SECCION ESPECTACULOS PAGINA 39 CABEZA: ZONA DE TOLERANCIA SECUNDARIA: DE PASO CREDITO: CESAR SILVA GAMBOA Tendriamos 15 o 16 anos, no recuerdo bien. Por ese tiempo, los tres acababamos de entrar en prepa y habiamos entablado franca competencia para ver quien era el primero en mandar a volar la virginidad, el quinto, como le deciamos. A los tres nos resultaba bastante embarazoso tener que admitir nuestra castidad ante los que se anunciaban como probados y precoces machos, razon por la que decidimos probar nuestras armas lo mas pronto posible, fuera como fuera. Intentamos establecer n pero la cos a siempre iba demasiado lenta, habia que sudar no se cuantos meses la manos antes de mojar los vientres. Cada uno trato por su lado, pero nada, no podiamos lograr que las noviecitas aflojaran. Frustrados y calientes -porque a esas edades vaya calores que le agarran a uno- hicimos una vaquita, no habia mas que conseguir una pecadora para que nos hiciera el trabajito. No se cuanto logramos juntar en una semana entre ahorros y taloneo, el caso es que solo nos alcanzaba para que uno pegara el brinquito, por sup uesto con una puta mas o menos. Un dia, saliendo de clases nos lanzamos directo a la pesca, un volado decidiria quien habria de ser el afortunado. Llegamos -recuerdo- a las calles de Sullivan como a eso de las seis de la tarde, escogimos la que nos parecio la mejor, le preguntamos, regateamos, lanzamos nuestras monedas al aire, el disparejo ganaria. Al darse cuenta de la eliminatoria, Rosy -asi se hacia llamar- lanzo una proposicion: "Juntense unos billetes mas y los tres le pasan conmigo, estoy en oferta". Le ofrecimos el resto y, para nuestra sorpresa, acepto: "Orale, nomas porque entre las piernas traigo un letrero que dice [se reclutan quintolones/. Venganse, el hotel esta a unas cuadras (Hotel Mallorca, Serapio Rendon 119, San Rafael. N$ 105). Ustedes lo pagan, eso es aparte, ya quedamos; a ver si nos dejan entrar a los cuatro juntos". Pues no, no nos dejaron, el encargado dijo sin titubeos: "Uno que suba y los otros dos que esperen. Cuando baje el otro, el otro que suba. šEsta bien?" Nerviosos, Rafael y yo esperamos en la salita de la recepcion en tanto que Israel subia a disparar el primer tiro de su vida. Como a la media hora bajo, radiante y saboreandose a la mujer como si aun la tuviera empiernada, solo susurro "esta a toda madre" y enmudecio, me imagino que tratando de retener las imagenes y las sensaciones. Le palmee la espalda y me jale hecho la raya para el cuarto. Toque y me abrieron la puerta unos pechos, gigantes, rotundos, jovenes, no vi mas que eso, me dejaron tan estupido que no atinaba ni a desabrocharme el pantalon, no les quitaba la mirada de encima. "Apurate, papacito, que haces ahi parado nomas mirandome. Ven montate rapido que tengo que salir a trabajar de nuevo". Y como ordenes son ordenes, tan rapido como en pelicula muda me le fui encima. Creo que ni cinco minutos me tarde en el estreno, se me hizo muy poco, asi que me hice el occiso y me segui meneando como si nada hubiera pasado hasta conseguir el segundo de la jornada. No reparo en nada, solo me dijo: "Anda, bajate rapido por tu am igo". Y como ordenes son ordenes, baje en un tris por Rafael: " Orale, te toca ya te la canse un poco!", le grite a media escalera. Mas tarde yo en bajar que el en subir. Ni tres minutos habian pasado cuando ella aparecio en la recepcion. Sentados, con nuestros cuadernos y libros sobre las rodillas, nos le quedamos viendo exigiendo una respuesta, y nos la dio: "Quedamos en que serian tres, šno?, dos que tu te aventaste -me dijo senalandome con el indice-, y otro de este hacen un total de tres. Su amigo ya m e pago, se quedo arriba viendo la television". .