PAG. 44 SECCION: ESPECTACULOS CINTILLO: 47 EDICION CABEZA: LOCARNO, ESCAPARATE DE NUEVOS TALENTOS CREDITO: LEONARDO GARCIA TSAO En sus primeros dias, la 47 edicion del Festival Cinematografico de Locarno ha confirmado por que es considerado el mas grande de los festivales pequenos (o el mas pequeno de los grandes, como se prefiera). Bajo la direccion de Marcus Mller, en su tercer ano al frente, la competencia de Locarno se ha definido por apostarle a los nuevos talentos y a cinematografias surgientes. La diferencia con otros certamenes como Cannes o Berlin, es que aqui no se tiene referencia alguna sobre los directores o las pe liculas en concurso. No hay antecedentes o reputaciones que cuidar. La sorpresa es, pues, muy agradable cuando uno se encuentra con obras que prometen la presencia de autores interesantes, como ha ocurrido en varios casos. La mas notable hasta ahora ha sido Ermo, del chino Xiaowen Zhou, una pelicula que guarda cierta similitud con La historia de Qiu Ju, del prestigiado Yimou Zhang. Igualmente, la protagonista titular es una compesina necia y voluntariosa que pone todo su empeno para ver cumplido su objetivo: en este caso, comprar una television mas grande que la de los vecinos. Zhou introduce sutiles elementos de critica social dentro de un relato muy bien filmado, con abundantes toques de humor cruel. Como otro ejemplo de un cine asiatico cada vez mas consistente, se exhibio Keusome Kakosipta (Hacia la Isla de las Estrellas), cuarto largometraje del sudcoreano Kuang-Su Park, donde narra como varios habitantes de una isla, en los cincuenta, entran en conflicto por la guerra con los comunistas. Aunque desigual y a veces confusa, la cinta contiene momentos inspirados de lirismo poetico, a la altura del cine japones clasico. Por otra parte, la primera de dos concursantes iranies, Abadani Ha (Los abadanios), de Kiyanush Ayyari, ha hecho una parafrasis de Ladron de bicicletas, el clasico neorrealista de Vittorio de Sica, en su relato de un emigrante abadanio que sufre el robo del auto con el que se gana la vida. En esta especie de Ladron de carcachas, la accion se concentra en los esfuerzos del hombre por recuperar su auto, en compania de su hijo solidario, entre deshuesaderos y mecanicos transas. Si b ien varias de las situaciones son citas directas del antecedente italiano, Ayyari consigue un tono de dramatismo propio que describe las dificiles condiciones universales del tercer mundo. Salvo detalles como el idioma o el estado de guerra, la pelicula bien podria transcurrir en Iztapalapa. Uno de los mayores atractivos de Locarno, el segundo festival mas viejo del mundo (despues de Venecia), son sus proyecciones nocturnas al aire libre en la Piazza Grande. Con una pantalla gigante (mide 26 metros de largo por 14 de ancho) y cupo para siete mil espectadores, este es un espacio privilegiado donde se recupera la magia colectiva de ir al cine. Bajo un ambiente festivo digno de un espectaculo en vivo, los habitantes de esta pequena ciudad suiza acuden en masa a la Piazza Grande para ver cine bajo las estrellas. Desde luego, son los largometrajes hollywoodenses los que despiertan la mayor atencion. Hace unos dias casi se lleno con la proyeccion de Velocidad maxima. Para mala suerte del festival, el pasado fin de semana la lluvia provoco un cambio en el programa -que no es competitivo, por cierto-: Rouge (Rojo), tercera parte de la trilogia Tres colores de Krzysztof Kieslowski, se exhibio hasta la medianoche, mientras que Muriels Wedding (La boda de Muriel), horrible cinta australiana de P. J. Hogan, cambio su proyeccion al Fevi, el inmenso galeron (caben 3 500 espectadores) donde pasan los filmes de concurso. La mayor parte de ese programa nocturno ya se ha visto en Cannes, pero vale la pena repetir algunos titulos por la experiencia de la Piazza Grande. .