SECCION ESPECTACULOS PAGINA 40 BALAZO:SPEAKEASY CABEZA: EN EL ALA DE UNA NOCHE AGORERA CREDITO:SERGIO MONSALVO C. "Me ha topado con la rafaga, y yo con las alas marchitas", dijo Alberto Moravia alguna vez cuando hablo de su amor por una adolescente romana que lo trajo por la calle de la amargura. No obstante, la desventura ante lo aciago de un sentimiento incontrolable produjo para la literatura una obra inolvidable y llena de emotiva poesia: "¨Por que he de sentirme desolado? -escribio a un amigo-. En el fondo ella nunca sera mia; cuando mucho una ficcion, siempre una nina dorada, como foto de Lewis Carroll, pero i gualmente habra valido la pena vivir por el hecho de haberla conocido y amado". A conclusiones semejantes llego tambien Woody Allen, primero en la pantalla y luego en la turbulenta realidad posterior. Encarno al personaje de Isaac Davies en la pelicula Manhatta. En una escena, apesumbrado por sus recientes fracasos, se encuentra postrado en un sillon, con el microfono cerca de la boca, tratando de encontrar la inspiracion para escribir un cuento. En ese momento surge la pregunta: "¨Por que vale la pena vivir?", y enumerando lo importante para el aparecen la pieza "Potatohead Blu es" de Louis Armstrong y la cara de Tracey, una joven de 17 anos (personificada por Mariel Hemingway) con la que esta involucrado sentimentalmente y hasta ese momento se da cuenta clara de cuanto, y sale corriendo a buscarla, a enfrentar lo que el destino le depare. En la vida real Allen paso por un amor semejante y plenamente difundido. Jack Kerouac tambien se enamoro asi. Ella se llamaba Mardou Fox, una chica de sorprendente belleza y ojos que resplandecian con la energia que el escritor nunca habia visto en una mujer. Vagabundo paranoico y poeta desbordado, Jack elaboro toda clase de fantasias orgiasticas con ella: "...era tan cool, tan moderna, tan nueva -describio despues-, que debia poseerla, hacerla mia para siempre". Kerouac convirtio en fetiches sus pantaletas negras y las medias y liguero que lo estremecian. Estaba atrapado por esa lujuria de una manera tan intensa que provoco en ella un "miedo infantil, tan entranable, tan apetecible", que lo excitaba mayormente. Musitadas a media voz, y cada vez mas algidas, sus platicas le confirmaban cuanto la queria, pero tambien la distancia que habia entre ambos. Ella le parecia muy joven. Una noche, sentados en el Five Spot neoyorquino escuchando "Bluehawk" con Thelonious Monk, sintio el dolor del infinito separandolos. Se emborracho y la dejo ahi para siempre. El vampiro de la desolacion le dicto a la postre su version de la historia, una obra cuyo titulo seria Los subterraneos. En dichos pasajes de vida permea el espiritu amoroso, pero del mismo modo el sonido de los tiempos. El sonido existencial que ha acompanado a tales hombres en sus andanzas. ¨Cual seria entonces el de una historia actual, cotidiana? ¨Una que se desarrolle en las calles de esta ciudad entre un hombre y una teenager avida de reconocerse entre las lineas mas tenebrosas de Baudelaire? La respuesta se facilita si se escucha el disco Push del saxofonista Bill Evans (Lipstick Records, 1994). El nos co nducira hasta el interior de un antro noventero en donde el rave y el hip hop, el rap y el jazz conjuntados, voluptuosamente amalgamados, hablen de la ansiedad de la atmosfera, la oscuridad de las sombras vibrantes. La pareja, que comienza a interiorizarse, deambula por la pista frente al escenario aun vacio y a la espera; sube las escaleras hacia el primer piso, mientras en los bafles gigantescos retumba el tema "Night Wing" de Evans. "Me gusta lo que imagino en esa pieza, lo que humedece mis pensamientos", dice ella subiendo los peldanos, exhibiendo la aguja de sus botines, lo calado de sus medias y acariciando inconscientemente el tatuaje incrustado en su hombro. El esta enamorado de cada detalle y repasa para si el escrito que le quiere plasmar en la piel, un manifiesto de aval a la existencia: "El ala de la noche cine tu cuerpo/ sacudiendolo con sus podersoso trazos/ El oleaje de una musica/ corazon de tinieblas/ susurra por la carne exaltada al fuego/ Mio es lo nocturno de pupilas custodias/ Mia tambien la serpiente de los anos/ tanida de crisis lunar/ En las sombras gime un sax escurridizo/ la sirena escucha/ sus deseos en medio del temporal de notas/ madejas de suenos sin puerto cercano/ suenos como soplos de boca a la deriva/ por tu espalda/ barca en rio son los ojos/ que buscan atraparse entre mis oidos ansiosos/ donde vive pleno/ el sonido de tus aguas misteriosas". ¨Un preludio a la desolacion? .