SECCION CULTURA PAG. 36 CABEZA: CREDITO: Entre la escritura y el cine, este neoyorquino multifacetico dejo en medio un titulo en psicologia, el cual se habia pagado trabajando primero de asistente en un asilo y mas tarde como empacador de carne para una fabrica de salchichas. La relacion con el medio cinematografico llego a traves del imprescindible productor/director Roger Corman, quien le sugirio escribir guiones. En 1980 debuta realizando de manera independiente Return of the secaucus seven, pelicula que forma ya parte importante de los testimonios culturales de la generacion de los setenta; la cual servira posteriormente a Lawrence Kasdan para la elaboracion de Reencuentro (The Big Chill). A sus 44 anos, Sayles es uno de los ultimos cineastas intelectuales de su pais. Esa curiosa especie que ano con ano ha venido anunciando su extincion. Se le podria ubicar junto a Robert Altman, aunque su estilo es mas parecido al del excepcional John Cassavetes. Como la obra de estos, la del autor de Baby its you (1983) tambien esta encaminada a observar los laberintos del hombre de su tiempo. En ellos ha detectado los fragiles sustentos del matrimonio y la experiencia lesbica en Lianna (1983); el universo de grupos en lucha permanente: los obreros de Matewan (1987) y los deportistas de Eight men out (1988); las relaciones de poder dominado/dominante en la vida cotidiana (Passion fish, 1993), y en la politica (City of Hope, 1991), o el cosmico sentimiento de no pertenencia (El hermano de otro planeta, 1984). John Sayles no solo dirige, escribe, edita y produce sus propias peliculas, tambien se reserva para si la interpretacion de pequenos papeles. Y no lo hace mal; prueba de esto es que algunos de sus amigos cercanos como Joe Dante o Jonahattan Demme lo han requerido en mas de una ocasion como actor. Su tarea de guionista fue, desde el principio bien recibida y aceptablemente pagada. A el debemos historias tan disfrutables y divertidas como Aullido, Alligator, Pirana y Batalla mas alla de las estrellas, en las que ha dejado muestra de su exquisita ironia, pues cuando se trata de jugar, nadie lo hace con mas inteligencia. A la hora de hablar en serio, Sayles prefiere una mayor independencia, un refugio privado que lo separe de compromisos comerciales o tendencias. Su experiencia como escritor y su formacion de psicologo le han dado el tono justo para poner en boca de sus actores dialogos que suenan espontaneos y llenos de verdad. Los personajes suelen ser trazados con sencillez pero sabiamente acentuados, con texturas esenciales y triviales, como oscuros reflejos del alma del norteamericano actual. .