SECCION ESPECTACULOS PAG. 44 BALAZO: DIAS DE AMOR Y MUSICA CABEZA: Woodstock, una peseta despues CREDITO: DAVID CORTES Siempre se habla de Woodstock con nostalgia, en un tono evocador. Nada mas impreciso. Quienes realmente vivieron el festival, ha mucho tiempo que se domesticaron; y quienes no lo vivieron no pueden sentir pesar por algo que nunca les pertenecio. Me gusta pensar mas en Woodstock como el inicio de un gran engranaje. A partir de el los megafestivales se hicieron hasta cierto punto comunes y cada uno de ellos, inevitablemente, habria de convertirse en el mas grande de la historia. La gran mayoria hemos recuperado Woodstock mediante el cine y luego luego nos creimos la frase inicial de ese primer anciano entrevistado: "Fue algo muy grande para el mundo". Probablemente tan grande que no hubo manera de abarcarlo. Siempre que veo el filme y las tomas de una impresioanante multitud me asalta una pregunta ingenua: ¨que veian y oian la mayoria de los asistentes? Tal vez nada, pero su memoria se cargo de "buenas vibraciones". Dias en los cuales todo era permisible, la musica se llena de connotaciones de todo tipo y por alli desfilan, desordenadamente, desde Richie Havens, hasta Jimi Hendrix, pasando por Sha-Na-Na, Santana, Country Joe and The Fish y Crosby, Stills y Nash, entre otros. Pero la cinta falla porque a pesar de querer ser ubicua, todavia dejo mucho fuera, como habria de constar en Woodstock: The Lost Performance, un paliativo apenas para quienes quisieramos realmente rememorar aquello que fueron tres dias de amor y mu sica. Con todo y las dificultades para acoger a Woodstock como propio siempre es excitante observar en la pantalla a Ten Years After, ver a The Who, con todo y Keith Moon, en pleno ascenso; regodearse con esa memorable interpretacion de Joe Cocker a "With a Little Help for My Friends"; y bailar hasta sudar con Sly & The Family Stone. Si, tambien hay momentos soporiferos, entre ellos las actuaciones de Joan Sebastian, Arlo Guthrie, Joan Baez y Crosby, Stills and Nash. Otros instantes realmente resultan divertidos, como el de aquel joven que culpa a las fuerzas neofascistas de la lluvia y acusa concretamente a la fuerza aerea norteamericana de "provocar algo en las nubes" para que estas se desataran y crearan un caos. Retrato de una polemica decada, el filme recoge otros testimonios, entre ellos el momento en el que Max Yasgur, el propietario de los terrenos en donde se efectuo el festival, habla frente a la multitud y los bendice por el futuro de una nacion. Otros menos tolerantes despotrican ante la invasion de freaks y algunos menos escrupulosos confiesas su beneplacito por las ganacias obtenidas con el festival. No faltan por supuesto los discursos sobre las bondades del amor libre, las drogas y la musica. Una peseta de anos despues el significado de Woodstock parece perdido. Dificilmente dice algo a las nuevas generaciones, ahora sometidas a un incesante bombardeo de festivales con cualquier pretexto, pero quienes gustan de la historia bien pueden echarle un vistazo a este par de filmes o videos para terminar de armar ese gigantesco rompecabezas llamado rock. .