PAG. 8 SECCION: INF. GRAL. CINTILLO: ESCRITOR TALENTOSO, MILITAR INSTITUCIONAL CABEZA: URQUIZO, EL NOVELISTA DEL SOLDADO CREDITO: *LUIS GARFIAS MAGA¥A Quiso la suerte que el general Urquizo viviera practicamente toda la Revolucion Mexicana, desde su inicio al lado del apostol de la democracia, don Francisco I. Madero, hasta su consolidacion. Tuvo la fortuna de ver al pais, encaminarse por la senda del progreso al terminar finalmente la epoca de los movimientos violentos. Hombre del norte, originario de San Pedro de las Colonias, Coahuila, desde muy joven se sintio ligado a los problemas que ya agitaban a Mexico en los inicios de este siglo. Muy joven se unio al ejercito libertador, acaudillado por Madero; al triunfo de la causa maderista llego a la ciudad capital en donde paso a formar parte del escuadron de guardias presidenciales, como subteniente de Caballeria; en esta situacion le toco vivir los sucesos conocidos como "La Decena Tragica", en febrero de 1913. No habiendo reconocido al gobierno surgido de este movimiento, obtuvo su licenciamiento del Ejercito, pero muy pronto su espiritu inquieto y sobre todo el reconocimiento de la dificil situacion que atravesaba Mexico, lo hizo incorporarse con el Varon de Cuatro Cienegas, don Venustiano Carranza, a cuyo lado le iba a tocar librar gran parte de la Revolucion Constitucionalista; tomo parte en numerosas acciones de guerra y finalmente fue incorporado al Estado Mayor del Primer Jefe del Ejercito Constituci onalista, al que acompano hasta su entrada triunfal en la capital de la Republica. Al producirse la escision revolucionaria, fiel a sus principios y a la lealtad al jefe de la Revolucion, permanecio al lado de Carranza; en agosto de 1914 ya general brigadier, reorganizo la brigada que era a sus ordenes en la Division de Supremos Poderes, en recuerdo a una unidad del mismo nombre que se habia distinguido notablemente durante la Intervencion Francesa. Tuvo una activa e intensa vida militar en los anos de 1914 a 1920, siempre al lado de don Venustiano Carranza; asimismo, combatio contra los rebeldes de las diversas facciones que aun quedaban en los estados de Mexico, Veracruz y Puebla. Lauros de gloria En recompensa a su actividad, fue nombrado oficial mayor de la Secretaria de Guerra y Marina, quedando como encargado del Despacho, de septiembre de 1919 hasta el 20 de febrero de 1920; cabe destacar que con este caracter tuvo un papel muy importante en la reapertura del heroico Colegio Militar, gloriosa institucion que habia cerrado sus puertas en agosto de 1914 al triunfo de la Revolucion; el senor Carranza habia creado la Academia de Estado Mayor, con objeto de formar los nuevos oficiales del Ejercito, p ero pronto se dieron cuenta que habia que volver a abrir las puertas de esa institucion venerable, que, durante muchos anos habia formado a los oficiales del Ejercito y asi el 5 de febrero de 1920 en el edificio de la antigua Escuela Normal para maestros en Popotla Tacuba, fueron solemnemente reinagurados los cursos del Colegio Militar por el presidente de la Republica don Venustiano Carranza, por el general Urquizo y por otras personalidades militares de aquella epoca; muy poco tiempo despues el Colegio Mi litar refrendaria sus lauros de gloria y de lealtad en los llanos de Apizaco, Tlaxcala, con motivo de los sucesos producidos por el Plan de Agua Prieta. En efecto, la situacion politica que provoco la sucesion presidencial hizo crisis y el presidente Carranza se vio obligado por los acontecimientos a abandonar la capital de la Republica; el general Urquizo, fiel a sus convicciones, no dudo en acompanar al presidente Carranza, uniendo su destino a un gobierno trashumante pero que representaba la legalidad republicana. La noche de Tlaxcalantongo Urquizo acompano al presidente Carranza en su viaje a Veracruz; no pudieron llegar a su destino, pues los rebeldes les cortaron el camino y en aljibes, la comitiva se vio obligada a abandonar los trenes para iniciar un penoso viaje hacia la sierra de Puebla; a aquella comitiva que se llamo, la "marcha de la legalidad" la acompanaba la Escuela de Caballeria del Colegio Militar, al mando de su valiente director el coronel Casillas, que unos dias antes habia llevado a cabo la ultima carga de caballeria contra los infidentes; don Venustiano Carranza no quiso sacrificar a aquella noble juventud que lo acompanaba y en un pequeno poblado de la sierra de Puebla ordeno a su fiel general, Urquizo, que comunicara al coronel Casillas que la Escuela de Caballeria deberia regresar a la capital; asi se hizo pese a las protestas de los jefes, oficiales y cadetes de aquella institucion; "la marcha de la legalidad" continuo su marcha hasta Tlaxcalantongo, Puebla, donde Carranza encontraria la muerte gracias a la traicion de Ro dolfo Herrero, general de extraccion pelaecista. Ocurrido el magnicidio, Urquizo, junto con un grupo de leales, escoltaron el cadaver hasta la ciudad de Mexico a fin de que Carranza fuera inhumado en el Panteon de Dolores en una fosa de tercera clase. Los triunfadores pidieron cuentas a los vencidos y fueron procesados; entre ellos estaba el general Francisco Urquizo que iba a ser juzgado por el delito de lealtad, como dijera el valiente general Murguia. Tambien preso en aquella ocasion y aqui cabe hacer una reflexion sobre esta virtud castrense, virtud inherente a los que vestimos uniforme pero que no debe ser exclusiva, ya que la lealtad es algo consustancial a todo mexicano, que en epocas dificiles debe volver sus ojos a esta virtud. Lealtad y Patriotismo Los soldados, como Urquizo en su momento lo fue, somos leales a un gobierno porque asi lo hemos aprendido en las escuelas o en los cuarteles. Pero los civiles tambien deben tener grabada en el pecho esta lealtad para mostrarla en las horas graves. Lealtad a Mexico, a esta noble tierra que nos vio nacer y nos vera morir; lealtad a su historia heroica y epica como la que se escribia en aquellos meses aciagos de 1920. Lealtad a nuestras ancestrales tradiciones que son las que nos han dado patria. Lealtad a nosotros mismos para luchar y morir si fuera necesario por todo lo que esta palabra significa. Por eso hoy mas que nunca, la lealtad y la union en torno a nuestros mas caros simbolos se impone. Por eso hoy en este augusto panteon de la patria en la Rotonda de los Hombres Ilustres, venimos a rendir honor a un hombre que en momentos muy dificiles para Mexico, supo honrar la lealtad castrense. Nace el escritor Al salir de la prision, marcho al exilio a Espana, donde se dedico a escribir las obras que posteriormente lo convertirian en el "Novelista de la Revolucion"; regreso al pais en la mitad de la decada de los 30, trabajando en la Secretaria de Hacienda; finalmente regreso al Ejercito como general de Brigada para reiniciar una brillante carrera que lo llevaria a ocupar los cargos mas importantes en la Secretaria de la Defensa Nacional; comandante de varios mandos territoriales, jefe del Estado Mayor de la prop ia Secretaria, divisionario en 1940, subsecretario y finalmente secretario. Posteriormente fue jefe de la industria militar y comandante de la Legion de Honor. En 1960 fue nombrado asesor de la secretaria hasta su muerte, que ocurrio el 6 de abril de 1969 en esta ciudad. En el curso de su vida militar destaco por su gran vocacion y carino por el Ejercito, se preocupo constantemente por la superacion intelectual y profesional de los miembros del mismo, colaboro a la creacion del Batallon de Transmisiones. Fue un notable y prolifico escritor que con singular destreza plasmo sus experiencias militares unidas a una fertil imaginacion de novelista, para brindarnos en paginas amenas y sencillas, la trama heroica de nuestras luchas civiles. El general Urquizo tiene en su haber com o escritor no menos de 20 obras, sin contar su labor como tratadista y comentarista militar, que fue igualmente abundante. El general Urquizo fue dueno de un estilo vigoroso y a la vez ameno, y en sus obras las anecdotas abundan y dan vida a la lucha revolucionaria, a las jornadas diarias de los abnegados "Juanes", los soldados revolucionarios. Soldados y soldaderas Toda la obra del general Urquizo esta impregnada de un profundo amor al Ejercito al cual estuvo unido casi toda su vida; a la Revolucion, gesta que le toco vivir desde sus inicios hasta su culminacion y desde luego a los humildes soldados, a sus mujeres las sufridas soldaderas y todo esto lo hace en un lenguaje sencillo, llano, con palabras populares, sin rebuscamientos. A traves de las paginas de sus obras nos hemos recreado de la vida de los cuarteles a principios de siglo, con todas sus carencias que iban a ser el preludio de la gran conmocion que habia de sacudir a nuestro pais. En sus paginas vemos aparecer a los soldados reclutados por la ignominiosa leva y que, gracias a la disciplina, se convirtieron en los heroes de la lucha. La sociedad civil, tambien reconocio en el general Urquizo, al soldado, al escritor, al jefe militar que ocupo los mas importantes puestos de la vida castrense y asi el Senado de la Republica en el ano de 1967 le confirio la medalla "Belisario Dominguez", maxima presea otorgada anualmente por el gobierno a aquellos que se han destacado notablemente en la vida de Mexico. Por eso hoy, el gobierno de la Republica, honra en union de dos distinguidas personalidades civiles al general de Division Francisco L. Urquizo Benavides al darle final reposo en la Rotonda de los Hombres Ilustres, para que quede en union de las mas brillantes figuras de nuestra historia: civiles, militares, musicos, pintores, estadistas, literatos, cientificos, periodistas, en fin toda esta pleyade de hombres que han contribuido a hacer de Mexico una patria grande, heroica y noble. Muchas gracias. * Palabras pronunciadas durante la ceremonia en la que fueron exhumados e inhumados los restos de Francisco L. Urquizo Benavides. .