SECCION ESPECTACULOS PAG. 41 BALAZO: CARIBEĽOS CABEZA: Chappotin, el Armstrong cubano CREDITO: ERNESTO MARQUEZ El siglo XIX constituye para Cuba el periodo de formacion y definicion de la conciencia nacional. Los antagonismos entre la colonia cubana y la metropoli espanola se recrudecieron de manera paulatina y la necesidad de independencia fue cada vez mas la premisa que enarbolo un sector de la burguesia criolla ahogada por las trabas economicas coloniales y por la restriccion de sus derechos de ciudadanos. La interaccion de componentes de la cultura islena se hizo aun mas plena y dio paso a una de tipo criolla y luego decididamente cubana. Para la musica fue un periodo de aparicion e integracion de complejos musicales nacionales en el que lo autoctono y lo mestizo lograron fusionarse hasta propiciar la gestacion de diversos generos, entre ellos el mas universal de todos: el son. El son, como genero de la musica cubana, se puede decir que es el representante mas genuino de la integracion de elementos espanoles y africanos como consecuencia de un proceso de propagacion popular. Por mucho tiempo se le atribuyo un origen remoto, afirmandose que el primero que se compuso corresponde al siglo XVI, pero las ultimas investigaciones situan el origen del autentico "son montuno" en los finales del siglo pasado. El son se ejecuto en sus comienzos en las zonas rurales de tierra adentro, por lo que se le considera de origen campesino. Se mantuvo solo en la region oriental del pais, hasta que a principios del siglo XX comenzo a difundirse por toda la nacion. El son sale por primera vez de Santiago en 1909 gracias a un grupo de musicos pertenecientes al llamado Ejercito Permanente, los cuales cultivaban el son en su fase primaria, o sea, montuno (una frase repetida, cantada hasta el cansancio), acompanado por un tres (guitarrita de tres cuerdas dobles), una marimbula (cajon, con trozos de flejes metalicos en su embocadura, que hace las funciones de bajo), un par de claves y maracas, arribando a La Habana en mayo de ese mismo ano, y es entonces cuando se inicia s u desarrollo musical y literario. Cuando el son prendio en Cuba (1925-1930) tuvo en los sextetos y septetos el mas adecuado vehiculo de expresion. Esto se debio fundamentalmente a un hecho de caracter economico, pues el apogeo del son coincidio con una aguda crisis economica a nivel mundial en los paises de economia no planificada, por lo que no era entonces facil ni operativo que los musicos vertebraran grupos con muchos ejecutantes como son las orquestas. Por otra parte, los soneros pertenecian al mas pobre sector poblacional. No contaban con recursos para recibir instruccion musical, por lo que la ejecucion de los instrumentos del son -con excepcion de la trompeta- se desplazo hacia aquellos que no requerian de una alta calificacion musical. La trompeta puede y suele tocarse "por casualidad", dicen, "pero no de oido". Cosa bien distinta es la que ocurre con el tres, la guitarra, el bongo, las maracas, las claves, la botijuela y contrabajo, que son los instrumentos del son en el sexteto. Por eso esta agrupacion alcanza bastante postin cuando se le incorpora la trompeta. Y una de las mas altas figuras en la ejecucion de este instrumento lo es sin duda Felix Chappotin, fundador del formato septeto. Es significativa la feliz coincidencia de que un ano despues del nacimiento de Chappotin (31 de marzo de 1908) se diera a conocer el contagioso ritmo en La Habana y que poco tiempo despues el llegara a ser una de las figuras representativas en su difusion e interpretacion. Desde la etapa de oro del son (1924-40) hasta los ultimos anos de su vida en 1983, este extraordinario trompetista se mantuvo vigente en el cultivo de ese genero musical danzario. Hijo de Natalia y Julio, ama de casa y tabaquero, respectivamente, Felix Chappotin sintio inclinacion hacia la musica desde muy temprana edad. Sus primeros estudios musicales los realizo con el profesor Venancio Gonzalez, quien ademas era su mentor. Su primera actuacion como musico fue con la Banda Infantil de Guanajay a la edad de 11 anos, ejecutando la caja, despues la tuba, el oboe, el bombardino, el cornetin y por ultimo la trompeta. Despues integraria la Estudiantina Orquidea y la Chambelona, ambos gru pos de Guanajay, que por las epocas de carnaval solian acompanar a las comparsas. Siendo aun muy joven decide regresar a su natal Habana para integrarse al sexteto Colin, agrupacion con la que empezo a tomar renombre por los terrenos de la Playa de Marianao y en donde se daba una especie de feria pueblerina permanente: terminal de las diversiones de los trasnochadores, donde se expendian alimentos y bebidas alcoholicas en pequenos kioskos ambientados por cantadores de musica campesina y, fundamentalmente, sextetos y septetos de son. Los musicos que amenizaban el jubileo popular de cada noche en ese centro de recreacion recibian en algunos casos una modesta remuneracion por parte de los propietarios de dichos establecimientos, en cambio otros dependian fundamentalmente de la generosidad de los visitantes a dicho lugar, los cuales se deleitaban escuchando las interpretaciones soneras colmando de monedas el plato o el sombrero cuando alguno de estos musicos se los acercaban. En estos menesteres Chappotin era el encargado de recibir los emolumentos. El se paraba en el centro de la plaza con la trompeta en la mano y soltaba largos solos despues de cada son; luego se quitaba el sombrero y lo pasaba. Habia momentos en que necesitaba vaciar en un saquito lo obtenido a medio recorrido, porque era mucha la gente que le complacia con tal de que el siguiera "inspirando" en su trompeta. Lo cierto es que la mayoria de los soneros que pululaban por ese ambiente eran muy queridos y apreciados en su arte, tanto que a ese recinto con aspecto de feria pueblerina lo catalogaron como la "Academia del son cubano". Agrupaciones celebres transitaron en esa Academia de la Playa Mariano, entre otras: Sexteto Bolona, Sexteto Matancero de Isaac Oviedo, Estudiantina Vaquero, Dulzura de Enterpe, Sexteto Tipico Cubano, Sexteto Enrizo, Sexteto Tanque Mora... en los que, ademas, participo con su trompeta el maestro Chappotin. De ahi que esos terrenos playeros esten intimamente ligados al desarrollo artistico de nuestro heroe. Vale aclarar que en el referido sitio existian tambien tugurios de mala muerte, con excepcion del cabaret Pennsylvania -exclusivo para blancos- y el Panchin, entre ellos el popular Pompillo en el cual trabajo Felix Chappotin. Eran tiempos dificiles y el musico profesional se las veia duras para encontrar ese trabajo seguro que le permitiera un desahogo monetario. Alli, precisamente en el Pompillo, uno de los fundadores del afamado Sexteto Habanero, Felipe Nery Cabrera detecto la calidad musical de Chappotin, y despues de convivir con el le invito a formar parte de tal agrupacion. Era 1927, estaba por iniciar el ahora septeto una gira nacional, pero al tener la valiosa colaboracion de Chappotin decidieron antes de salir a los caminos grabar un disco con el joven trompetista, quien veia asi como su carrera artistica iba adoptando ribetes de profesionalismo. Inicia el septeto su gira artistica por el interior de la isla y al hacer escala en determinados pueblos (si este tenia banda de musica) Chappotin, despues de cumplir su trabajo, se enrolaba en la banda y ejecutaba todos los instrumentos de aliento para sorpresa y asombro del publico, de los musicos de la banda y de sus companeros del septeto, los cuales les prodigaban fuertes aplausos. La fama de Chapottin adquiria ya a principios de la decada de los treinta dimensiones de fabula y leyenda. Son aun muy comentadas sus participaciones en la comparsa Los Dandys, de su barrio habanero de Belen. Se dice que en noches de carnaval aparecia Chappotin a la cabeza del contingente con su metalico instrumento sacandole briosas notas al compas de los tambores, cencerros, tumbadoras y sartenes de la mitica conga habanera, la cual dirigia su hermano Miguel y un tal Julio Lastre; misma comparsa en la que participaban excepcionalmente el gran tamborero, autor musical y bailarin Chano Pozo y la sin par Rita Mon taner. Siento un bombo mamita me estan llamando si, si, son los Dandy Era el tema musical que coreaban los mas de 60 participantes de la comparsa, mientras que al conjuro de ese canto y la coreografia de reminiscencia afro se producian las inspiraciones de Chappotin. En el transcurso de los treinta vemos a Felix Chappotin como miembro de agrupaciones tales como Munamar, de Izquierdo Ramos; Agabama y Universo de Abelardo Barroso; Anacaona, de Concepcion Castro; Carabina de Ases, de Mariano Osamendi; Conjunto America, de Elpidio Piedra; Conjunto Jovenes del Cayo, de Domingo Vargas; Septeto Bolero 1935, de Tata Gutierrez, y La Gloria Cubana, de Feliciano Garcia. A partir de la decada del cuarenta el jazz irrumpe en el medio cubano. Con esta expresion llegan nuevas y valiosas aportaciones para el son y en la lucha por mantener el binomo tradicion-contemporaneidad nacen los "combos", formato orquestal que incluyen, ademas de toda la bateria afrocubana (tumbadoras, bongo, pailas, tambores bata), piano y bajo, una seccion de metales al estilo jazz band (saxofones, clarinetes, trompetas y trombon) que de inmediato se ponen de moda en los numerosos cafetines, bares y peq uenos cabarets que se abrieron por aquellos tiempos a la par de una bonanza economica. Es a principio de esa decada que Arsenio Rodriguez, El cieguito maravilloso, aparece con su combo Todos Estrellas, el cual incluia entre sus cuatro trompetas la de Felix Chappotin, quien con sus ideas y su manera de "soplar" ampliaba las posibilidades armonicas del conjunto y modernizaba los arreglos del pianista Luis Lili Martinez Grinan. El pueblo cubano, conocedor profundo de su musica, dio enseguida la bendicion a esta nueva agrupacion, por lo que Arsenio y su constelacion musical muy pronto elevaron el son a alturas insospechadas. Por esa epoca los bailadores comparaban a Chappotin con Louis Armstrong. Tal similitud no era nada ociosa. Chappotin, al igual que el trompetista de Nueva Orleans, tenia esa facultad para la percepcion de ideas y sonidos que flotaban en el aire y que a nadie le interesaba recoger. Era un hombre todo pulmon, todo talento y toda inspiracion que aparentemente de la nada sacaba los sonidos mas puros de la trompeta sonera poniendolos justo en el corazon de la gente y en sitios inalcanzables para sus colegas. A fines de 1949 Arsenio Rodriguez decidio marchar a Estados Unidos y traspasar el encumbrado conjunto a nombre de Felix Chappotin. Cumplidos los requisitos del caso, el afamado trompetista tomo posesion del mismo en enero de 1950, le puso su nombre y mantuvo el mismo formato musical que su predecesor. Las noches de vida intensa, el frio de las madrugadas y el esfuerzo prodigado en su instrumento fueron quebrantando la salud del "Armstrong" cubano quien, tras muchos exitos obtenido en Cuba y el extranjero, tuvo que aparcar su trompeta definitivamente el 21 de diciembre de 1983 a la edad de 76 anos. .