SECCION ECONOMIA PAG. 22 CABEZA: Los alcances de la politica fiscal CREDITO: DAVID COLMENARES PARAMO En el contexto del proceso electoral, podria parecer inoportuno hacer algunas reflexiones sobre temas que no sean los referentes al padron electoral, las encuestas, la Convencion, el grupo San Angel o el caso Posadas. Sin embargo, considero que hay temas que independientemente de la coyuntura politica al tener que ver con el buen funcionamiento de la economia, y con el objetivo de avanzar hacia la democratizacion del crecimiento economico, es necesario analizar. Opino que en el umbral del Mexico del siglo X XI, el analisis sobre la politica fiscal y las finanzas publicas, tanto en su vertiente de ingresos como de gasto, debe ser permanente y no un aspecto marginal o secundario en el caso de los proyectos politicos y economicos de quienes pretenden dirigir los destinos de nuestra patria. Lo cierto es que uno de los mayores avances en la actual administracion tiene que ver con el saneamiento de las finanzas publicas: hoy tenemos un sector publico con superavit fiscal, derivado del incremento en terminos reales de la recaudacion, a pesar que durante el sexenio se han reducido significativamente las tasas del impuesto sobre la renta para las personas fisicas y para las empresas, las del impuesto al valor agregado al 10 por ciento, las de algunos impuestos especiales y han desaparecido alguno s, como los de refrescos. Sin embargo, la recaudacion se ha incrementado, lo que se ha traducido en un mejor financiamiento del gasto publico, en una reduccion sustantiva de la deuda interna y en mayores recursos para estados y municipios. Ademas, ha permitido controlar y reducir la inflacion, el impuesto mas regresivo que existe. Recordemos como todavia en 1987 aspirar a controlar el deficit fiscal y reducir la inflacion inercial, parecia algo si no imposible, si muy dificil de lograr, y mucho mas dificil se veia hacerlo reduciendo impuestos, maxime con el ejemplo doloroso de los fracasos de los planes heterodoxos de Brasil y Argentina. La experiencia mexicana ha sido exitosa y elogiada en el plano internacional. A pesar de todo, internamente, aun los beneficiarios de la misma le han regateado reconocimientos, ya sea por desconocimiento, mala fe o por la inercia de una deformada cultura economica heredada del populismo. Por ejemplo, es interesante observar que en las propuestas de casi todos los partidos politicos, al hablar del tema fiscal se recurre de manera reiterada al lugar comun y a la demagogia, pensando que esto puede tener atra ctivos electorales. Se acusa a la politica fiscal y a los que la administran de terrorismo, como si hubiera algun pais moderno en el mundo que no tuviera un regimen tributario que combata la evasion fiscal, y que no efectue las labores de auditoria, de fiscalizacion para combatir la evasion fiscal, fenomeno que distorsiona el funcionamiento optimo del mercado al hacer recaer sobre los que si contribuyen, una carga mayor para cubrir la falta de recaudacion de los que no pagan sus impuestos y que antes ni siq uiera existian en el registro federal de contribuyentes. Es comun escuchar a los candidatos de casi todos los partidos caer en lugares comunes como pedir la desaparicion del impuesto al activo, pero, sin embargo, prometer volumenes crecientes de gasto publico, mas gasto social, incentivos fiscales, mayores participaciones, pero ¨de donde saldran los recursos?... Por ello es necesario que antes del 21 de agosto todos los partidos precisen publicamente su estrategia de financiamiento para el desarrollo, porque como la experiencia preterita de nuestro pais nos sen ala y como la crisis fiscales actuales de Argentina, Brasil o Venezuela lo demuestran, para controlar la inflacion y financiar el gasto publico es requisito fundamental, aunque por supuesto no suficiente, una politica de financiamiento sana, basada en los impuestos, porque el endeudamiento es sumamente riesgoso y provoca tarde o temprano crisis publicas, que se traducen en mayor empobrecimiento de las clases marginadas, e incluso la depauperacion de las clases medias. Tambien es recurrente escuchar a los representantes del sector privado acusar a la politica tributaria como uno de los elementos causantes de su crisis. Considero que afirmaciones asi son incorrectas, aunque en el mercado de las expectativas y de la cultura de subsidio, venden. ¨Que pasa?... en nuestro pais, durante muchos anos, los pequenos y medianos empresarios crecieron cobijados por una cultura del subsidio, por una cultura de la simulacion. Todos sabian incluso las autoridades que muchos no pagaban impuestos, ni existian para el fisco. Sin embargo, nadie hacia algo para evitarlo porque se les regateaban apoyos crediticios y era mas facil ignorarlos. La estrategia de la actual administracion de reducir tasas y desaparecer impuestos lo cual indudablemente es un incentivo par a la inversion y la creacion de empleos ampliando el universo de contribuyentes, no inventandolos, sino simplemente registrando a todos lo que no lo estaban y obligandolos a pagar oportuna y correctamente, provoco que todos estos pequenos y medianos empresarios que antes eludian o evadian el pago de impuestos, hoy tengan que hacerlo, con tasas reducidas o con regimen simplificado, pero hacerlo. He ahi el asunto. Si en verdad queremos modernizarnos; si en verdad queremos ser una nacion moderna, con una administracion publica eficiente; si en verdad queremos abatir los niveles de pobreza extrema y elevar los niveles de satisfaccion de las necesidades esenciales de los mexicanos, tenemos que cumplir tambien con nuestras obligaciones fiscales. Los partidos politicos, todos sin excepcion, generalmente tratan de ganar adeptos siendo promotores de la evasion o la elusion fiscal, o de la creacion nuevamente de islas de p rivilegio fiscal injustificado como las que existian con las bases especiales de tributacion. Y ello es politica y moralmente equivocado y demagogico. Por supuesto que el pago oportuno de las obligaciones fiscales implica tambien la exigencia de que los recursos publicos sean gastados con honestidad, transparencia y eficiencia. Para ello existen mecanismos de control formales e informales como el control social del gasto publico. Tema que tambien las plataformas de los candidatos ignoran. Claro que no es facil estructurar una politica de financiamiento para el desarrollo eficiente que conduzca al mismo tiempo a finanzas publicas sanas, sin deficit, financiadas adecuadamente y por lo tanto un gasto publico creciente y adecuado, y tambien seguir reduciendo los niveles impositivos. Por ello, en este aspecto, el perfeccionamiento de nuestro sistema fiscal exige de propuestas concretas y no demagogicas que partan de la base de los alcances y los limites de la politica fiscal, de sus avances y d e sus fallas y de la necesaria corresponsabilidad ciudadana en un marco de justicia y equidad tributarias de simplificacion, de eficiencia y de coordinacion fiscal en el entorno del federalismo mexicano. En suma, propuestas, no lugares comunes o verdades a medias. Oaxaca de Juarez, Oax., 1 de agosto de 1994. .