PAG. 12 SECCION: INF. GRAL. CABEZA: Riesgos y Oportunidades de la Cumbre de Miami CREDITO: Francisco Correa Villalobos * Los detalles del temario son objeto de consultas a varios niveles de gobierno desde principios de este ano entre los paises convocantes e invitados y, aunque los detalles de la agenda se mantienen a buen resguardo de la opinion publica, algunos aspectos generales de la misma han trascendido. Un discurso pronunciado en marzo pasado por el consejero para asuntos latinoamericanos del Consejo Nacional de Seguridad, Richard Feinberg, nos da una idea de los objetivos que persigue el gobierno norteamericano con la Cumbre. Aqui me referire unicamente a los que estarian comprendidos bajo el encabezado de politica y que incluyen los siguientes: promocion de la democracia, proteccion de los derechos humanos, promocion del crecimiento economico y atencion a la agenda social de los paises latinoamericanos y del Caribe. De estos temas basicos se desprenden otros de profunda trascendencia, como son el concepto de "buen gobierno", la cooperacion contra la corrupcion, una mayor participacion de la sociedad civil a traves de las organizaciones no gubernamentales (ONGs), reformas y fortalecimiento del sistema judicial, trafico de indocumentados, narcotrafico y la defensa colectiva de la democracia. Algunos de estos temas tocan muy cerca a las fibras mas sensibles de una sociedad latinoamericana cada vez mas participativa en los asuntos publicos y menos tolerante ante el autoritarismo, la imposicion, el fraude, la corrupcion y la violencia politica. No cabe la menor duda de que, por ejemplo, si bien no todos los gobiernos cooperarian con gusto en el combate a la corrupcion, la inmensa mayoria de las ONGs aprovecharian todo resquicio que se abriera para crear una red internacional de vigilancia estrecha sobre la conducta de los funcionarios publicos, que ademas tendria al menos el apoyo ostensible, aunque no incondicional, del gobierno norteamericano. Para muchos paises ello representaria un avance saludable en el control de la cosa publica por la sociedad. Sin embargo, las ventajas no deberian ocultarnos los enormes y graves riesgos que ello entrana. Uno de ellos es que la promocion a nivel intergubernamental de las ONGs contribuiria a acentuar la tendencia, cada vez mas fuerte en los paises del area, incluyendo a Mexico, a ver al gobierno y a las asociaciones civiles norteamericanas como especie de instancias superiores a los gobiernos latinoamericanos, a las que es posible acudir en queja o peticion para buscar soluciones a cuestiones eminentemente internas. El interes del gobierno norteamericano en promover esta tendencia es por demas obvia, porque a traves de la accion de las ONGs de las que no todas estan integradas o dirigidas por individuos con una clara conciencia politica tendria un poderoso instrumento de legitimacion y de presion politica. La ampliacion de la participacion de la sociedad civil es irreversible en Mexico y el resto de America Latina, y esto hace de las ONGs una cuestion de dificil solucion para establecer un cierto equilibrio. Al menos mientras estas no asuman una actitud mas participativa en cuestiones de caracter interno norteamericano que afectan a los paises latinoamericanos, como, por ejemplo, la xenofobia, la explotacion de indocumentados, el consumo de enervantes, el trafico ilegal de armas, etcetera. El trafico de indocumentados y el narcotrafico representan otros temas de doble filo, pues si bien afectan intereses de los paises latinoamericanos, lo cierto es que a menos que se aborden sobre la base de la responsabilidad compartida, el gobierno norteamericano insistira en echar la carga de la solucion a estos problemas a los paises al sur del rio Bravo. En el problema del trafico de indocumentados la responsabilidad seria unicamente de los paises pobres del continente. Pero aqui, como en otros casos, los intereses norteamericanos contradicen sus declaradas buenas intenciones. Las olas de indocumentados solo pueden detenerse con medidas policiacas violatorias de los derechos humanos o aumentando las fuentes de trabajo en los paises expulsores. Las primeras son reprobables y en todo caso politicamente inconvenientes como lo demostraron los casos de los chin os y cubanos que llegaron a las costas de Mexico mientras que las segundas tomarian anos, en el mejor de los casos, antes de que se reflejaran en una disminucion de los flujos migratorios. Pero el trafico de indocumentados no puede ni debe desligarse de la responsabilidad que corresponde a las autoridades norteamericanas en el combate eficiente a la explotacion y en ocasiones franca esclavitud de los indocumentados. El narcotrafico, como otros de los fenomenos de area gris, rebasa los limites continentales y requiere de un enfoque global si existe verdadero interes en erradicarlo. La propuesta del doctor Ernesto Zedillo de convocar a una conferencia mundial sobre narcotrafico, podria servir como marco para abordar este complejo problema y utilizar la Cumbre de Miami unicamente como foro para disenar estrategias regionales, que deberian coordinarse e insertarse en una estrategia global operativa basada en el principio d e la responsabilidad compartida. La llamada defensa colectiva de la democracia es otro de los temas delicados de la Cumbre. Feinberg subraya la comunidad de enfoques continentales sobre la democracia, como la base para adoptar medidas coordinadas para prevenir o remediar los golpes de Estado e invoca como un ejemplo extraordinario de esa coordinacion, la actitud del gobierno de Mexico ante el intento, en mayo de 1993, de autogolpe de Jorge Serrano Elias, de Guatemala, cuando, "modificando sus posiciones tradicionales sobre soberania, Mexic o advirtio que su disposicion a cooperar con la vecina Guatemala estaba en riesgo". Pero aunque Feinberg no lo menciona, el riesgo mas importante es el de llevar a la practica el anejo proyecto de crear una Fuerza Interamericana, encargada de hacer el trabajo sucio de mantener por la fuerza a la democracia en el exterior, conforme a los intereses norteamericanos, y de reducir a las fuerzas armadas del continente al papel de policias antinarcoticos. Mexico debe rechazar esa pretension. El temario y el enfoque de la Cumbre de las Americas es notoriamente asimetrico, porque refleja unicamente intereses de Estados Unidos. La problematica que aborda es de origen exclusivo de America Latina y del Caribe y solo en el caso del narcotrafico se presume que Estados Unidos reconoceria alguna responsabilidad. Es indispensable equilibrar la agenda y abordar problema de enorme significacion para la seguridad de America Latina y el Caribe, como el trafico ilicito de armas, la exportacion de desechos toxicos, la xenofobia, el respeto a los derechos humanos de los indocumentados, la virtual apologia del consumo de enervantes en films y television, etcetera. La atencion sobre las proximas elecciones no deberia eclipsar la importancia de la Cumbre de Miami para nuestro pais. Conjurar los riesgos y aprovechar las oportunidades de la misma solo podran lograrse con un amplio debate nacional y una cuidadosa diplomacia. (*) Francisco Correa Villalobos es diplomatico de carrera; tiene rango de embajador. .