SECCION CULTURA PAG. 34 BALAZO: PURO CUENTO CABEZA: Gatico-Gatico CREDITO: SEVERO SARDUY Escritor cubano de exuberante y barroco lenguaje, Severo Sarduy murio en Paris en 1993 a los 56 anos de edad, dejando tras de si la estela de una obra magnifica en la que Gatico-Gatico se revela como su unica incursion en la literatura infantil. En Mexico fue publicado por CIDCLI y el Consejo Nacional para la cultura y las Artes. A continuacion como boton de muestra ofrecemos un fragmento de esa historia escrita especialmente para la coleccion EnCuento. Habia una vez un gato. Pero un gato tan chiquito, tan chiquito, que no se sabia que nombre ponerle. -¨Como lo llamaremos? -preguntaba la madre gato inquieta, mientras le ponia un abrigo de lana para que no cogiera frio y lo mecia suavemente entre sus brazos. El padre gato, gordon y vestido de cuello y corbata para el bautismo, movio sus bigotones y, tocandose la sien derecha con una pata, declaro: -Como ningun nombre es lo suficientemente chiquito para el, le pondremos simplemente Gatico. -¨Gatico? -pregunto la madre. Me parece que no es lo bastante chiquito. Entonces, una idea ilumino los ojos anaranjados del padre gato: -Ya se! -maullo con seguridad. -Le pondremos Gatico-Gatico! Paso el tiempo y Gatico-Gatico no crecio. O casi nada. Era una miniatura de gato. Si jugaba en un sillon, desaparecia bajo los cojines; cuando maullaba, se creia que era el grito de algun pajarito perdido. Un dia, un perrote pelirrojo, con la nariz chata, la cola enroscada y la lengua negra, lo tomo por un raton. Lo persiguio por todo el jardin y, cuando Gatico-Gatico no pudo correr mas, la fiera le cayo a mordiscos. Pero era solo para jugar. Ese dia Gatico aprendio como se juega. Corria y corria, para que el perrote lo persiguiera, y entonces se quedaba inmovil, haciendose el muerto; cuando el perrote, desconcertado, se iba, Gatico-Gatico daba un salto y se lanzaba a correr, mas rapido que la primera vez. Los dos se echaban a reir. .