PAG. 2 SECCION: INF. GRAL. CABEZA: La Convencion, ¨gobierno en rebeldia? (I) CREDITO: Gustavo Hirales M. d son. Pero, ¨que es la convencion? Para empezar, hay que decir que su naturaleza no es algo evidente. Es muchas cosas, pero sobre todo un movimiento estrategico, un instrumento politico de largo alcance, cuya razon de ser se localiza en los objetivos enunciados de la fuerza convocante, el EZLN: derrocar al gobierno, implantar uno nuevo (de transicion), convocar a un nuevo congreso constituyente, darle al pais una nueva legalidad, cambiar de raiz a Mexico e instaurar para siempre la Libertad, la Democracia y la Justicia (con mayusculas, naturalmente). Dice Marcos, en una mas de sus largas e insufribles tiras panfletarias (que a mas de un intelectual con mala conciencia ligeramente tardia y a decenas de muchachitos en busca de causa y lider, ponen a girar), que la convencion implica que ellos, los ezelenistas, "los sin rostro, los sin nombre", bla bla bla, se hacen a un lado para que los civiles pacificos, "con nombre y con rostro", tomen y levanten las banderas de la democracia, etcetera. En pocas palabras, con enorme magnanimidad historica le dan chance a la democracia y a los metodos no violentos. Que tan democratico es realidad es Marcos se puede ver en sus recientes declaraciones al Miami Herald: "Para los mas desposeidos, ese sotano del pais, como decimos nosotros, un triunfo del PRI seria equivalente a un fraude, incluso si ese triunfo es reconocido por la oposicion". Y enseguida descubre la verdadera razon de ser de la convencion: "en el caso extremo de que Zedillo (...) sea el ganador y no este abierto a seguir los postulados de la convencio n, podria surgir de la convencion un gobierno de rebeldia, un gobierno paralelo" (El Universal, 29/07/94). Estamos pues por la democracia, pero en dado caso de que esta voluntad mayoritaria no favorezca a nuestros candidatos o a nuestras pretensiones, entonces formaremos un "gobierno en rebeldia" que significa, sin mas, la guerra. En la carta de respuesta a Marcos, donde declina la invitacion a participar en la convencion, dice con tino de apache Fernando del Paso, que la forma de pensar de Marcos oscila entre la cursileria y la demagogia, y anade: "la cursileria suele ser inofensiva. La demagogia, peligrosa y, sobra decirlo, poco digna de confianza". Porque finalmente este es el problema de la convencion: sus bases (sus considerandos) son demagogicas o extremistas y, por tanto, no inspiran confianza. No inspira confianza en que sea realmente democratica ni que en verdad se proponga contribuir al cambio pacifico ni, mucho menos, que sea representativa de un sentimiento o una demanda genuinamente nacional. La larga coleccion de nombres de viejos conocidos de la izquierda, el amasijo de siglas de partidos, asociaciones y grupusculos, la masa de insurrectos errantes que aparecen como delegados prueba, en sentido contrario, la escasa representatividad nacional de esta convencion. A pesar de sus equivocas pretensiones historicas, es decir, ser la reedicion de la Soberana Convencion Nacional de Aguscalientes (que como lo senala Granados Chapa, no es el mejor simbolo, pues termino en derrota y fracaso), lo mas probable es que esta convencion termine siendo la segunda edicion, eso si, corregida y aumentada, de los frentes y coaliciones populares que, en los ochenta, sirivieron para juntar y mas o menos cohesionar a las distintas fracciones de la izquierda politica y social, como la ANOC P (Asamblea Nacional Obrero Campesino y Popular) y el FNCR (Frente Nacional Contra la Represion), que cumplieron un papel importante en aquellas circunstancias, pero que siempre estuvieron lastrados por el sectarismo, el antipartidismo y el abstencionismo electoral. Por supuesto que hay diferencias. Para empezar, los partidos legales de la izquierda eran entonces muy debiles, no existia nada como el actual PRD, capaz de hegemonizar y concentrar a los cuadros y a las corrientes principales de la izquierda. No habia un EZLN, que pese a todo ha sabido erigirse como fuerza politica de alcance nacional, con capacidad de interlocucion y convocatoria, a partir de la expresion violenta y hasta literaria de las demandas de "los mas jodidos". Tampoco habia esta erupcion de organ izaciones no gubernamentales que, por economia, se les ha llamado "sociedad civil". Y, de modo muy importante, mientras que aquellos eran organismos paraguas que se asumian anti o aelectorales, la convencion busca abiertamente tener efectos electorales de caracter inmediato. Pero hay una coincidencia fundamental: era, entonces y ahora, la izquierda politica y social. Marcos esta muy conciente de ello, de los limites de los convocados y de los convocantes, de modo tal que ha intentdo modificar esta situacion a traves de halagadoras, sicologicamente muy bien pensadas y dirigidas, invitaciones a diversos intelectuales no identificados con el izquierdismo corriente de partidos y grupusculos. ¨Para que? Para que la convencion tenga la dignidad que el izquierdismo, por si mismo, no puede otorgarle, para que sea otra cosa que una reedicion, no de la Soberana Convencion Naciona l de Aguscalientes, lo que es una desmesura historica (¨quien es Marcos: Pancho Villa, Felipe Angeles o Antonio Diaz Soto y Gama?), sino la Asamblea Nacional Obrera Campesina y Popular. Pero, ¨de donde sale la legitimidad de la convencion neozapatista? ¨De donde la absurda pretension de encarnar la soberania popular? ¨Sale de las armas triunfantes del EZLN? Claro que no, las armas del EZLN han servido hasta ahora para matar policias, soldados y civiles inocentes, incluso como escenografia "revolucionaria" de impacto internacional, pero todavia no se ha cubierto de gloria o de lodo en ninguna ofensiva final o semifinal (y espero que ya no lo hagan aunque, lo cual es muy dudoso, pudie ran). Segun la retorica marquiana, estas pretensiones se levantan sobre el publicitado desprestigio de las instituciones nacionales (la dictadura, dice sin mas Marcos) y de todo lo que de estas instituciones se deriva: elecciones, autoridades electorales, partidos politicos, etcetera. Hay que decir que la convencion y su desmesura tendrian un espacio muy estrecho si todas las fuerzas politicas nacionales le apostaron a dirimir el rumbo del pais no por las armas o por otros medios, sino por aquellos que la propia Constitucion establece: el sufragio popular, los acuerdos politicos dentro de la legalidad, las reformas constitucionales. La convencion es posible por la libertad que hoy tenemos los mexicanos y por la mesura del gobierno, pero tambien, politicamente, por la no tan paradojica am bigedad democratica del Partido de la Revolucion Democratica, con su sistematico y a veces delirante rechazo de todo acuerdo politico y de toda legitimidad a las elecciones del 21 de agosto, como lo ha visto con claridad Arturo Warman. No es casual que Marcos argumente que la convencion es para aquellos que, estando por los cambios pacificos, todavia no estan convencidos de la validez de la via electoral. Ni es casual que se pronuncie porque la convencion se defina por un candidato en especial. Aunque, a unos dias de las elecciones, no parece que la reconversion al voto de estos indecisos sirva de mucho: ya no podran sacarse la foto ni, por tanto, votar. .