SECCION ESPECTACULOS PAG. 39 BALAZO: HETERODOXIAS CABEZA: El futuro de los musicos puente CREDITO: DAVID CORTES Hace ya muchos anos, en el primer numero de la revista Sonido (noviembre 1976) y al lado de un texto acerca de Dizzy Gillespie, tambien aparecio una entrevista con Mario Lavista. El compositor decia, entre otras cosas, lo siguiente: "para cada persona la musica en un valor estetico referido a los elementos que integran su cultura. Sonoro es todo cuanto percibimos, pero musical es lo que entronca con las posibilidades de percepcion de un individuo". Fue un primer acercamiento a los conceptos de Lavista; pero su musica permanece distante, practicamente inaccesible. En ese entonces, guiado mas por la ingenuidad que por la certidumbre, pense en la posibilidad de encontrar en su obra algunos elementos que enlazaran el ala academica, aparentemente menos rigida, representada por el, con estratos sonoros de indole popular o masiva. Ello se fundaba en algunos ejemplos, siendo el mas notorio el de Philip Glass quien en la primera mitad de los setenta habia grab ado Music in Twelve Parts. Han sucedido muchas cosas en la musica, principalmente un proceso de hibridacion mediante el cual se han gestado diversas innovaciones, pero aquella esperanza incubada en 1976 sigue sin cristalizarse. Recientemente se editaron en disco compacto algunas de las obras de Lavista, albumes tan dificiles de conseguir que la nota periodistica en la cual se consignaba el hecho ni siquiera mencionaba la casa editora. Pero no solo de esa manera es inaccesible la musica de Lavista pues lejos de buscar, ya no la masividad sino al menos algo de difusion, sus trabajos se han impregnado de un abstraccionismo excesivo en los cuales resulta casi imposible encontrar lo que el compositor quiere comunicar. Muy su derecho. Sin embargo, lo preocupante es que se haya olvidado de los nuevos compositores, de aquellos que en un momento y sin pretenderlo, habran de ser sus continuadores. En este punto pienso en un par de compositores jovenes que por diferentes vias han iniciado ese acercamiento que en otros paises ha dado tan fecundos ejemplos y consistente en hurgar en sonoridades contemporaneas como el jazz y las musicas del tercer mundo para fundirla con lo clasico. Uno de ellos es Alejandro Velasco cuyo disco Arcana, de gozar del favor oficial, podria convertirse en un parteaguas. El otro es Eduardo Soto Millan que en Musica del Interior ha apostado al espiritu de los tiem pos modernos para configurar una obra que si bien parte del terreno formal o academico, no excluye las mundanidades del jazz, la obsesion del minimalismo o las sofisticaciones de la electronica. Resultado: musica intima, viva, dotada de personalidad; sonidos que no se avergenzan de participar de una copula y de perder su pureza. ¨Que sucederia si Velasco o Soto Millan contaran con mayor apoyo? ¨Optarian por ampliar aun mas sus miras para enlazar expresiones populares con sus conocimientos academicos? Es un momento interesante el generado por esta fusion, sin embargo en el horizonte esta la sombra del caso de Mario Lavista que en lugar de expanderse en beneficio de todos, decidio contraerse para satisfacer a unos cuantos. ¨Hacia donde girara la tuerca? .