SECCION ESPECTACULOS PAG. 41 BALAZO: CARIBE„OS CABEZA: El son de Adalberto Alvarez CREDITO: ERNESTO MARQUEZ El son cubano tiene en Adalberto Alvarez al mas joven y valioso de sus creadores. Sus composiciones han conquistado a los bailadores de varios continentes, no solo a partir de las interpretaciones realizadas por los dos conjuntos fundados por el, Son 14 y el que dirige desde 1984, Adalberto y su Son, sino por las multiples grabaciones de sus obras hechas por famosas orquestas del ambito afroantillano. Entre las muchas agrupaciones y solistas que han recurrido al repertorio de Adalberto se encuentran: la Sonora Poncena (Cuestiones de amor, Soledad, Agua a la candela, El sonador, Como te quise yo), Juan Luis Guerra (A Bayamo en coche), Oscar DLeon (El son de Adalberto), Orquesta Impacto (Elena la cumbanchera), la Charanga Casino (Se quema la trocha), Willie Chirino (Tal vez vuelvas a llamarme), Roberto Roena (Son de la madrugada), Willie Rosario (Sera porque soy candela), Justo Betancourt (Si yo siempre he sido son), Ismael Quintana (Agua que cae del cielo) y Andy Montanez (Divina Silvia), quienes junto a las simpaticas bulerias de Fuego, bombero del grupo Plateria de Espana han hecho que este hombre sea el compositor cubano mas popular de la presente generacion. Originario de La Habana (1948), este pianista, arreglista y director de orquesta proviene de una familia de musicos, por lo que desde temprana edad fue miembro activo en las tertulias soneras que frecuentemente se daban en su casa. A su padre, don Enrique Alvarez, clarinetista y cantante de la orquesta Avance Juvenil, la mas importante de Camagey, lo visitaban muy seguido soneros de la talla de Arsenio Rodriguez, Felix Chappotin, Miguelito Cuni y otros que armaban tremenda descarga que el nino Adalberto di sfrutaba vivamente emocionado. Aprendio desde entonces a respetar la tradicion y a forjarse una idea de ese universo tan particular. Despues de participar en un sinnumero de agrupaciones camageyanas y de desistir en su intento por ser piloto aviador, Adalberto Alvarez marcho a La Habana para matricularse en la Escuela Nacional de Arte en la que estudio fagot, pues para piano (como era su deseo) no hubo plaza y ademas estaba pasado de edad. El fagot no constituyo ningun problema. Estudio ocho anos ese instrumento y despues de graduarse regreso a Camagey y se ubico como profesor de literatura musical en el conservatorio local, oficio que compartia con la direccion de la orquesta de su padre. Sus primeros pasos como compositor los dio con la orquesta Rumbavana. Tenia 15 o 16 anos, pero por la tematica de sus canciones, tan sobria y desacostumbrada en el son, la gente creia que se trataba de una persona adulta. Los textos de sus canciones, aunque revestidos de una lirica costumbrista, procuraban ir mas alla de la trivia, mas alla de formulas preconcebidas. Y aunque le reprochaban lo extenso de su textos ("parecen periodicos"), reconocian en ellos una busqueda por trascender. Cuando sus canciones empezaron a ser populares en Cuba fue instado por su padre y algunos amigos a que dejara de servir a otros e hiciera una orquesta donde ventilara todas sus ideas. Le decian que aprovechara mas su talento, que no permitiera que otros se hicieran famosos gracias a sus composiciones. Adalberto se mantuvo indeciso por un tiempo, no se sentia aun con autoridad para saltar a la escena. Por lo que se refugio en la composicion. En ese estado se mantuvo dos anos. Tiempo en que surgieron las melodias y canciones que dentro de poco Cuba entera estaria bailando y cantando. Un buen dia, intempestivamente agarro cinco elementos del Avance Juvenil (cuatro trompetas y un trombon) y partio a Santiago de Cuba en busca de la gente necesaria para formar la esperada orquesta. "Vamos a hacer son pero de acuerdo con nuestra epoca", afirmo con entusiasmo y muy pronto completo la nomina que en definitiva llego a los 14, por lo que se llamaron Son 14. El Instituto Cubano de Radio y Television (ICRT), de Santiago, le brindo su apoyo, y el 11 de noviembre de 1978 aparecio en publico "el incontenible" Son 14. Su primer evento fue un baile multitudinario en Santa Ursula, area recreativa de la capital oriental. Alli los conocio el prestigiado pianista Frank Fernandez, quien percibio en ellos un proyecto original y tonificante a la musica cubana, porque aunque sonera, la orquesta no estaba cenida a insustanciales corrientes ni a un tratamiento chabacano del ge nero. El afamado concertista entablo buena amistad con el director del Son 14, a quien le descubre una personalidad abierta a la experimentacion y a la vez "un talento genuino de preparacion academica que recoge el lirismo de la trova tradicional y destaca inteligentemente la bravura del son montuno", como expreso a las autoridades de la Egrem (la casa grabadora de La Habana) en su posterior recomendacion. El despegue de Adalberto Alvarez hacia una sostenida popularidad se da desde su primer disco: A Bayamo en coche (79), una especie de locura nacional que hizo que Son 14 se escuchara hasta en los rincones mas imposibles de la isla. El disco es una excelente muestra del talento de Alvarez. En el, el joven compositor logra conseguir un equilibrio muy justo entre los elementos constitutivos de la obra. En sus canciones esta presente lo mejor de la tradicion criolla. Sus sones brindan con frescura ejemplo de cubania. En algunas ocasiones resultan vinetas cargadas de humorismo y sabrosura; en otras nos lleva de la mano por calles conocidas o ignoradas, pero reales, sentidas en habitos y peculiaridades. El lenguaje armonico en esta obra no es otra cosa que la muestra de una apertura hacia todas las tendencias de la musica contemporanea. Por eso es muy importante este primer disco, porque refleja lo que hara en el futuro Adalberto y porque representa un parteaguas en el quehacer sonero de Cuba. Cinco anos permanece al frente de Son 14 y durante ese tiempo logra hacer dos discos continuadores de la linea iniciatica: Son como son (81) y Adalberto Alvarez presenta Son 14 (82). No resulto facil para Adalberto separarse de su proyecto, pues sentia que aun le faltaba mucho por desarrollar. Pero el caso es que al ser una agrupacion con dos sedes (La Habana y Santiago de Cuba) la convivencia de los integrantes con sus respectivas familias cada vez se veia impedida, por lo que despues de una extensa gira europea la porcion de Santiago decidio separarse para quedarse en su region formando Adalberto con los musicos habaneros el grupo que hasta la fecha dirige. No tardo Adalberto y su Son en imponerse en el gusto del publico. Una pieza del LD inicial, Esperando que vuelva Maria, se erige como todo un acontecimiento en el verano del 84. La banda de Adalberto muy pronto rebasa a su antecesora que, por cierto, tenia iman en la presencia del cantante Eduardo Morales Tiburon, pero carecia de repertorio, pues era precisamente Adalberto quien nutria de cosas nuevas a la agrupacion. Aparentemente la personalidad tonal de la nueva orquesta de Adalberto Alvarez es herencia del Son 14. Y se podria pensar eso, ya que en aquella volco la mayoria de sus inquietudes e iniciativas musicales eludiendo las analogias, incluso, con otros colectivos como Rumbavana, pero la separacion la plantea un nuevo desafio y con la amplitud de criterio que le caracteriza modifica el formato logrando un timbre distintivo y conservando el anejo sabor del son cubano. Con el fin de aprovechar de manera plena cualquier posibilidad ritmica o melodica sin desmerecer sus cualidades probadas, utiliza ahora dos trombones, emplea un tres o incluye una bateria programada y sintetizadores; mantiene las trompetas acostumbradas, el bajo y el piano en las cuerdas, ademas del bongo y la tumbadora en la percusion. Es curiosa la manera en que trabaja, pues al mismo tiempo que innova hace una musica tradicional de anejo sabor que destaca por su contemporaneidad. Independientemente de lo que piensen algunos ortodoxos de la musica sonera, Adalberto anda preocupado por como llegar a los gozones fuera de Cuba sin tanto ropaje acartonado y rigido. "No quiero -expone Adalberto- llegar a los extremos, ni mucho rebusque, ni muy cursi, mantener lo que digo en una de mis ultimas composiciones: Porque nuestro son nos pide con urgencia/ que a cada cancion con el corazon/ le emprendamos la dulzura de la cana/ nuestro ritmo inconfundible en el tambor". Hasta la fecha han salido a la venta cinco discos de Adalberto Alvarez y su son, sin contar con los grabados que respalden a algunas de las mejores voces femeninas de Cuba, como Omara Portuendo, Celina Gonzalez, Argelia Fragoso o Gina Leon, con quien realizo un esplendido album de boleros. Acostumbrado al reconocimiento publico, Adalberto ve como algo comun que en las giras por el extranjero su musica tenga buena acogida. En Sevilla, Espana, alterna con Eddie Palmieri ante un conglomerado de mas de 30 mil personas; en Colonia, Alemania, asiste a un evento de reunificacion y logra contagiar de bullangueria a ese publico; en Santa Catarina de Las Palmas se presenta con exito ante 80 mil almas; en Zurich, Suiza, convence a un publico poco acostumbrado a estas manifestaciones musicales. Pero lo mas significativo para Adalberto y su son ha sido haber compartido escenario con Oscar Peterson, Miles Davis, Al Jarreau y Manhattan Transfers, entre otros grandes del jazz, en el Jazz North Sea de la Haya, Holanda, ya que siendo una orquesta eminentemente de baile resolvieron el compromiso y se revelaron como una banda de concierto. El trazar perspectivas mas ambiciosas para el son y el impedir su estancamiento es algo que todos aquellos que sientan apego por el viejo y saltarin ritmo le deben de agradecer al maestro Adalberto Alvarez. .