SECCION INF. GRAL. PAG. 6 BALAZO: LOS HECHOS Y LOS MITOS CABEZA: PRD: ¨milonga o harakiri? CREDITO: GUSTAVO HIRALES (SEGUNDA Y ULTIMA PARTE) es de senectud, la del PRD de adolescencia". ¨Sera? Cuauhtemoc Cardenas, el llamado "lider moral" del partido, tampoco acepta las tesis de Aguilar Zinzer. Rechaza, dice Proceso (no. 964), que el Partido de la Revolucion Democratica este en decadencia y que el movimiento que ha encabezado este perdiendo presencia: "Seguimos siendo mayoria los que queremos el cambio democratico". Y al mismo tiempo se niega a debatir las criticas y los planteamientos que hace Zinzer en su libro Vamos a ganar. Ya desinflada su aspiracion de reventar al gobierno electo el 21 de agosto, todavia hace premoniciones sobre el futuro: el cambio democratico vendra antes del ano 2000. En un pais que aun no consigue deshacerse de la cultura de los ayatolas y ayatolitas, cultura que inunda los mas diversos medios y ambientes, Cardenas se aferra a reproducir su papel de esfinge silenciosa, de sacerdote intocable que no pela los cuestionamientos que se le hacen, pues ello implica "rebajarse", darle al critico un nivel que no tiene. Piensa que callando se pone a la altura de su padre el general, sin darse cuenta de que aquellos silencios estaban llenos de significados, mientras que estos solo muestran falta de ideas o temor de exponerse publicamente. Sea de ello lo que fuere, lo cierto es que el PRD en la lengua lleva la penitencia. Dice Porfirio que la crisis del PRI es de senectud, mientras que la del PRD es de adolescencia. Pero muy adolescentes no son el, ni Cuauhtemoc, ni muchos otros, aunque a veces se comporten como tales. Me refiero a que el PRD, siendo en efecto un partido nuevo, agrupa en su seno a fuerzas muy disimbolas, desde algunas efectivamente jovenes en el escenario politico, hasta grupos y personalidades bastante vistos y aplaudidos, n o por marginales menos manosos. Y lo que une a estos grupos tan distintos, desgraciadamente, no es lo nuevo, sino lo viejo: viejas ambiciones del poder, viejas nociones de la politica y de su practica, viejas inclinaciones al mitote y al enredo, viejas creencias y supersticiones, segun las cuales basta por ejemplo demandar democracia y autonombrarse democratico para primero, en efecto, volverse democratico, y segundo, que la gente, los electores, crean en la autenticidad de su demanda democratica. No todo el PRD es deudor de estas concepciones, pues existen a su interior sectores que tienen otra historia y han venido elaborando otra nocion de la politica, como los provenientes del PSUM que se agrupan en torno de Gilberto Rincon Gallardo, Raymundo Cardenas, Amalia Garcia, Alejandro Encinas; provenientes de otro origen, pero coincidentes, estan Carlos Navarrete, el propio Jesus Ortega y otros dirigentes. Este sector se esfuerza, no sin vacilaciones y concesiones a los gesticuladores, por darle a la pol itica opositora y de izquierda un rostro de modernidad programatica del que hasta ahora ha carecido. Un enfoque de largo plazo que le permita al partido mantener constancia y coherencia a traves de las distintas coyunturas y escenarios politicos. Pero desafortunadamente este sector esta lejos de ser hegemonico en el PRD. Lo que alli prevalece es esa mezcla de radicalismo y oportunismo acomodaticio, totalmente instalado en la pequena ambicion, el gesto teatral y la pereza mental, que encarna en algunos de sus principales dirigentes y le da su actual coloracion a ese partido. Todo esto se muestra, como en una radiografia, en Michoacan. ¨Que pasa en Michoacan? Yo lo veo asi: a diferencia del sexenio anterior, cuando el PRD estuvo practicamente vetado para ganar gubernaturas, ahora se abre la expectativa de un trato distinto, mas imparcial, por parte del gobierno del presidente Zedillo. Michoacan ya no seria solo el corazon politico del PRD, sino tambien la probabilidad de una victoria electoral asumida, de darse, por el gobierno central. Cristobal Arias, precandidato en punta, ca pta lo nuevo de la situacion, y busca entrevistarse con el presidente electo para materializar el nuevo trato. Eso es tomado por sus enemigos internos como prueba irrefutable de transa y traicion, y desde entonces empieza la campana, mas difamatoria que politica, que culmina con el intento de Leonel Godoy de arrebatarle a Cristobal la direccion del partido, y las secuencias que ahora analizamos. Antonio Soto, el candidato del grupo cristobalista, gana la eleccion interna de manera contundente, y de inmediato el otro grupo clama fraude electoral y empieza una nueva campana, ahora para desacredita r la eleccion y cambiar sus resultados. Como se sabe; las cosas ya han llegado a extremos de agresion fisica, porril, del grupo perdedor contra los ganadores. Ya hay denuncias penales y acusaciones mutuas entre ambas facciones. Es evidente que a quienes estan armando el escandalo, antes de que el PRD defina su candidato y entre en campana, no les interesa lo mas minimo las expectativas del partido en la lucha electoral. Lo que les interesa es denigrar y destruir al enemigo interno, aunque el partido como tal quede hecho un asco ante la opinion pu blica y el electorado. En estas circunstancias no es muy dificil darle la razon a Aguilar Zinzer: el PRD se descompone mas rapido que el PRI, y no se ve claro que es lo que puede poner un alto a este proceso. Lo peor de todo es que la suerte del PRD no afecta solo al partido o a sus militantes: afecta al pais, a su orientacion social, a una gobernabilidad democratica que solo puede encontrar sus nuevos puntos de equilibrio, si las aspiraciones y demandas de izquierda tienen una representacion de acuerdo a su historia y a su ampli tud actual. .