SECCION CULTURA PAG. 34 CREDITO: Hector Rodriguez Morales CABEZA: El honor de Dios "Yo era un hombre sin honor. Y de pronto tuve uno; un honor que jamas me hubiera imaginado que tendria que adoptar como mio: el honor de Dios". Estas palabras resumen la grandeza de Tomas Becket, arzobispo primado de Inglaterra en tiempos del rey Enrique II, su amigo y su verdugo; tambien explican, por cierto, su muerte. Becket o el honor de Dios es una obra del dramaturgo frances Jean Anohuil, escrita en 1959 y llevada posteriormente al cine, lo que le ha valido cierta celebridad. Se trata de un melodrama extrano y perturbador que cuenta las relaciones entre un joven sajon y el rey Enrique II de Inglaterra, de la dinastia de los Plantagenet. Segun el drama, este rey estaba enamorado de Becket, un hombre inteligente y honesto empenado en una busqueda obsesiva del honor, pero incapaz de amar otra cosa que no fuera el deber; el rey, en cambio, sobrellevaba con dificultad sus pesadas responsabilidades y solo encontraba alegria en la compania de Becket. Como resultado de esta amistad y de una confianza ilimitada, Enrique II lo nombra primero canciller y despues arzobispo primado de Inglaterra. Con el primer nombramiento, que lo sorprende, Becket se convierte en el guardian mas celoso del honor del reino y el aliado mas fiel del rey, que interpreta equivocadamente esta dedicacion como predileccion. Para Enrique Plantagenet, el segundo nombramiento le sigue naturalmente al primero y en suma no es sino una maniobra para someter al rebelde y poderoso clero de Inglaterra; para Becket, en cambio, es una verdadera catastrofe y se lo dice al rey: Es una locura, mi senor. No hagais eso. Yo no podria servir a Dios y a vos. Esto al rey le parece un escrupulo exagerado y no lo toma muy en serio, pero Becket sabe bien que ningun sirviente puede quedarse con dos patrones, ya que entonces vera con malos ojos al primero y querra al otro, o se apegara al primero y despreciara al segundo (Lucas 16,13; Mateo 6,24). Por consiguiente, el flamante arzobispo devuelve el sello de los tres leones, insignia de la cancilleria del reino, y se consagra con pasion a su nueva encomienda. La obra ha sido tomada comunmente como una leccion de integridad y celo, pero sobre todo de congruencia personal. Becket asume cada una de sus responsabilidades de la forma mas cabal que le es posible, y considera que servir a una causa superior, cualquiera que esta sea, constituye en si mismo un honor y un privilegio. Al ser nombrado arzobispo, Becket entiende que su nuevo "jefe" es Dios y no Enrique II, a quien simplemente deja de lado, y que su nueva responsabilidad es mayor que su funcion politica anter ior pues tiene que cuidar un reino mas grande que Inglaterra, el reino del Cielo, y proteger a un pueblo mas numeroso: el rebano de Dios. ¨Pero es que un sacerdote no tiene el derecho y aun el deber de involucrarse en los asuntos politicos de su grey? Sin duda, pero no para pugnar por soluciones politicas sino religiosas, no para cambiar el orden social establecido sino para salvar el alma de los hombres, no para hacer valer razones de estado sino las razones del Evangelio. Por eso resulta lamentable que algunos hombres dedicados al culto religioso lleguen a sentirse estrechos en sus habitos, y presionados por su espiritu guerrero y libertado r sientan, como el rey de Inglaterra en el cuarto acto de esta obra, que el honor de Dios es algo sumamente incomodo. El drama termina con la muete de Becket a manos del hombre que lo amo, y que despues lo glorifica por razones de estado. El arzobispo fue congruente hasta el ultimo minuto con su investidura religiosa, la que acepto con plena conciencia de sus limitaciones, pero sobre todo de su trascendencia, y el rey fue fiel a su pasion personal y a su condicion politica hasta matar por ellas. Al final, los nombres de los dos se confunden en la historia de Inglaterra, ya que la muerte de Becket unifico a sajones y norman dos, mientras que la infamia de Enrique II le abrio las puertas de la santidad al hombre que fue su mas digno adversario. .