SECCION ESPECTACULOS PAG. 43 BALAZO: SANGRE, SUDOR Y LAGRIMAS CABEZA: El asesino serial es la estrella, mamas incluidas CREDITO: JOSE XAVIER NAVAR Agotados ya los monstruos que, a fuerza de convencionalismo, se han vuelto previsibles como los Aliens; a punto de dar el viejazo los villanos de carne y hueso de cintas como Speed (con perdon del buenazo de Dennis Hooper) o, lo que es peor, estereotipados hasta la nausea (incluyendo la malevola pandilla de The Crow); el videofilo solo espera las sorpresas que puedan deparar los proximos estrenos de In the Mounth of Madness (que marca el retorno del veterano John Carpenter al cine de horror) y Gods Army, qu e marcan el regreso de los asesinos seriales, mismos que prometen ser mucho mas efectivos en eso de matar que el anunciado retorno, una vez mas, de la desquiciada y peligrosa familia de Return of The Texas Chainsaw Massacre. Y mientras los piratas afilan sus reproductoras para caerle al mas reciente filme de Oliver Stone, Natural Born Killers, ya se anuncia la mas reciente "comedia social", Serial Moom (que no tarda en exhibirse como Mama es una asesina), de uno de los idolos mas consistentes de esta seccion: el senor John Waters, de quien todavia agrede el olor de Pink Flamingos (aqui solo puede verse en video de culto, por supuesto; mientras, en Estados Unidos sigue siendo una clasica del cine de medianoche). Con innumerables gags que nos remiten a ilustres asesinos que, lamentablemente, ya no estan entre nosotros (como Ted Bundy, John Wayne Gaicy y Henry Lee Lucas), Waters situa la accion de su pelicula en su natal Baltimore, donde una aparentemente recatada y (a)normal ama de casa, Beberly Suthpin (Kathleen Turner), elimina de su vecindario a quienes no se ajustan a su vision casi perfecta -y pulcra- de la vida. Beberly mata con la misma naturalidad que Henry, Portrait of a Serial Killer, lo cual ya es de por si bastante alarmante. Sin embargo, sus matanzas tienen el encanto subversivo e inquietante propio de los filmes de Waters, solo que ahora han sido convenientemente maquilladas, aunque eso si, sin perder nada de su corrosividad. ¨Como no adorar una pelicula en donde al menos un tipo (el hijo de Beberly, Chip -Matthew Lillard-, que resulta ser un verdadero maniaco de los splatter movies) revaloriza al padre del gore, Hershell Gordon Lewis, diciendo que Blood Feast es el Ciudadano Kane del cine de horror, y que aparte esta feliz con la idea de que su madre sea una asesina serial? Ojala esta cinta que ya tiene, minimo, asegurado su boleto para el culto, haga que el aficionado al humor retorcido alquile las dos comedias previas de Waters: Hairspray y Cry, Baby (*), filmadas con un amable sentido de la asepsia para evitar vomitadas precoces y financiadas por amigos de Waters (hoy flamantes magnates de la industria del cine estadunidense que disfrutaron, de jovenes, las refinadas perversiones del de Baltimore, adorador de las peliculas de Gordon Lewis y Russ Meyer). * Ambos filmes de Waters se pueden conseguir en el catalogo de VideoVisa, en tanto que toda su obra solamente en videos importados. Serial Moom puede encontrarse, en la primera semana de su estreno (o antes, si se puede), con su bucanero de confianza. .