SECCION ECONOMIA PAG. 41 BALAZO: NOSTALGIA CABEZA: Renovar a los clasicos mendiante la imaginacion CREDITO: MALKAH RABELL El 17 de mayo de 1975 Malkah Rabell escribio en El Dia este ensayo acerca de la obra de Hector Mendoza. Autor dramatico, director de escena, maestro de una generacion de actores y directores, precursor de todos los movimientos vanguardistas que hubo en Mexico, Hector Mendoza apenas rebasa los 40 anos y a veces resulta mas joven que sus antiguos discipulos. Es una de las raras personalidades que ha logrado conquistar no solo la estima de su ambiente, sino el amor, la entrega de alumnos, actores, colegas y hasta de los criticos que se alegran con sus triunfos en cualquiera de sus numerosas actividades, y se des esperan cuando han de senalarle alguna falla. Durante anos fue el maestro mas querido y mas competente de la Escuela de Actuacion del INBA. Discipulos suyos como Julio Castillo no dejan de repetir que le deben todos sus conocimientos. Hoy, jefe del Departamento de Teatro de la UNAM, ha logrado lo que probablemente a nadie cupo en suerte: ser alabado por todos los directores que han hecho alguna temporada en los teatros de la Universidad. Y Dios sabe si la gente de la farandula es reacia a satisfacerse, siem pre dispuesta a quejarse de todo y de todos. Hector Mendoza ha logrado reunir en torno del teatro universitario lo mas granado de los directores vanguardistas de Mexico. Les ha dado manos libres para la creacion, ha suprimido cualquier censura personal y ademas les ha ofrecido las maximas posibilidades economicas para realizar sus suenos. Y en dos anos, el Teatro de la Universidad ha presentado una serie de espectaculos de la maxima valia. Personalmente Hector Mendoza no se preocupa, ni se ha preocupado, de conquistar la popularidad o los votos de un gran publico. Aunque ya a los 18 anos se hizo merecedor de un premio por su obra Cosas simples, basada en el sencillo derrotero de los muchachos preparatorianos, con sus pequenos dramas y alegrias diarias -obra que hasta la actualidad cosecha aplausos y simpatias-este premio, deciamos, a tan temprana edad no desperto en el ansias de renombre. Nunca busco el exito a como de lugar. Durante anos tra bajo con reducidos grupos en el silencio de salas anonimas. En lugar de seguir los pasos de la moda, la precedia, la anunciaba inconscientemente. Fue el primero en poner en escena algunas obras clasicas en forma de broma, burlandose de todas las convenciones y de todas las reglas academicas. Lo que le valio no pocos ataques. Entregado sin prisas ni falsos alardes a realizar una idea propia del teatro, fue uno de los directores a quien se debio Poesia en voz alta, y todo lo que respiraba poesia fue siempre su lado fuerte, su mas exquisito aporte a la escena, lo que demostro con su montaje de El cantar de los cantares y luego con su Santa Teresa de Jesus. Fue uno de los primeros en montar a Brecht, cuando el autor aleman era poco conocido, y tambien fue el primero en montar la obra de Emilio Carballido: El relojero de Cordoba, co n una direccion muy brechtiana. Empenado en desenterrar rarezas hace mucho olvidadas, por temperamento atraido hacia la belleza clasica que gusta hacer pasar por el tamiz de su propia imaginacion, ultimamente monto una obra de Euripides casi desconocida: Reso, que adapto al ambiente mexicano de la epoca de las luchas contra la invasion norteamericana. Y ni siquiera se empeno en presentar su montaje en un teatro de cupo razonable. Lo presento en una sala del Centro Universitario de Teatro de Coyoacan, donde caben 48 espectadores. Tal vez s iguiendo el ejemplo de Grotowsky, a quien admira, prefiere los espacios reducidos y los aun mas reducidos publicos. Pero, pese a el mismo, su exito en Checoslovaquia y en Yugoslavia lo enfrento con publicos mas amplios. Y si en su actividad artistica hubo logros y fracasos, si a veces pudo expresar sus intenciones con exitos y otras veces tuvo que encarar la indignacion de numerosas voces, no dejo y no deja de ser una de las figuras mas atrayentes y mas respetadas de nuestro ambiente artistico. .