SECCION ESPECTACULOS PAG. 40 BALAZO: ROSTRO POLIMORFO CABEZA: En busca de una nueva arquitectura CREDITO: DAVID CORTES Durante muchos anos -de 1976, fecha de su formacion, a 1990- Oxomaxoma fue mas un concepto que una realidad. En ese prolongado espacio de tiempo el grupo (cuyo corazon lo constituyen Arturo Romo y Jose Alvarez) fue mutando hasta construir un rostro polimorfo, un rostro que desgraciadamente ha sido escasamente documentado en grabaciones oficiales. Su debut discografico, En el nombre sea de Dios, recopila parte de los trabajos acumulados en los primeros anos de existencia del grupo y aparentamente cierra la puerta al pasado, aunque la posibilidad de volver a el siempre es latente. En su siguiente incursion, La sombra de un difunto, Oxomaxoma entra en un proceso de cambio. Si los anos anteriores se encuentran determinados por la aleatoriedad, la nueva etapa del grupo reconoce la necesidad de las estructuras como soporte indispensable de su tendencia na tural a la experimentacion. Con el ingreso de Victor Mendez en la guitarra, el grupo se adentra a terrenos mas rockeros y su sonido -cambiante, sorpresivo- adquiere cierta "convencionalidad". Es en esta etapa cuando Oxomaxoma deja su condicion imaginaria y mitica para tornarse una presencia constante. Las ideas, largamente almacenadas, se afinan y son expuestas publicamente. El sonido, una delgada estela en sus principios, se engrosa con la adicion de un bajista y las colaboraciones ocasionales de amigos; pero el centro se conserva in colume. La voz -unica, inconfundible- de Jose Alvarez y el trombatron de Arturo Romo cohesionan el todo y le dan su sello. Resultado de dicha etapa es Un difunto lleno de vida (Alejandra/Opcion Sinoca, 1994), la tercera y mas reciente produccion del grupo. Esa inveterada costumbre en el medio de preguntar que toca un colectivo, como si con la respuesta a este cuestionamiento se resolviera el enigma. Porque un enigma es y no otra cosa la musica de Oxomaxoma. Ante ellos las etiquetas se desmoronan y este derrumbamiento no solo se gesta a partir de la dotacion instrumental; es el enfoque hacia la musica misma, siempre innovador e imaginativo, el sello de distincion del grupo. Oxomaxoma es un grupo de la destruccion y mediante ella crean una nueva arquitectura. Es una deconstruccion calculada, un sistema que al descomponer y recomeponer produce un nuevo orden, ejemplificado perfectamente en su (re)version a "Strangers in the Night", convertida aqui en un tema completamente diferente del original. Ahora, cuando la tecnologia musical alcanza niveles de santificacion, es aleccionador como Oxomaxoma consigue edificar un sonido original con un minimo de recursos, tan minimos que su presencia en el escenario denota pobreza. Pero si este rasgo propio de la opulencia primermundista para algunos es una limitante, al grupo le ha servido de catalizador. La voz, a falta de letras que cantar, se convierte en un instrumento; el trombatron -instrumento de percusion de excepcion- teje una intrincada pared ritmica que va mas alla del mero sosten de la estructura para articularse como contrapunto de la guitarra, mientras esta aprovecha los espacios para llenarlos con su sonido que lejos de solarzarse en demostraciones de virtuosismo, colabora para fortalecer el todo. Si antes hablamos de cierta "convencionalidad", probablemente oidos poco familiarizados con la experimentacion y la vanguardia encuentren Un difunto lleno de vida desconcertante, pues incluso cortes como "Laura C." (balada que perversamente se transforma sin perder su belleza primigenia), "El Club de los Desmayados" (con connotaciones blueseras) y "Sin boca y con los ojos negros" (cachonda por momentos), los dos ultimos grabados en vivo, estan rodeados de un halo de extraneza que repelen definitivamente o a traen instantaneamente. Y en esa jugada Oxomaxoma arriesga todo, sin preocuparse por las consecuencias, mas interesados en recorrer la senda de la creatividad y sin prestar atencion a minucias como la fama, un termino desconocido en su aventurado vocabulario. .