SECCION CULTURA PAGINA 37 CREDITO: EDUARDO LIZALDE CABEZA: ĻUn solemne gobierno conservador a la puerta? la breve, ejemplar y heroica gestion de Madero). Y conste que hablamos de un posible gobierno La antigua palabra vasca el estancamiento, el retroceso, la degradacion de las cosas hacia atras, hacia la derecha, hacia lo establecido. Las fuerzas de la izquierda serian entonces las capaces de conducirnos por el camino siniestro del progreso, de la libertad, de la riqueza general, de la felicidad, de la justicia, la sabiduria y la cultura. Pero como las antes reconocidas fuerzas y gobiernos de la izquierda radical, no han hecho en el mundo sino llevarnos al diestro y contrario rumbo, y las antes clasificadas como fuerzas de derecha (aunque lo han hecho menos mal), tampoco lo han hecho satisfactoriamente, tenemos que en el mundo todos los gobiernos son en mayor o menor medida de derecha, que sufrimos violencia, fanatismos religiosos, politicos y radicales, miseria descomunal, etcetera. Que nos hallamos aun, en una palabra, en la De manera que nos libre dios de un gobierno conservador como los de la clasica izquierda, con pasamontanas o no!, cuyos partidarios pueden ganar votos y curules en estas elecciones (lo que no esta mal tampoco), pero que no parece tener verdaderas perspectivas de tomar el poder, que tampoco hallaria condiciones para ejercer en el devaluado y viejo estilo siniestro. A lo que mas parece temer, en las actuales circunstancias, el consenso liberal del pais, tomando en cuenta lo que le ocurrio al ilustre liberalon de Don Porfirio (que no terminaba de pronunciar su ultimo anatema contra Zuniga y Miranda-Madero, cuando ya estaba poniendo el pie en el Ipiranga), es el triunfo amplio del un verdadero y solemne gobierno conservador, clerical, provisto de la moralina y los aires de hacendado decimononico que se le ven. De algun modo, seria ese el sueno de nuestra mas nostalgica izquierda ultramontana, que con su inveterado espiritu de perdedora, estaria encantada de verse reconciliar en la coyuntura tragica a todos los encontrados sectores de la intelectualidad mexicana, unida fraternalmente ante el diestro, el derechista enemigo comun. Grandes ilusiones, igualmente dialecticas son esas, porque no hay ambiente social, ni intelectual, ni politico, ni economico, ni historico para celebrar semejante nuevo baile de camisas negras. Sea cual sea el triunfador en estas eleccio nes (y desde luego, no soy el primero que lo dice), tendra que ajustarse a las exigencias y presiones de los tiempos y de las fuerzas, inconscientes o no, que actuan en el pais y en el mundo. Nada tan grave puede ocurrir, asi ganara las elecciones el general Franco, sin el franquismo detras, aunque no me entusiasma naturalmente esa posibilidad. En todos los principales partidos en pugna hay gente respetable e inteligente, bien dotaba para obtener y compartir responsabilidades de gobierno, asi no sean en tod os los casos los titulares de la campana. Que hay juego politico, que no se den los monopolios familiares y partidarios, que la oposicion de todos los signos exista, es cosa que no puede sino celebrarse. .