SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: Recuento y despedida CREDITO: RAUL TREJO DELARBRE la vida mexicana. Lo que nos han ensenado las elecciones del domingo, entre tantas cosas, es que la transformacion mexicana no tiene por que ser abrupta ni subita ni siquiera espectacular. L construccion de la democracia, cuando se emprende en serio y para el futuro, se logra paso a paso, voto por voto. Asi ocurrio el domingo. Las elecciones fueron tan claras, tan ordenadas, tan sin asuntos drasticos, que en su plausible transparencia resultaron anticlimaticas. La tempestad (declarativa, especulativa, des confiada) ocurrio antes. El 21 de agosto fue de confianza y participacion, en una jornada de tan satisfactoria limpieza que, fuera de los porcentajes de votacion, casi no hubo noticias para satisfacer el afan sensacionalista de muchos medios, dentro y sobre todo fuera del pais. Habra todavia quienes busquen asideros para la desconfianza. Pero incluso los grupos de observadores mas exigentes han tenido que reconocer el desarrollo razonablemente limpio de los comicios del domingo. El unico motivo de reclamos serios, ya plenamente aclarado, fue la gana de votar por parte de muchos mexicanos que no se encontraban en su distrito electoral y para quienes no alcanzaron las boletas de las casillas especiales. Asi transcurrio la jornada electoral. Asi paso, tambien, el para muchos temido "dia despues", a la manana siguiente de las elecciones. Y no sucedio nada, excepto que nos encontrabamos en un nuevo momento, solidificado por el resplado ciudadano, en el desarrollo politico del pais. Tres actitudes partidarias destacan en las reacciones despues del domingo: la cautela de Ernesto Zedillo, la honestidad de Diego Fernandez, la confusion de Cuauhtemoc Cardenas. El PRI y su candidato presidencial recibieron aproximadamente el 50 por ciento de los sufragios, pero no podrian gobernar si no reconocen a la otra mitad de los mexicanos. Ya habra tiempo de especular sobre los motivos del 50 por ciento de nuestros compatriotas que avalaron al PRI, especialmente su busqueda del cambio dentro de las i nstituciones. Pero los priistas se equivocarian catastroficamente si no reconocieran, a esta, como una hora para hacer politica. No hay que confundir al resultado electoral con una adhesion incondicional, ni soslayar que existe una mitad de ciudadanos que, habiendo votado, lo hicieron por opciones distintas del PRI. Zedillo comenzo la semana con un discurso conciliatorio, lejos del triunfalismo tan incomodo con que su partido solia festejar los resultados electorales. La tarea ahora sera disenar estrategia y practicas del gobierno proximo y en ella, habra motivos para mirar tambien fuera de las filas del priismo. Cuauhtemoc Cardenas se esta jugando no solo el final de su carrera politica sino ademas el desarrollo del Partido de la Revolucion Democratica. La arenga del lunes en el Zocalo, ayuna de datos y repleta de resentimientos, no representa al 15 por ciento de los electores que le dieron su voto como un respaldo a la pelea institucional de un PRD capaz de jugar con las reglas electorales, respetandolas y reconociendo sus resultados. El discurso de la desconfianza puede revertirse antes que nada contra el propio Cardenas y su partido, erosionando una base social que, con otra actitud, podrian consolidar y desarrollar. La escasa presencia en ese mitin y en otros actos perredistas en el pais, confirma que la mayor parte de los votantes de ese partido reconocen, aunque no les gusten, los resultados de las elecciones. Diego Fernandez junto con Carlos Castillo Peraza ha ofrecido, en cambio, una demostracion de etica e inteligencia politicas. El PAN se comporta como partido maduro, probado y solidificado en un quehacer politico en donde el reconocimiento de las victorias de otros, se convierte en activo publico para el futuro inmediato. El mensaje que ambos personajes del PAN dirigieron la madrugada del lunes, admitiendo que segun sus propios datos no eran ellos quienes ganaban la contienda presidencial (aunque desde luego anunciando o reclamando otros triunfos) significo una ejemplar muestra de propiedad personal y politica. La politica tambien es etica y al contribuir a la consolidacion de una cultura de la tolerancia, en la que es indispensable el reconocimiento de los otros, Fernandez de Cevallos y Castillo Peraza fortalecen los avances que ha logrado su partido. El 21 de agosto, triunfo de todos lo fue tambien, singularmente, de los mexicanos que se comprometieron en la organizacion de unas elecciones confiables. Ganaron, en estos comicios, los consejeros ciudadanos, los funcionarios del IFE y los representantes de los partidos. Gano, de manera muy especial, gracias a su capacidad articuladora y al significativo respaldo que encontro en la sociedad y en el mundo politico, el primer secretario de Gobernacion apartidista de nuestra historia, Jorge Carpizo. Sin los b uenos oficios de ese funcionario, a veces empenosamente pacientes y siempre orientados por la honestidad, no hubiera sido posible la construccion de acuerdos que hicieron posibles estas elecciones. Gano tambien, confiando en los comicios y en sus actores, el presidente Carlos Salinas. Punto final No todos pueden ser aplausos, sin embargo, para el doctor Jorge Carpizo. Una decision suya, en un asunto evidentemente menor comparado con el conjunto de sus responsabilidades, abolio el proyecto de renovacion que venia desarrollandose en este diario, aqui El Nacional. El pasado 25 de julio, al destituir al anterior director general del diario, el secretario de Gobernacion cancelo una etapa en la evolucion de esta empresa periodistica. El Consejo Editorial que se habia integrado menos de un mes antes, desa parecio en la practica y la planta de colaboradores ha experimentado ajustes (incluyendo exclusiones y autoexclusiones) que indican la existencia de otra politica editorial. Ese articulista, a invitacion expresa de Jorge Carpizo, retorno en marzo pasado a estas paginas de El Nacional para contribuir en un proyecto que se proponia, como escribimos el 6 de marzo, ser un periodismo de Estado que tuviera sensibilidad suficiente para ser periodismo de la sociedad y no del poder. Sin embargo, ese intento fue frustrado por las mismas autoridades que lo habian alentado. El primer dia de agosto, el dector Carpizo nos pidio a los integrantes del Consejo Editorial que mantuvieramos nuestras colaboraciones en el diario al menos hasta la fecha de las elecciones. Este articulista considera que ese compromiso ya ha quedado cumplido. Ademas de agradecer la invitacion que hace medio ano me formulo el Secretario de Gobernacion para escribir en el El Nacional y reiterarle mi respeto y afecto personales, aunque discrepo profundamente de las decisiones recientes que ha tomado respecto de este diario, quiero ratificar mi aprecio a muchos companeros redactores, reporteros y miembros del area administrativa del periodico, en quienes siempre he encontrado una actitud de amistad y profesionalismo. El Nacional se ha vuelto mas oficialista que antes. Pierde lectores y pierde autores. En muchos sentidos, se ha convertido en una oficiosa "Gaceta de Bucareli". En el afan por congraciarse con el secretario de Gobernacion, durante las semanas recientes se le han dedicado a ese funcionario numerosos encabezados y fotografias que tienden a impulsar un peligroso culto a la personalidad, que en realidad ofende a los lectores y desde luego, a la integridad de ese funcionario. En la nueva orientacion del diario, no encuentro el contexto que considero necesario para la publicacion de estos articulos semanales, asi como para la columna dominical Sociedad y Poder. Por eso, enmedio del alborozo por las elecciones y una vez cumplido el compromiso personal que hice con Jorge Carpizo, pongo a mis colaboraciones este punto final. .