SEC. ESPECTACULO PAG. 39 CINTILLO: NOCHES DE BAILE CABEZA: Orquesta de la luz: salsa caliente de japon CREDITO: ERNESTO MARQUEZ La salsa en Japon se esta transformando casi en una mania, en una especie de primavera eterna que ha llegado a darle color a un tipo de vida tradicionalista y monocorde. De eso precisamente nos vinieron a dar noticia los 12 integrantes de La Luz, orquesta que se presento el pasado viernes en el Salon La Maraka en medio de una bataola de trompetas y trombones trompicados por percusiones afrocubanas y un fuerte olor a sake. En Tokio, Okinawa, Kioto, no solo se han multiplicado los lugares nocturnos donde al menos una vez por semana se puede bailar y escuchar exclusivamente salsa, sino tambien transmisiones televisivas y festivales de jazz que incluyen en sus programas a agrupaciones de esta corriente que han dejado con la boca abierta a mas de uno que veian como imposible el que musicos de tales latitudes abordaran como propios los generos nativos de las Antillas. La salsa es porosa, en seguida invita al baile y a la desinhibicion. Algunos le atribuyen a esto su exito en Japon, una cultura milenaria, de por si bastante cerrada, llena de viejas y arraigadas tradiciones donde el baile practicamente no existe. Una recepcion abierta, como la que ahora se esta dando a la salsa, le ha permitido a los musicos japoneses relajar esa cultura de siglos y volcarse en esa extrana sintesis de fiesta y alegria ludica que plantean los sones del Caribe. En ese sentido los de La Luz marchan a la cabeza como un grupo refinado, musicalmente hablando, dedicado al estudio y practica constante de los complicados generos caribenos por lo que, mas alla de las facilidades que les ha dado la industria discografica en la difusion de su trabajo, su propuesta es mas verdadera y enraizada que la de numerosas agrupaciones advenedizas etiquetadas con el evasivo e hibrido concepto de "tropical". Con La Luz encontramos musicos de altura, emanados del jazz y pop-rock, recreando ritmos calientes con correccion, pese a que estos meritos sean negados por la ortodoxia sonera. Segun lo escuchado en directo, sus canciones suelen tener buenos arreglos, unos de tipo moderno que comienzan con desarrollos muy originales para luego caer en el clasico tumbao del son cubano, el cual es apoyado por todo el conjunto sin titubeos ni tibiezas. Ya encaminados sus temas por la ruta del son, aquello se convierte en una descarga en la que tienen cabida las improvisaciones de los metales y las sofisticaciones pianisticas de la nueva musica caribena. Con La Luz todo es directo y efectivo. El planteamiento en mucho de los casos es de tipo jazzistico, aspero y duro, pero interpretado con tal limpieza, intensidad y energia, que se agradece su fidelidad al sonido tradicional y al intento de poseerlo como propio. .