PAG. 32 SECCION: INTERNACIONAL CINTILLO: COORDENADAS CABEZA: ISLAM Y MODERNIDAD (II) CREDITO: IKRAM ANTAKI La vuelta al Islam no se efectuo, como podriamos creerlo, en el campo desheredado y mayoritariamente analfabeta, sino en las universidades, donde los jovenes matematicos y cientificos descubrieron el inmenso vacio dejado por el marxismo y el materialismo historico. Emprendieron entonces una peregrinacion a las fuentes, en busca de una autenticidad capaz de oponerse a las agresiones del cosmopolitismo y de la modernidad. Ahi encontramos tanto las nostalgias rurales, como las pastorales y ecologistas, y la temporalidad de una religion que pretendia ser capaz de responder a unos problemas que ni el arabismo, ni el oocidentalismo, ni el marxismo habian resuelto. La modernidad habia inventado el individuo, concepto ignorado hasta entonces y la democracia. Aquella doble ruptura no ha tenido lugar en la civilizacion islamo-arabe. El lugar de Dios en la Ciudad, de la religion dentro del poder, de la estructura religiosa dentro del Estado, seguian siendo indiscutibles. Aquello era lo contrario de la modernidad y no podia llevar a la democracia. Aquello era, mas bien, una teocracia. Mientras tanto, la civilizacion industrial ofrecia al mundo, paralelamente a sus exitos, su rostro muecoso: desde el desmoronamiento de la familia, pasando por el feminismo la rebeldia de los jovenes, el consumo desenfrenado, el materialismo, el abandono del respeto a las tradiciones y los rituales, la desertificacion del campo y la urbanizacion salvaje, el delirio sexual y la droga..., hasta este optimismo aberrante e irresponsable que consistia en confiar en la supuesta sabiduria de los hombres. Frente a todo ello, el Islam ofrecia un concepto contenido en su semantica: la palabra significaba "sumision". Se trataba de hecho del enfrentamiento de dos concepciones metafisicas, aquella que incluye la libertad, y aquella que se somete al destino. No se trata aqui de nociones simples, como el deismo desenfrenado de los novatos cristianos que adhieren a las actas estadounidenses. "Solo eres aquel que recuerda, no eres aquel que rige" (Coran LXXXVIII, 21-22), dice el Creador al Profeta. El islam sunnita, ampliamente mayoritario, no conoce la institucion religiosa estructurada. Es lo que el orientalista Louis Massignon llamaba una "teocracia laica". Los Califas, no fueron, de ninguna manera, una "sombra de Dios sobre la tierra", y ninguna sociedad musulmana, con la excepcion pasajera de las sectas extremistas, se ha pretendido gobernada por Dios. Pero el Islam es a la vez la cultura y la religion, ambas ligadas a una situacion historica determinada. La formula consagrada "al din wal dunya" (literalmente: religion y bajo mundo) incluye una coordinacion. Entonces ¨que hacer? La modernidad es inseparable de la desacralizacion de las sociedades y de la democracia fundada sobre el individuo. Es de origen profano y se basa sobre el exito del liberalismo burgues en Occidente. Ha acabado por vencer a una iglesia que fue rebelde a sus ambiciones. La creencia en la supremacia de los derechos humanos se ha impuesto a traves del conflicto. Como los cristianos de ayer, los musulmanes de ahora se ven confrontados con la cuestion de la secularizacion. A finales del siglo XIX, los reformadores trataron de conciliar la fe con la razon. Pero su llamado a una vuelta a las fuentes ha hipotecado la posibilidad del nacimiento de un pensamiento abierto. Su derrota va a abrir la puerta a los populismos, cuyo nacionalismo no se apoyaba sobre la conviccion de la necesidad de la libertad del individuo frente al Estado sino, al contrario, sobre el sacrificio de las libertades individuales frente a los encantos de un Estado fuerte. El individuo habia comenzado a liberarse de las trabas familiares y religiosas. Los populistas lo devolvieron a la comunidad organica. La obsesion de la grandeza, pasando por encima de la busqueda de la libertad, y esta obsesion encontraba su alimento en una idealizacion neurotica del pasado. Haciendolo, manipulaba la religion y la historia, comprometiendo asi la aceptacion de las ideas emancipadoras de la modernidad. La cultura islamica, que ignora el ciudadano a provecho del fiel creyente, ha sacado su vitalidad del pozo de las derrotas de la modernidad. Las sociedades islamicas ofrecen hoy el ejemplo de una evolucion dirigida permanentemente hacia la accion colectiva y la regeneracion del Estado, hacia la solidaridad frente al exterior, en lugar del enriquecimiento interno. Su llamado concierne mas a la comunidad moral que a la sociedad civil. A finales del siglo XX, y mientras que el Occidente cristiano es victima d e conflictos internos que prohiben toda posibilidad de expnasion, no solo territorial, sino mas que todo espiritual, merced a sus debates internos, sus dudas y sus angustias, el mundo musuilman, animado por el proselitismo religioso, sigue extendiendose. Sus seguridades ejercen una influencia incontestable sobre una parte inmensa, no solo de los territorios historicamente conquistados en Asia y en Africa, sino tambien en Europa. Esta presencia toma rasgos que, a menudo parecen amenazantes. La realidad compl eja de la religion habia sido ocultada detras de la vision alarmista de la crisis medio-oriental. Hoy que esta parece resolverse, el Islam se pone a rimar con el fanatismo y este se amalgama con el terrorismo. Esta subversion deja de ser imaginaria para volverse real en los casos argelino, libanes, irani, afgano, etc... Lo veremos, caso por caso, en colaboraciones futuras. .