SECCION CULTURA PAG. 41 CABEZA: CREDITO: Con un excelente olfato de ensayista, cita Victor Toledo esta atinada observacion en las primeras paginas de su libro El aguila en las venas, subtitulado Neruda en Mexico, Mexico en Neruda, y editado por el gobierno del estado de Puebla. Se trata de un texto bien documentado, con abundante bibliografia, y que resulta del mayor interes para los estudiosos del tema. Su amenidad, de otra parte, lo hace asequible a un numeroso ambito en observaciones y considerandos muy personales del autor sobre la figura del poeta chileno y su epoca dentro del marco literario mexicano. Por cierto que Victor Toledo, con una modestia que le honra, -rara avis en el gremio- declara en el prologo que su libro (...) "no pretende mas que ensayar una cronica, un anecdotario, una recopilacion de materiales perdidos, una antologia de textos vertidos al montaje y al collage ilustrativos". Si, ciertamente es eso este libro y no es poco dado que el ensamblaje esta hecho con buena perspectiva y argamasa y los materiales de acarreo son tan fidedignos y adecuados como, en muchos casos, de primerisima mano. Pero ademas, y como apunte unas lineas adelante, de vez en cuando Toledo mete su propia cuchara en la sopa, con muy buen tino, y hace oportunamente y bien: trata a los personajes y personajillos de su historia sin acrimonia, pero sin eludir situaciones inexcusables, felonias y grillas tenebrosa s, senalando por igual a tirios y a troyanos. Coloca a cada quien en su lugar; en su sitio historico. Esto requiere de honestidad profesional, conocimiento del tema y objetividad, caracteristicas que se encuentran relevantemente en el libro que nos ocupa. Desde las primeras paginas del texto, Victor Toledo se aboca a una cuestion batallona en la historia moderna de la literatura mexicana: la antinomia entre Pablo Neruda y su movimiento de poesia comprometida y Octavio Paz, conjuntamente con el grupo de los Contemporaneos. En su primera declaracion, recogida por la revista Letras de Mexico, Pablo Neruda, despues de un amable exordio en el cual adelanta que hay en Mexico grandes poetas, y manifestar su deseo de que los poetas chilenos tuvieran, al igual que los mexicanos, "esa peculiaridad que radica en la forma", afirma contradictoriamente que su mision como poeta es la de perseguir, "deshacer la forma que es propia de Mexico". Estas poco afortunadas palabras, vertidas con plena conciencia e intencion, crearon, detalla Rodriguez Monegal, una dificil tension; resultaba obvio que los poetas mexicanos habrian de recibir el mensaje del nada diplomatico Neruda, a la sazon consul general de su pais para mayor inri, en el sentido de que los poetas mexicanos se quedaban en puros formalistas. Sin embargo, y como anota sagazmente Victor Toledo, si bien Neruda "hizo lo que quiso en la poesia", tambien, y no se tome como paradoja, (...) "hizo lo que no quiso: cultivar la forma; es decir, su ambicioso proyecto le forzo a buscar todas las formas posibles para su capaciadad tecnica, y queriendo romper la forma la enriquecio e incluso la violo". Esta escision entre Neruda y los poetas mexicanos habria de acentuar mas el sectarismo grupal y de compromiso politico del gran poeta chileno. Y fue asi hasta el punto de hacer en una entrevista, en 1943, afirmaciones tan peregrinas como la de que lo mejor de Mexico esta en sus ingenieros agronomos () y sus pintores. Ademas formulo una gratuita acusacion sobre la falta de moral civica y la desorientacion de sus poetas claramente se referia a los Contemporaneos, y para mas lujo se permitio el idem de citar c omo novelistas mexicanos, con una total amnesia de revelantes narradores, a Juan de la Cabada, Ermilo Abreu Gomez, Jose Revueltas y Andres Henestrosa sus cuates, meritos literarios aparte para pasar revista en ultimo termino a los ensayistas, a los que puso como rabo de cochino afirmando que el ensayo "habia sido maleado por una generacion anemica". A estas aventuradas declaraciones contestaron algunos de los escritores "damnificados". Entre estos Octavio Paz, el cual quizas se paso de tueste al calor del momento, pero tambien es verdad que puso los puntos en algunas "ies", no en todas. Para terminar, con una sincera recomendacion a la lectura de El aguila en las venas, vuelvo a la cita que figura en el principio del libro. Creo, con Jorge Cuesta, que en la consideracion del arte en si mismo esta la mas pura revolucion del hombre, la mas integral y valida. Supuestamente, la unica. .