PAG. 7 SECCION: INF. GRAL. CINTILLO: ECOLOGIA CABEZA: ¨Partido ecologista en Mexico? CREDITO: Gabriel Quadri de la Torre Puede resultar inexplicable para nuestros generosos lectores que durante la larga y azarosa campana electoral que hemos vivido, en esta columna hayamos omitido virtualmente todo comentario al llamado Partido Verde Ecologista de Mexico, que, al menos en principio, debiera habernos ocupado con alguna regularidad. Trataremos en esta colaboracion, tal vez un poco tardia, explicar y justificar la omision, que ha sido, sin duda, deliberada. En las ultimas dos decadas diferentes partidos ecologistas europeos se ha anotado avances y presenciasw electorales politicamente significativas, principalmente en Alemania, y en menor medida en Francia y Gran Bretana. Recordemos que en Francia, el ultimo proceso electoral arrojo una votacion total de cerca del 12 por ciento para dos partidos ecologistas tomados en conjunto, aunque despues de este logro se hayan desdibujado por su incapacidad de integrar politicas y actuaciones parlamentarias coherentes. En Gran Bretana, en las elecciones para el Parlamento Europeo de 1989, el Partido Verde de ese pais casi capto el 15 por ciento de las preferencias electorales; desafortunadamente para ellos, tal desempeno electoral no pudo traducirse en una presencia mas permanente y solida en las instituciones politicas britanicas. En Alemania la situacion ha sido un tanto diferente. Los Verdes Alemanes constituyen el partido ecologista mas grande, que ha llegado a mantener de manera consistente, con algunas ausencias, una participacion activa, incluso protagonica, en ciertos momentos y estados o Lnder de Alemania. Cabe reconocer que, independientemente del peso especifico que le otorga un porcentaje determinado de votos, que puede variar con las circunstancias politicas coyunturales, los verdes en Alemania han sido un potente catalizador que ha llevado a la sociedad y a los partidos tradicionales (Socialdemocracia, Liberales y Democracia Cristiana), a adoptar posiciones ambientales muy avanzadas, cosa que ya hemos tratado de documentar en esta columna. Recientemente, con el derrumbe del muro de Berlin y con la reunificacion de Alemania, los Verdes de ese pais han encontrado un nuevo horizonte de crecimiento y representacion de intereses, al vincularse con la Alianza de Movimientos Ciudadanos de Alemania del Este. Esto, contradictoriamente, aunque les otorgo nuevas oportunidades tambien les impidio aprovechar la circunstancia de la reunificacion al marginarse del proceso por razones ideologicas. La fusion entre los Verdes y la denominada Alianza 90 incremento la militancia del partido y le inyecto a este un nuevo espiritu de realismo y pragmatismo, algo que buena falta le hacia, dada la deriva politica en que se debatieron por la gran influencia de corrientes ecologistas de un tinte muy fundamentalista e izquierdoso. Si los resultados de las elecciones en Hamburgo en 1993, que les permitieron recuperar posiciones y prestigio, gracias a nuevas alianzas, se conservan, seria posible augurarle a los Verdes alemanes una nueva etapa de desarrollo politico, similar a la experimentada a principios de los 80. Esto, especialmente si se toma en cuenta que el resurgimiento de los partidos extremistas de derecha, impondra la necesidad de nuevas coaliciones y equilibrios entre los Verdes y los partidos tradicionales, algo que podria convertirlos en el fiel de la balanza politica. No solo en Alemania, sino en todos los paises donde los Verdes han logrado insertarse con seriedad y permanencia en las instituciones politicas, estos partidos ecologistas han presentado caracteristicas un tanto atipicas. Generalmente se integran a partir de una constelacion muy diversa de grupos, que han tenido y conservan su vida propia independiente, tanto a nivel local como con respecto a ciertos temas o intereses. Esto es, se trata de verdaderas coaliciones de organismos de lucha ambientalista local y de entidades mas desarrolladas regional o nacionalmente que abordan topicos o problemas tan vastos como lo pueden ser la energia nuclear, el urbanismo alternativo, la solidaridad con el tercer mundo, las mujeres y las minorias, las llamadas tecnologias apropiadas, la conservacion de especies o de ecosistemas, cooperativas de produccion y consumo, y la vida comunitaria rural o en barrios urbanos. Desde luego que en estas coaliciones juegan un papel fundamental sus propios intelectuales organicos, como lo han sido en su momento Rudolph Bahro, Michel Bosquet, Petra Kelly, Dominique Simmonet, etcetera, quienes realmente hicieron aportaciones, en su momento tambien, que no es posible desdenar, ya que nutrieron importantes franjas de identidad ideologica y politica entre las sociedades de aquellas naciones, y que, finalmente, han permitido la existencia y supervivencia de estos partidos. Queda claro que los partidos ecologistas, para realmente serlo, requieren de una construccion muy peculiar, donde bloques de diferente tamano, color ideologico, alcance nacional o regional, e intereses muy diversos, se coaligan para integrar un frente electoral que pueda darles representacion parlamentaria. En ello ha radicado la autenticidad y resilencia de esos partidos, pero tambien su debilidad e incapacidad para acceder a niveles mas altos de responsabilidad y representacion politica. Es notable que a pesar del explosivo crecimiento de la conciencia ambiental en los paises europeos y de la gran sensibilidad de la opinion publica a los temas ecologicos, el desarrollo politico electoral de los partidos ecologistas haya sido relativamente limitado. Esto lo podemos atribuir a varias razones. En primer lugar aparece su caracter de coaliciones mas o menos laxas, donde se ventilan y procesan intereses tan disimbolos, que los hacen inestables. En segundo lugar esta el hecho de que carecen, en ge neral, por su propia estructura y por sus principios y preferencias ideologicas, de dirigencias claramente establecidas y de cuerpos jerarquicos funcionales, que les permitan tomar decisiones rapidas y eficientes; esto les resta adaptabilidad y los convierte en organismos amorfos de dificil movimiento. Por ultimo, y quiza la razon mas importante, es que los partidos tradicionales en Europa han logrado incorporar de manera muy exitosa las demandas ambientales de la sociedad, articulandolas con otras de carac ter economico y social mas coherente y operativas, algo de lo que tambien hemos hablado en esta columna. De hecho, tres paises donde la conciencia ambiental y la intensidad de las preferencias sociales en favor de reinvindicaciones ecologicas es mucho muy superior a lo habitual, como es el caso de Suecia, Noruega y Dinamarca, la presencia de los partidos ecologistas apenas ha sido marginal. Con estas referencias, podemos entender el significado y el alcance del Partido Verde Ecologista de Mexico, asi como sus posibilidades reales en las elecciones de la semana proxima. Primero; este partido no surge de ninguna coalicion de organizaciones legitimas ya existentes; es producto de la intervencion ostensible de personal de Bucareli (como Jorge Fernandez Menendez lo ha documentado en este diario). Segundo: en ese partido, salvo su fundador, presidente y candidato, no milita ningun conservacionista o ambientalista, o academico o investigador conocido, no se diga reconocido. Tercero: no se le conocen textos o planteamientos, al menos equiparables a los de muchos grupos u organizaciones ocupadas de temas ambientales en Mexico, en fin, carece de ideas atendibles, su candidato se limita a comentar la prensa del dia anterior. Cuarto: aunque es evidente que no sufre las desventajas de la diversidad organizativa y politica, y la heterogeneidad que plaga a los partidos verdes europeos, carece de consistencia ideologica y de contenidos programaticos. Y, quinto: los verdaderos partidos con presencia nacional PRI, PAN y PRD, especialmente el primero, han internalizado las banderas ambientalistas, quitandole toda ventaja comprativa politica al Partido Verde Ecologista. Esperamos que este partido, creado en la mejor tradicion de los partidos paraestatales, junto con los otros que son herencia triste de un sistema politico anquilosado (que hoy se renueva con sorpendente rapidez), dejen de distorsionar el mercado electoral, al perder su registro por no alcanzar los porcentajes minimos de votacion. Asi sera. Con elecciones transparentes y competidas como las que se avecinan, los ciudadanos mexicanos no se dejaran sorprender por coartadas publicitarias. .