PAG. 3 SECCION: INF. GRAL. CABEZA: SOCIEDAD Y PODER SUMARIO: * Convencion e involucion * De las balas, a las urnas * En la hora de la politica CREDITO: RAUL TREJO DELARBRE vocatoria nacional y fondo transformador. Pero sus discusiones y la reunion misma, son parte de la democracia mexicana de hoy. No hay que subestimar, por su marginalidad autodeclarada, la fuerza de la llamada Convencion Nacional que debio haberse reunido ayer en San Cristobal y que luego, de acuerdo con las instrucciones salidas del pasamontanas, avanzaria rumbo al territorio dominado por los ezelenitas. Propagandistica sobre todo, la importancia de esa reunion radica en que alla acuden, relevantes aunque sean minoritarios, mexicanas y mexicanos que desconfian de la participacion politica institucional. Van a la selva, en busca de la emocion en la aventura con la guerrilla rapidamente denominada posmoderna aunque sus practicas sean de lo mas convencionales. Pero van, sobre todo, en pos de nuevas formas de hacer politica. El hecho de que no las encuentren alli, no resuelve la carencia de esos canales de representacion y participacion que siguen faltando. Las elecciones nos convencen y convocan, a la mayoria de los ciudadanos. Asi lo vamos a ratificar dentro de dos semanas. Pero 14 dias antes del 21-A, que ha sido tan esperado como quiza sobredimensionado al dia siguiente no amaneceremos distintos, ni mejores ni peores, sino simplemente despues de haber cumplido una escala mas en un transito democratico que no se resuelve en un solo momento, por magica que sea su fecha en Chiapas algunos miles de mexicanos se reunen para apoyar a un grupo que pretende el p oder no por la via de las urnas, sino a partir del desafio de las balas. Exigencias del subcomandante Las paradojas de esa Convencion son muchas. La mayor de ellas radica en la contradiccion, que no resuelven las almibaradas homilias del subcomandante ni las declaraciones de intencion anticipadamente culposas de algunos de los asistentes distinguidos, entre la democracia de todos o la aspiracion revolucionaria impuesta por algunos. No hay revoluciones democraticas y el llamado de la selva, esgrimido con tanta eficacia publicitaria (y politica tambien, pues lo que ha cosechado desde entonces no es poco) en l a insurreccion neozapatista de enero, no apela a la decision de las mayorias de este pais sino al dictamen que Marcos ya ha formulado. No hay revolucion sino involucion. Y ella se advierte desde el nombre con que, quienes lo ocupan, ha rebautizado el emplazamiento sede de esta Convencion. Pero la historia no regresa y, si acaso, como se ha recordado en estas fechas, hace tiempo nos ensenaron que la tragedia deviene en comedia. Ojala que sea solo eso. Hay que esperar, con toda conviccion, que la reunion chiapaneca transcurra sin provocaciones. De alli no saldran decisiones transformadoras sino la apuesta a la involucion predemocratica. Las conclusiones ya han sido dispuestas por el subcomandante. Y los protagonistas del encuentro en Chiapas no son los bienintencionados, temerarios o irresponsables asistentes (de todo hay) a ese conclave. Ni siquiera lo son los efectivos del EZLN, de bases indigenas en cuyo nombre y reivindicaciones se ha levantado ese movimiento. Los protagonistas que robaran camara, dictaran declaraciones y hasta arrancaran suspiros, seran el personaje Marcos y su teatral pasamontanas. Anticipado veto electoral Salvo que en estos dias se muestre lo contrario (y los preparativos de la Convencion sugieren que no sera asi) en el rebautizado Aguascalientes se reunen un gran coro y un personaje central. Ya no son el Ejercito Zapatista, ni su fantasmal coordinadora indigena, los actores estelares del drama chiapaneco. Se trata de un solo hombre, que ha tenido extraordinaria habilidad para aprovechar la desconfianza antiautoritaria (afianzada en experiencias y razones tan abundantes como reales) de un sector de la poblacion mexicana y que ahora, cuando su figura declinaba ante la centralidad del 21-A, encontro en la convocatoria convencionista nuevo recurso para seguir presente en los medios de comunicacion. Comprobada, para ventura de todos, la imposibilidad de algun logro ezelenita en el terreno militar y perdida aunque fuese temporalmente la iniciativa en el plano politico, el subcomandante vuelve a tener un ejercito de reporteros y, ahora incluso, de curiosos y zalameros en torno suyo. La convencion chiapaneca dictaminara que en las elecciones del 21 hay motivos para mantener las suspicacias y, asi para declararse en estado de alerta. No salen sobrando las exigencias para que nuestros comicios sean transparentes, ni siquiera las autopostulaciones de ese nuevo fiscal de nuestra democracia. Pero de la demanda de limpieza electoral al amago para que por la via de las armas se propicie la decision que algunos les parece pertinente en las urnas del 21, no hay demasiada distancia. No pueden llamarse a enganos los asistentes, ni quienes desde lejos observan el concilio neozapatista. Ya Marcos ha dicho, una vez y otra tambien, que si el 21 el triunfo es del PAN o del PRI, los dos partidos que van adelante en la preferencia de la mayoria, el considerara que las elecciones no habran sido satisfactorias. La profecia desde ahora autocumplida, no ofrece soluciones sino un nuevo callejon ciego al conflicto chiapaneco. Sin embargo la linea politica del EZLN ha sido tan oscilante, que no sorpr endera que dentro de pocas semanas olvide sus exigencias electorales para volver a la negociacion de lo realmente sustantivo para su dirigente: una salida politica, que tendra que incluir respuesta a las reivindicaciones sociales de sus bases campesinas e indigenas pero tambien, sobre todo, la creacion de un nuevo espacio politico para Marcos y sus companeros de ruta. Esa, que es la salida deseable, aparece ahora como la unica razonablemente posible. La otra opcion, es la apuesta al diluvio. Diego debil, Cuauhtemoc repunta Pero la apuesta catastrofista, mezcla de nostalgia revolucionaria, de antiautoritarismo catartico y de ilusion providencialista, se enfrenta sobre todo a la decision colectiva, de la verdadera mayoria, que tiene su fundamental e inminente estacion de paso en las urnas del 21. Las campanas mas vistosas en la historia mexicana llegan a su recta final, que estara marcada por concentraciones de masas, reiteraciones discursivas, auge y desplome de algunos personajes y, previsiblemente, pocas ideas nuev as. Los candidatos presidenciales ya han mostrado sus cartas. Todas, o casi todas. Sus proyectos de gobierno, son ya conocidos o lo han podido ser con las limitaciones que resultan de la apuesta a la imagen, mas que a las proposiciones. La propaganda partidaria insiste tanto en lemas generales y en las personalidades por encima de los proyectos, que incluso en estos momentos se corre el riesgo de que, por confusion y hasta hartazgo, haya una cantidad considerable de ciudadanos que decidan dejar de ir a las urna s. Las proporciones de indecisos, o de anticipados abstencionistas que registran las encuestas mas recientes, superan hoy a quienes manifestaban tales dudas, o desganos, hace pocas semanas o meses. Faltan 14 dias para que, de la indolencia abrumada o confundida, se les pueda persuadir a esos ciudadanos para que vayan a votar. Faltan recursos espectaculares, sobre todo desde el flanco panista, a menos que pensemos que de plano Diego Fernandez y sus inteligentes estrategas de campana han tirado la toalla. En cambio la candidatura de Cuauhtemoc Cardenas, para sorpresa de quienes voluntaristamente han desedenado la capacidad de convocatoria que aun conserva, busca repetir el sprint de hace seis anos y esta repuntando con singular solidez; los mitines del PRD son notablemente masivos y su propaganda en television, aunque chant ajista y manipuladora, puede tener enorme eficacia. Politica, relojes, relojeros En ese panorama Ernesto Zedillo dio a conocer, apenas a tiempo para adelantarse al juicio de los convencionistas de Chiapas, su propuesta politica. Una decena de temas, aunque no aparecieron numerados para que Diego no le siga diciendo el muchacho de los dieces, integran el documento en donde se anuncia el fin del dedazo presidencial. No es la primera vez que un candidato priista hace promesas de tal magnitud. Si es, la primera que ello ocurre en una situacion de competitividad politica y escrutinio social que conforman nuevas exigencias para que Zedillo tenga que cumplir esos nuevos compromisos que son de campana, pero que tambien buscan condiciones para gobernar en una nueva normalidad. El fortalecimiento con medidas especificas del Estado de Derecho (con clara dedicatoria a quienes piensan en las armas "para sustentar las razones y los reclamos"); el reconocimiento de la nueva autonomia que debe y puede ganar el Congreso; la reforma al sistema de justicia; la construccion de un nuevo federalismo y el reconocimiento de los partidos como los actores centrales de la vida politica, fueron aspectos que Zedillo y el PRI habian mencionado ya en otros actos de campana y que son recuperados como p arte de una concepcion integral de oferta politica. A ellos, se anaden ahora la posibilidad de que la institucion electoral tenga plena autonomia respecto del gobierno y la creacion de un nuevo marco legal para las organizaciones no gubernamentales. En cambio respecto de los medios de comunicacion, cuya importancia en el quehacer politico hoy es reconocida como nunca antes, Zedillo se limito a una timida cantinela de lugares comunes: la reticencia del aspirante priista para enfrentar el desafio que hoy implican la unilateralidad informativa y la concentracio n en la propiedad de los medios electronicos, cuando todos los demas candidatos reconocen que es indispensable una reforma en las leyes y las practicas que ahora mantienen a la sociedad subordinada a ellos, es una enorme debilidad de su propuesta politica. Hoy en dia no hay politica moderna, y mucho menos reforma politica, que no pase por la reforma de los medios electronicos. En cambio Zedillo se refirio, por fin, a la reforma de su propio partido y su componente indispensable que es la modificacion en los actos autoritarios que, respecto del PRI, ha seguido teniendo el Poder Ejecutivo. Comprometerse a, en caso de ganar, ejercer exclusivamente las facultades que la Constitucion le confiere al Presidente de la Republica, fue el antecedente para que luego Zedillo dijera que no intervendra "bajo ninguna forma, en los procesos de seleccion de candidatos del PRI a puestos de represen tacion popular". Inevitable Reforma del Poder No resulto casual que fuera, a proposito de la reforma del PRI, el unico momento de ese documento en donde se menciona a Luis Donaldo Colosio. Se le recordo como promotor del intento de cambio en la 14 Asamblea de ese partido, en 1990, pero la alusion remitio tambien al discurso de Colosio el 6 de marzo pasado. La Reforma del Poder que entonces reclamo el candidato que seria asesinado dos semanas despues, puede reconocerse en el principal de los compromisos que, tarde en su campana pero a tiempo para ser to mados como exigibles si gana las eleccones, formulo ahora Ernesto Zedillo. La Reforma del Poder, que Colosio advertia como indispensable separacion entre el PRI y el gobierno ahora es admitida, de manera especifica, como impostergable alejamiento del Presidente de la Republica respecto del partido. No habria reloj capaz de marcar esa hora de la Democracia a la que tanto convoco Zedillo si el gobierno, comenzando por el titular del Ejecutivo, no deja que el PRI sea, simple y dificilmente, lo que nunca ha podido llegar a ser de manera cabal: un verdadero partido politico, con capaci dad para tomar sus propias decisiones, comenzando por la designacion de sus dirigentes y sus candidatos. La hora de la democracia, es la hora de la politica. A quien se le atrase el reloj, es como si quedara fuera de la foto. Hay quienes acuden a Chiapas para retratarse junto al pasamontanas admonitorio. Si la experiencia queda en dia de campo revolucionario, en buena hora sobre todo para los muchos jovenes, muchachas y muchachos, que acuden hasta el subcomandante en busca de certezas politicas que no han hallado en otro sitio. El peor saldo seria la comprobacion, desde su desencanto ciudadano, de que las urna s no son el camino hacia los cambios que quieren para Mexico. Por eso, el 21 de agosto deber ser de todos y para todos. Tambien para los que, candorosa o confundidamente, buscan la democracia en la fiesta de las mascaras. Otros, muchos mas, se conformaran con el gusto de usar, en la hora de las urnas, la credencial de elector que ya tiene su fotografia. Para todos tiene que haber lugar en el Mexico de la politica a la hora en punto. No hay que llegar tarde. .