos mil estatuas, dos mil repeticiones del cuerpo de Antino, en una alameda y en l a avenida principal para que todos las admiraran. Acuno dos monedas que son obras maestras de su perfil perfecto, un ovalo, una cara tan bella que habia que cerrar los ojos y tomar aire antes de verlo. No hubo jamas sobre la tierra hombre mas hermoso que Antino, pero Ismael no fue Antino sino un pintor mexicano que dejo que se fundiera el foco del corredor a la puerta de su casa "para que no me viera usted, de buenas a primeras asi tan feo". "Mi madre me rompia huevos en la cabeza. Soy diez anos menor que el hermano que me antecede y pense que solo a mi me los rompia porque no habia querido tenerme. Ella me tuvo tarde y sufria de calores y de un malestar increible. Mi papa huia, tal vez por eso siento que mi madre se cargo conmigo. Ahora es una viejita encantadora, alegre, muy simpatica, a sus 86 anos se toma su copa de tequila y canta, es bonito verla, pero de nino la agarro contra mi porque fui el ultimo y lo primero que tenia a la mano. "A mi el unico que me intereso fue mi papa, Rogelio Vargas. El pintaba pero se diluyo en mantener a la familia, en tratar de complacer a su mujer, ahora mi mama; nunca hizo lo que realmente deseaba: pintar. Y sin embargo nunca dejo de pintar porque la gente del barrio le pedia exvotos y el se los pintaba. Mi padre no tuvo la oportunidad de cultivarse y no se logro. Quiza por eso yo me angustie tanto en cuanto a mi vocacion". Ningun artificio en la voz de Ismael Vargas. Y si mucho juego en su pintura. Si sus ancestros construyeron piramides de piedra, el ahora levanta piramides de antojos y juguetes populares, los mas humildes, los mas ingeniosos, hechos por artesanos que con un pedacito de trapo y dos palitos crean una figura humana. Carnavalesca, inquietante, obsesiva, juego de colores, juego de juegos, su pintura esta hecha de recuerdos objetos cotidianos-formas infantiles-barro-madera-tu la traes, a la vibora, vibora de la m ar, dia, dia, dia, una mexicana que fruta vendia, la vieja del otro dia, tras tras tras se quemo el alcatraz, romperemos un pilar para ver a dona Blanca, su pintura es perversa e inocente a la vez, tortuosa y limpida, su pintura se da a luz a si misma y va encontrando su camino como lo millares de espermatozoides en busca del ovulo, las celulas que se reproducen, se ensanchan y se tragan a las mas debiles. Fantasia de la ninez no vivida y que sin embargo lo sabe todo desde antes del pecado original, su pint ura acumulada y reiterativa nos atosiga, gira en torno a nuestra conciencia, la cubre de pintitas, la baila de lunares, le pica los ojos, la atenaza con su avalancha de diminutas alas de angel, de mariposas monarcas, de minusculas y sospechosas esferas, de gallitos listos para pisar a todo un gallinero, de toros rojos y nocturnos dispuestos a venirsenos encima como si nos hubieramos dormido en la capa del torero. Ismael Vargas nos reprocha el abandono en que lo hemos tenido y nos echa en cara miles de masca ritas de zuavo de bigote negro, ay mi marido! o el marido que nunca tuvimos o una runfla de posibles maridos de cara rosada y bigotes de zacate pintado de negro para todas las mujeres que esperamos en la estacion de tren a que algun marido regrese y baje a abrazarnos en el anden. Hormiga de si mismo, Ismael se preserva para el invierno y canta como la cigarra con su pincel. Canta con voz de nino, repite, insiste, taladra, toca los timbres de todas las puertas, las campanas de todas la iglesias, los ombligos de todas las mujeres, los crateres de todos los volcanes y con su dedo indice incendiado agarra el pincel y se enoja y va sacando su rabia acumulada, metiendola en el lienzo asi como fue metiendo en un frasco de vidrio en su buro de noche las pastillas para dormir que le garantizaban que el dia en que se le hiciera bueno y a la hora en que asi se le antojara podria echarse el frasco entero y "salir". ¨Salir de la tela? ¨Salir a donde? ¨A esos espacios siderales que intento llenar cuando alzo la cabeza y vio la boveda celeste? El cielo es para Ismael Vargas un gigantesco caleidoscopio de juguetes en el que ruedan para un lado y para otro, siguiendo sus deseos, los vidrios de colores. Para el, el cielo es una feria de pueblo con todo y rueda de la fortuna. En la silla mas alta lo espera Dios Padre, barbudo y enojon porque ya se fastidio de tanto andar pidiendo cuentas. En una libretita apunta nombres que van bajando bien alienados en columnas: policias, pintores, plomeros, escritores, costureras y segun su calificacion les da el paso al cielo. Ismael, sobre la tierra, le da vueltas y vueltas a sus obsesiones, repite ciclicamente el ritual de la siembra y la cosecha y como sabe que la vida es un circulo que empieza y termina en el mismo punto, entrena a sus motivos y a sus intenciones en un ruedo redondo igual al toreo y alli los pone a trotar, a gaolopar, en espera de la escudera. "No se si tu te acuerdas que en las cajas de cerillos de La Central venian reproducciones de cuadros famosos; ese fue mi segundo contacto con la pintura. Mi padre me dijo: "Eso que estas viendo atras de la caja (porque ni siquiera un libro de arte teniamos) un hombre lo pinto con sus manos". Mas que el cuadro, me impresiono saber que aquello que me parecio tan bello lo habia creado un ser humano: "Quiero hacer una cosa asi", pense. Nunca he sabido si lo logre. La gente se clava en uno de mis cuadros y comen ta: "Ay que bonita florecita", pero yo no estoy pintando la florecita, me estoy autorretratando, como dice Baudelaire, quien escribio que todos los cuadros de la vida de un artista son uno solo: su autorretrato. Creo que es verdad y por eso ninguna de mis composiciones, ninguno de mis cuadros esta concluso. Todas las telas que he pintado a lo largo de mi vida son una, porque ninguna es absoluta. Tal vez he pintado doscientas tengo treinta anos de pintor, pinto porque me moriria si no lo hiciera y porque no se hacer otra cosa". Hay algo tambien desesperado en la voz de Ismael Vargas. Pero, ¨que creador verdadero no se desespera y se pregunta si mejor no cambia de oficio, si no seria mas util metiendose a trabajador social o a maestro de escuela? Si el propio Rembrandt pinto en su mirada de viejo todo el desencanto del mundo, ¨que pueden esperar el resto de los pobres mortales? Por eso, Ismael Vargas insite en lo mismo, pule, nos ahoga con la audacia de sus angeles hincados, de sus soles que revientan. El barroco en manos indias ll ena el vacio y se vuelve un torbellino de formas redondas, abullonadas, que giran enloquecidas y enloquecedoras en las bovedas de las iglesias de Mexico. A los angeles gordinflones se les salen los ojos, sus bocas protuberantes ofrecen sandias y pinas descomunales, sus alas se han vuelto almohadas y ya no pueden levantar el vuelo, tan pesado es su cargamento de bienes terrenales, uvas moradas y granadas rojas. Goloso, delirante, el barroco se lo va tragando todo, devora muros, flores, incienso, pecados mort ales y veniales, bendiciones y veladoras, hijas de Maria y beatas de golpe de pecho, confesionarios y pulpitos. Las volutas delirantes se nos vienen encima, cascada de oro y declives hondos como cuencas de rio, y la acumulacion nos marea, ninguna rafaga de aire puro viene a salvarnos. Asi Ismael Vargas que retaca nuestro espacio sobre la tierra y solo nos da el respiro de las sombras. En medio de sus orgias de munecas, unas van perdiendo consistencia en la penumbra de las recamaras interiores o en las calle s de la periferia y otras se desdibujan como a veces lo logran algunas mujeres frente a los espejos de azogue. Sin embargo, Ismael Vargas nunca deja de ser un obseso, un maniatico, un eterno ordenador de formas, un hombre que avanza sobre las infelices pitayas como Rulfo avanzo sobre las blancas flores de garambullo, insistiendo en su indole a medias, cortesana y salvaje. Obstinado, terco como el burro que regresa al trigo, su infancia lo jala y lo hace desandar el camino para volver a sus ritos de iniciaci on, al misterio de la vida y la muerte que lo echo a andar cuando era un nino. "Nosotros ibamos a la corrida de toros porque mi papa compraba toda la hiel de los seis toros que mataban y con la hiel hacia jabon para el pelo, y si de veras, se los vendia a los vecinos y el pelo les crecia. Tenia una prensa y cortaba unas pastillas verdes que no tenian ni buen ni mal olor, tampoco llevaban perfume. Por eso tengo una estrecha relacion con la fiesta brava, porque yo iba acompanandolo y entrabamos a la parte donde los destazan despues de que los mata el matador y nos obsequiaban el blade. En una cubeta nos echaban las hieles. El blade es una bolsa verdosa que esa si tiene un olor, o a lo mejor olia yo el olor a la sangre, porque la sangre tiene un olor muy fuerte, invade todo, no es que sea desagradable pero si es muy impactante, no es un olor fetido, yo creo que huele a vida pero una vida que se escapa, se esparce y tal vez por eso nos toca. "Supe mucho de toros porque veiamos las corridas. Mi papa me hizo una pequena capa para que entrenara. Vi torear a Procuna, a Silverio, a Manolete y al regresar a la casa mi papa me decia: "Mira, asi torea Silverio, asi Procuna" y el los imitaba, arrastraba los pies. En la plaza, me fascinaba verlos hacer escultura con su cuerpo en relacion al toro, buscarlo, acariciarlo, retarlo. Para mi era como un ballet, no me importaba tanto la muerte del toro o la del torero como ver la figura del torero en relacion a l toro. "Con ese traje tan extranisimo que parece de extraterrestre el torero me resulto muy bello, pero mas bello aun el toro. Ese animal es hermosisimo. A los toros se les tiene tanto miedo y respeto que se les guarda infinita distancia, pero si los dejaran acercarse, la gente se sorprenderia de ver lo hermosos que son de su cara. Los toros llegan a tener hasta unos chinitos aqui en la frente, que es una maravilla; su mirada la tienen increible pero no podemos verla porque sus cuernos, su volumen y su peso nos im presionan tanto que nos lo impiden. Para mi es el animal con mas relacion al universo. A la paloma la ponen como simbolo de la paz, pero yo tuve palomas de nino y se que son peleonerisimas. No dejan comer una a la otra, se matan a piquetazos, malas, malas, yo no se porque pusieron a la paloma, yo pondria a la vaca o al delfin, estos animales se me hacen mas afines a la armonia, a la dulzura, a la mansedumbre. He visto vacas que se mantienen serenas, inconmovibles bajo la tormenta y eso me fascina, porque no tienen problemas con su entorno. Las palomas tienen un problema terrible de agresividad con las demas, no se aguantan y son muy sucias. Si alguien ha observado a las palomas soy yo y muy pronto adquiri conciencia de que esos animales son muy perruchas y a las mensajeras todo se les olvida. Se nota que los senores que las lanzaron como simbolo de la paz nunca han tenido palomas. "Mis padres necesitaban que llevara yo dinero a la casa y como la pintura no se consideraba trabajo sino diversion, empece a impartir clases. Un amigo dejo sus clases de terapia ocupacional en el manicomio y me las paso. Realmente no eran clases de pintura porque los locos no estaban interesados en aprender, mas bien los cuidaba yo durante unas horas pero sobre todo vigilaba que no se comieran la pintura, porque algunos colores son toxicos. A veces se ponian a escribir y yo los obsevaba y despues le informa ba al doctor Almada de sus progresos o de sus cambios de conducta. El doctor Almada los trataba muy bien. Un hombre de nombre Adrian empezo simplemente embarrando el color y poco a poco se puso a dibujar cosas concretas, quiso hacer un cielo azul y una nube y le salieron muy bonitos. Su evolucion me intereso mucho mas que la de unas senoras medio riquillas que me pidieron que les ensenara a pintar asi como una moneria mas en su reportorio y me parecieron pretenciosas. Querian bordar en la tela, hacer tru-tr u o zig-zag y al rato me desespere con ellas, tenia yo 18 anos y a esa edad uno se desespera facilmente. "Antes de ser Ismael Vargas fui Lucio Luna y pinte muchas alacenas, paisajes, retratos, bodegones con objetos de plata, jarras de agua de jamaica, mantelitos bordados, vasos, un canasto con manzanas, cosas que pensaba que le podian gustar a la gente, una maceta de geranios, cositas asi muy mexicanas. Me tardaba tres dias en pintar la alacena y me daban un millon de pesos de aquella epoca y eso me permitia vivir, pagar renta y comida. Solo los fines de semana pintaba yo lo que verdaderamente queria. Para los paisajes que me encargaban encontre otro nombre: Ignacio Rivera aunque hubiera querido ponerme El Espagnoletto, y para los retratos me firme simplemente Manuel. En realidad ninguno de esos tres pintores existia, solo eran seudonimos, hasta que pasaron a mejor vida. Casi toda mi produccion la compraba Moises Zajarias, que tenia una tienda de camisas. Y un dia se presento con la novedad de que queria hacer una exposicion de las alacenas de Lucio Luna y esa misma noche lo mate. (A Lucio Luna, no a Moises Zaja rias). A la noche siguiente mate a Ignacio Rivera y todos sus paisajes y a la tercera al retratista Manuel. Lo que si puedo decirle es que adquiria oficio. Despues me fui a Paris contratado por Alberto Gironella como su ayudante". Quiza no fue en Paris donde mas aprendio Ismael Vargas sobre si mismo sino en Ecuador, donde vivio durante cinco anos con su esposa Judith. Alla no habia arte popular, no habia juguetitos ni pocillos ni diminutas cazuelas de cobre de Santa Clara, e Ismael ya no pudo pegar nada en sus telas, tuvo que recrear su nostalgia, concretar sus recuerdos, pintar la Guadalajara de sus suenos, la misma en que habia nacido en el ano de 1945. "Me he concentrado mas en la artesania porque en Guadalajara hay mercados maravillosos en donde estan a la mano objetos que no sirven para nada: saltapericos, pulgas vestidas, munecas con panuelitos de llorar, trastecitos, mueblecitos y cositas tan minusculas, fragiles y delicadas que realmente dudo que los ninos jueguen con ellas. No tengo explicacion de por que los hacen los artesanos, estoy seguro de que no viven de eso, pero ellos siguen en su amor por crear miniaturas de barro y de critsal que imitan l a realidad". (Las ninas de hoy juegan con las espantosas munecas de plastico "Barbie" de pechitos puntiagudos y melena rocanrolera que ahora tienen hasta caja de muerto, porque ya se mueren, tiene marido, se embarazan, y sus bebes son tan monstruosos como ellas). "Intente rendirle homenaje a todo lo que es la artesania mexicana pegando muchisimos jarritos en un cuadro. Tome un poema de Jose Gorostiza que me impresiona, "Muerte sin fin", e hice un cuadro de jarritos y asi empece a trabajar sobre el poema: el barro, el agua, la muerte, el frio, todo lo relacione a la artesania y me senti muy bien haciendolo. Luego regrese a la belleza cromatica del arte antiguo de Mexico e hice "Piedra de Sol" con granas de obsidiana y piedras solares, cristal de roca. Me remonte al c alendario azteca, lo mas glorioso que tenemos. Regrese a unas parejitas de munecos de Chiapas muy lindos, con huarachitos, objetos muy increiblemente hermosos que descubri, porque ya para eso momento habia yo empezado a recorrer la Republica, buscando en los mercados objetos pequenitos para trabajar con ellos. En Puebla conseguia unas palomitas con un sobre en su pico e hice un cuadro muy bonito con palomitas de barro pegadas a la tela. "Cuando trate de comprarlas de nuevo, ya las palomitas eran de plastico; en un ano habian dejado de existir y por lo menos mi cuadro quedo como una constancia de que antes las palomitas eran mas nobles. Ese cuadro lo tiene el Grupo Alfa en Monterrey desde 1980. "En el Museo de Arte Moderno de Ecuador, como no hay artesania sino de ropa y sombreros, me vi en la necesidad de pintar todo lo que queria yo a mano, en vez de pegarlo como lo estaba haciendo y trabajar un poco con el recuerdo. Alla no hay pitayas y quise hacer un cuadro de pitayas y las tuve que hacer con la imaginacion, del recuerdo, a mano y al oleo. Encontre cosas que me gustaron muchisimo y dije: "Ya no voy a pegar". Conoci la obra de artistas coloniales ecuatorianos del Siglo XVIII, la iglesia de la Compania, la catedral, el maravilloso escultor Caspicara. Todas sus pinturas e imagenes religiosas tienen una caracteristica: el hace el hueco del corazon y al corazon lo pone a flotar, hace el hueco de los ojos y los ojos flotan, entonces todo esta palpitando siempre, es una cosa muy bella". Palpitantes tambien son las frutas en el mercado, los canastos de chiles, los pimientos morrones, los chilacayotes, las verdolagas, los chayotes. Palpitantes tambien los colores movedizos de los marchantes y las marchantas con sus rebozos, sus sombreros de paja, sus delantales. Palpitantes los gritos que tanto impresionaron a Garcia Cubas y que ahora parecen emanar de los cuadros de Ismael Vargas y su profusion de colores comestibles. Con razon los locos se comen la pintura. Tambien los caballeros se han de comer el "rouge" suntuoso de las incitantes bocas rojas de las modelos. Pero nada mas incitante que la nostalgia que esparce el pincel de Ismael que a pesar de haber sido joven recuerda cuando Guadalajara olia a zapateria y los ropavejeros gritaban por la calle: "Ropa usada que vendaaaaaan!", y el afilador de cuchillos dejaba oir su largo chiflido, nunca mas triste que el lamento del camotero tras su maquinita caliente y olorosa. "Las calles son traicioneras. A los 28 anos aqui en el DF ya estaba yo casado con Judith Gutierrez, mi pintora favorita, e ibamos a ir a Guadalajara a visitar a mi papa. Fui a a comprarle una salsa de ajonjoli que a el le gustaba mucho y al cruzar la calle me atropellaron. No me vieron o a lo mejor yo me cruce, pero la verdad es que cuando desperte estaba yo en el hospital. Me preguntaron que a quien acusaba y respondia que no podia acusar a nadie, quiza yo tuve la culpa. Tenia yo seguro y pago el seguro, p ero yo no acuse a nadie. El chofer del automovil me golpeo en la pierna y rompi el parabrisas con la cara, yo me fui adentro del carro, tengo cirugia plastica porque con mi cabeza desbarate el parabrisas. Eso no fue problema porque inmediatamente me arreglaron y ya, quede igual de feo, pero en la pierna si fueron muchos anos de operaciones. A lo largo de cinco anos me hicieron quince operaciones. El doctor Marco Antonio Lazcano que es una maravilla una eminencia, me curo gratuitamente. Mi pierna me la iban a cortar y el dijo: "A mi no me gusta amputa pero es muy largo el tratamiento para que se salve, si usted cree que aguanta, entonces adelante". "Es mi pierna, ¨como no voy a aguantar el tiempo que sea?". Fueron 5 anos de muletas y de operaciones. Me quedo una pierna mas corta que otra; uso zapato ortopedico de plataforma pero eso no importa, es mi pierna con toda su sensibilidad. Tan solo es mas corta. Solo cuando me veo en el espejo es que se que estoy con mi pierna corta, pero de ahi en fuera camino bien y mi idea de mi es que estoy completo. El accidente sucedio en 1975 y en 1980 fue mi ultima operacion y mi quitada de yeso. Me pusieron un apara to ortopedico un ano y luego ya el doctor Marco Antonio Lazcano me lo quito y me dijo que ya. Aunque durante esos anos no pinte telas de gran tamano, no deje de pintar porque si no me hubiera muerto de la tristeza, pero adquiri mucho gusto por la cama. Ahora que murio Onetti y me di cuenta que los ultimos diez anos de su vida los paso encerrado en su recamara y metido en la cama, em encanto esa idea, me gusto mucho y espero que Judith mi mujer comparta mis aficiones y nos metamos a la cama a trabajar, a pin tar, a oir musica sin tener que salir a la calle. Bueno, nos levantariamos a banarnos y a comer, pero a mi la cama me arropa, me abraza, me siento muy protegido, a la cama la siento como una extension de mi mismo, bueno a mi casa en general la siento bien, como si estuviera siempre conmigo mismo. Nunca me sentia asi de nino, por eso quiza para mi es tan importante la casa, la cama, que Judith me quiera. De nino siempre fui un extranjero. Nuestra casa en Guadalajara tenia postigo, un recorte en la puerta; co mo era muy chiquitita solo teniamos una puerta. Ese postigo se convertia en una especie de ventana, a nosotros no nos veian pero nosotros si veiamos el cielo y entraba aire. Nuestra casa era solamente esa puerta a la calle, nunca tuvimos ventanas. "Desde el accidente no puedo trabajar de pie mas que unas cuantitas horas, entonces lo hago sentado. Voy desenrollando la tela y voy pintando de a poquitos, de arriba hacia abajo. Trabajo en formatos muy grandes. El cuadro es el que le pide a uno las dimensiones y le dice cuando hay que quitarle y cuando hay que ponerle y uno tiene que obedecer. El cuadro es un dictador. Yo soy lentismo pintando; mi trabajo es de mucha repeticion y requiere de una gran condicion fisica para soportar el cansancio. Los primer os diez dias pueden ser perfectos pero a partir de ahi puede venir un agotamiento que debo superar a toda costa porque necesito lograr el mismo tono, la misma atmosfera pictorica de cuando empece. En el cuadro se notan los estados de animo. No me quejo ¨eh? No lo dijo como un lamento pero para pintar cuadros de grandes dimensiones es indispensable mucha condicion fisica porque es muy pesado. Nada de desvelarse, beber o fumar". "En cama lei mucho. "Pedro Paramo", la "Historia universal de la infamia" de Jorge Luis Borges. A mi me fascina Borges. Encuentro en su narracion geometria, musica, es un escritor que me da mucho. Tambien escuche mucho. Musica, sonidos, voces de la calle. Voces de mujer, de ninos, voces de los vecinos en el edificio, pasos en las escalera. Yo hubiera querido ser cantante de opera, pero no tengo voz. Lo que si tengo es mimesis. Cuando canta Pavarotti, hago la mimica porque siento como si yo fuera Pavarotti. Mas que a Placido Domingo y mas que Pavarotti, me fascina Giuseppe di Stefano. He tenido muchisimas aspiraciones y la que mejor se me ha cumplido es la de la pintura. "Otro es mi gusto por los panteones, en especial por el del Pere Lachaise en Paris, porque en el estan todos los franceses que mas admiro y visitar su tumba equivale a la oportunidad de entrar a su casa, sentarme a su lado, ofrecerles flores, pensamientos. Sentarme junto a la tumba de Baudelaire era sentarme a su lado, muy bonito. Tambien puse pensamientos en la de Proust que por cierto se robaban. Alguien roba las flores en el Pere Lachaise porque yo todos los dias llevaba unas macetitas que venden en el B oulevard Raspail que costaban creo que dos francos o algo asi y al dia siguiente cuando iba yo de visita ya no estaba alli la maceta. Tambien deposite flores sobre la tumba de Rossini, el primero en la fila de la entrada y porque es muy grande mi aficion a la opera, a Alfredo de Musset tambien lo encontre entrando a la izquierda y Baudelaire estaba al fondo del primer callejon a mano derecha y a Apollinaire un poquito mas adentro, en un laberinto que habia que descubrir. Si lo pides, te dan un mapa a la ent rada por cinco francos y en el encuentras la ubicacion de las tumbas; la de Oscar Wilde es un obelisco muy bonito y la de Porfirio Diaz ahi se va. Yo permanecia muchas horas alla adentro; todos los dias procuraba ir porque era el lugar que mas me atraia, sobre todo porque tiene unos arboles bellisimos y la atmosfera que se respira tambien es bellisima. La tumba de Allan Kardec era la mas visitada: hincados le rezaban sus seguidores. La de Marcel Proust consta de una losa negra con letras doradas y me pareci o feisima. Soy aficionado al arte funerario y una de las tumbas que mas me fascinan es la de Jackson Pollock en Nueva York; me gustaria que asi fuera la mia, un bloque de piedra asi sin trabajar ni nada. Me gustaria que me enterraran asi y que mi lapida fuera una simple piedra. "En Paris encontre a otros mexicanos, a Alberto Gironella, a Pedro Coronel, a Antonio Saura el hermano del cineasta y a veces cuando Judith y yo saliamos de trabajar nos reuniamos. Descubri que a pesar de ser famosos eran gente muy sencillas; con ellos bebiamos Calvados de manzana, un licor muy fuerte. Alberto Gironella me enseno muchas cosas. A Alberto yo solamente le manchaba las telas en blanco y negro; el aprovechaba todas esas manchas para despues meterles el color y creo que logro cosas muy interesant es. Gironella pintaba rapido. Yo soy lentisimo, aparte de que mi trabajo es de mucha repeticion, me tardo y me tardo y me vuelvo a tardar. Asi como el cuadro es el que me pide las dimensiones, estoy acostumbrado a oir la voz del cuadro y el me impone el ritmo, el me ordena cuando y como. Soy muy obediente, muy escrupuloso, cada figurita la pinto como un miniaturista, no quiero que se me vaya a ir un solo detalle y, claro, puedo permanecer durante muchisimas horas en una misma ala de mariposa. Me quedo dias haciendo lo mismo, cuando la tela es grande voy desenrollando el rollo de la tela hacia arriba. Permanezco sentado, no me muevo y pinto como si tu estuvieras escribiendo una novela, nunca veo el cuadro completo, en primera porque voy enrollandolo a medida que lleno el espacio y en segunda pinto de izquierda a derecha como tu cuando escribes y cuando termino firmo en la parte derecha del cuadro y solo hasta ese momento cuando puedo extenderlo lo veo completo. Entonces me doy cuenta si tengo que hacer algun c ambio. Es otra de las disciplinas tremendas que me he impuesto por la cuestion de la pierna que no me permite estar de pie; nunca tengo completo el cuadro, nunca puedo verlo de pie, supongo que mi pintura es la del exceso y le tengo terror al vacio, por eso al desenroscar la tela todo queda repleto. Sin embargo, los pintores que me gustan son totalmente distintos a mi. Tapies es un artista que habla del dolor y de la guerra de Espana sin tener que poner los muertos, sin tener que amontonar los rifles, hacer correr la sangre, eso me fascina. Es dificilisimo sugerir y por eso mi admiracion por Tapies. Nunca olvido un poema de Vicente Huidobro que dice: "No hables de la rosa, hazla florecer sin mencionarla". Cada vez que me siento a trabajar lo primerito que hago es recordarlo. Si tu logras hacer que la gente sienta la belleza de una flor sin pintar una flor has cumplido tu deseo. Si yo lo lograra dejaria de pintar asi como Marcel Duchamp se aterro al descubrir el mercantilismo en torno a la obra de arte y dejo de pintar cuando vino a Nueva York. Ya era un artista consagrado, ya habia hecho sus obras maestras, el desnudo bajando la escalera, o "La novia raptada por sus amantes". Una de las cosas que el dijo y que mas me gustan que en un ultimo rio, si uno elige una de las miles de piedras, ese es nuestro autorretrato". Ordenar el caos es uno de las tareas que algunos cientificos se han impuesto, la naturaleza tiene su propia geometria y quienes descubren que fluye en forma matematica y por lo tanto exacta logran penetrar en sus turbulencias, en sus celulas, en su comportamiento biologico. Por intuicion, por que es un hombre virginal, Ismael Vargas ha logrado relacionar el caos con las particulas generadoras de un unico modelo. Sus infinitos miligramos giran en armonia con el tiempo y sobre todo con la antigua sabiduria de los artesanos de Mexico, que antes del pecado original conocian la curva, la armonia y la dinamica urdimbre que nos envuelve y nos incita al viaje y al descubrimiento. .