PAG. 9 SECCION: INF. GRAL. CINTILLO: CULPAN A LAS COMPUTADORAS POR NO INGRESAR A LA UNIVERSIDAD CABEZA: ESTUDIANTES RECHAZADOS BLOQUEARON EL AUTOBUS DE EZP CREDITO: ARTURO ZARATE VITE MORELIA, Mich., 12 de agosto.-"¨Donde esta don Luis?", pregunto Lievano Saenz al descender del autobus, cuando el ambiente se tornaba tenso por la actitud de estudiantes "rechazados" que protestaban a ocho metros, aproximadamente. El camion se habia detenido unos segundos despues de haber iniciado su marcha, porque faltaba don Luis, el padre de Luis Donaldo Colosio. Habian transcurrido ya tres minutos y no aparecian ni don Luis ni el secretario particular del candidato, quien fue a buscarlo. Los estudiantes, atras del barandal, gritaban: "Queremos educacion! Solucion a nuestros problemas! Duro! Duro! Chiflaban el tema maternal que a nadie le agrada que se lo dediquen. Continuaban las protestas de los estudiantes que no pasaron su examen para ingresar a la universidad de Michoacan. Poco mas de un ciento de muchachos se habia instalado a una cuadra del lugar donde se llevo a cabo el cierre regional del PRI, en la Plaza de Armas. Los estudiantes estaban sobre la avenida Madero, con sus cartulinas y leyendas de inconformidad. Repartian volantes. Estaban parados sobre bancas que habian atravesado en la calle. Estaban molestos por que no pasaron el examen y le echaban la culpa a una maquina, a la computadora, que "es la que obedece las ordenes externas en favor de ciertas personas y niega el desarrollo profesional a una gran mayoria", reazaba uno de los volantes. Consiguieron hacer a un lado el primer cerco y avanzaron hacia el lugar donde se encontraban los priistas. El candidato presidencial Ernesto Zedillo ya habia terminado su discurso y se despedia de la gente que se encontraba en la valla, bajando el templete. Lo hacia de mano. Recibia cartas. Los estudiantes llegaron hasta el segundo cerco, a unos cuantos metros del autobus del candidato. El personal de seguridad local, quien cuidaba que el barandal se mantuviera en su lugar, se alarmo, se angustio, sin saber que actitud asumir. "Calma! Tranquilos!", les indico un oficial del Estado Mayor y lograron conservar la calma las cuatro personas, vestidas de civil, sin armas, que cuidaban que nadie pasara ese barandal, salvo los que portaban gafete. "Tranquilos! Tranquilos! En que quedamos!", se decia a los estudiantes que se disgutaban porque se les tomaban fotos. Los reporteros graficos hacian su labor. Los jovenes empujaban el barandal y seguian gritando. Zedillo interrumpia los saludos para dirigirse a su autobus. Avanzaba el camion. Unos cuantos metros y se detenia. Descendia de la puerta delantera Lievano Saenz, para buscar a Don Luis. Transcurridos los tres minutos, el autobus reanudo su marcha lentamente. Se abrio la puerta de atras. Se asomo el doctor Mario Madrazo Navarro. Buscaba con la mirada, desde el estribo, a don Luis y a Lievano. Quien habia hecho el papel de maestro de ceremonias, el que aseguraba que se habian juntado 75 mil priistas y minutos despues 100 mil personas, desde la tarima todavia en el templete, trataba de tranquilizar los animos: "los michoacanos somos gente de orden y disciplina, gracias por el orden". "Ahi vienen! Alto! Alto!", era el grito del doctor del candidato. Habia descubierto ya a don Luis y a Lievano, quienes caminaban rapidamente hacia el autobus. Don Luis se habia retrasado por los saludos de la gente. Subio por la puerta delantera, seguido del secretario particular del candidato, y el autobus siguio su camino. Se alejo de la Plaza de Armas. Los estudiantes tambien se retiraron, no sin antes destruir propaganda del PRI, tres "pasacalles" que estaban en la avenida Madero. Retorno la tranquilidad. El incidente duro menos de diez minutos. Se registro despues de que los priistas concluyeron su reunion, el cierre regional de la campana de su candidato presidencial, Ernesto Zedillo. El acto habia transcurrido como estaba previsto, en orden, con mucha gente en la Plaza de Armas y sobre la larga avenida Madero. Se manejaban diferentes cifras. El secretario general del PRI en el estado, Jaime Mares, sostenia que eran 70 mil priistas. Tambien se escuchaban voces que hablaban de 40 a 60 mil. El maestro de ceremonias, al principio de la reunion, dijo 75 mil priistas. Al terminar 100 mil "y el dia de la eleccion se multiplicara esta cifra". Juan Arvizu, el cronista de El Universal, quien habia llevado los binoculares, le decia a este reportero que habia gente desde la Plaza de Armas hasta mas alla de la llamada "iglesia de las Monjas". Mucha gente. Los priistas, los organizadores, daban por hecho que Ernesto Zedillo habia juntado mucho mas gente que Cuauhtemoc Cardenas, al que le manejaron en su momento 50 mil personas en medios de comunicacion de circulacion nacional. Ernesto Zedillo, en su discurso, se comprometia con los michoacanos. Recordaba frases de Benito Juarez y Melchor Ocampo. Lo hacia en un estado que ha sufrido la intranquilidad politica. De Juarez: "Nadie tiene derecho de apelar a las armas para resolver las cuestiones electorales". Tambien: "Es un deber de todos escoger y respetar el fallo de las mayorias. De Melchor Ocampo: Hablandonos y no matandonos es como debemos entendernos! Eran frases que llegaban hasta los oidos de los estudiantes que se encontraban a una cuadra, jovenes que tambien escuchaban el compromosio de Zedillo de privilegiar el dialogo, porque asi lo quieren los priistas. Se lo habia preguntado a los michoacanos, desde la tribuna. ¨Estan ustedes de acuerdo que los partidos tengamos dialogo? Siii! ¨Que nos respetemos? Siii! ¨Que no nos veamos como enemigos? Siii! ¨Que todos trabajemos para el mismo proposito? Siii! Apoyado en ese mandato, Zedillo se comprometia a mantener siempre abiertos los canales del dialogo, a respetar al adversario y entenderse por encima de las diferencias, por el bien de Mexico. Hablo de dialogo y mas dialogo en un estado donde los perredistas son competencia. .