SECCION ESPECTACULOS PAGINA 39 BALAZO: SE ALZA EL TELON CABEZA: RABINAL ACHI: HERMOSO DRAMA PREHISPANICO CREDITO: MALKAH RABELL No se si puede considerarsele teatro autentico lo que encontraron los espanoles a su llegada a la nueva tierra. Pero indudablemente tenia elementos teatrales y maestros que ensenaban a mozos a cantar, bailar y taner instrumentos musicales. La descripcion que hace Fray Diego Duran en su Historia de los indios de la Nueva Espana del Baile a la Diosa de las Flores nos muestra que este tenia preciosos elementos, como sus jovenes vestidos de pajaros y mariposas, trepando en arboles artificiales y liban do la miel de las rosas, en tanto un cortejo de dioses los persigue con sus cerbatanas... Asimismo, Fray Diego Duran describe una representacion melodramatica donde aparece un indigena disfrazado de diosa Xochiquetzalli, tejiendo en su telar, mientras alrededor bailan los oficiales con disfraces de monos, gatos, perros, leones y tigres, llevando cada uno en la mano la insignia de su arte. Los poemas frutos de aquellos concursos poeticos de los nobles aztecas reunidos en el manuscrito Los cantares mexicanos entre 1532 y 1597 no dejan de presentar muchos de ellos (el doctor Garibay calcula 30) elementos melodramaticos, ya que llevan la indicacion de ser acompanados por "uno, dos o tres tambores" y sus temas indican constantes cambios de persona y situacion, o sea en forma de monologo o dialogo, acompanados de un coro que se repite sin cesar. Los conquistadores encontraron manifestaciones teatrales, tanto entre los aztecas como entre los mayas. Su expresion teatral se expresaba en un terraplen cuadrado, descubierto, situado en la plaza del mercado o en el atrio de algun templo. Hasta poseian los emperadores aztecas una sala ex profeso para representaciones llamadas "mixcoacalli". Muy poco nos queda de los textos de aquellos espectaculos, textos que se transmitian oralmente de generacion en generacion, y que al prohibir la Iglesia las repr esentaciones idolatras se fueron perdiendo en el olvido. En cambio, nos quedan testimonios de la habilidad histrionica de aquella antigua raza desligada del resto del universo de su epoca, que nos cuenta el padre Jose de Acosta en su Historia moral y natural de la Nueva Espana: "Salian los representantes y haciendose los sordos, respondiendo adefesios, tosiendo los arromadizos, cojeando los cojos, con lo que hacian reir grandemente al pueblo". Muy poco de los textos perdidos se pudieron encontrar. De las obras prehispanicas apenas se conocen tres, y no todas son completamente originales. La farsa de origen nicaragense, en idioma nahuatl, El Gegense, data de la epoca posterior a la conquista, mas conserva todos los rasgos de lo arcaico y ciertos autores la consideran adaptacion a lo colonial de una farsa indigena, Ollantay, originaria del Peru, y solo nos queda, de origen maya, la mas perfecta de las tres: la tragedia del Varon de Rabinal o Rabinal Achi. La obra llego hasta nosotros gracias a la paciente labor del abate frances Carlos Esteban Brasseur de Bourbourg, parroco de Rabinal, un pequeno pueblo de Guatemala. Ese cura, en 1855, consiguio que el indio Bartolo Ziz se lo dictara. Este ultimo era antiguo actor del drama y dijo haberlo aprendido por tradicion, por "orden" de su padre y de su abuelo, que a su vez lo habian representado 30 anos antes. Ademas de la traduccion francesa del padre Bourbourg fue realizada otra por el profesor Georges Reynaud, que sirvio de base a la espanola del escritor guatemalteco Luis Cardoza y Aragon, hecha por primera vez en 1929, y posteriormente en 1933 por Francisco Monterde, en Mexico. Obra de extrana belleza lingistica, muy reiterativa, arcaica, presenta en sus personajes una riqueza psicologica digna de cualquier teatro de cultura avanzada. Escrita en quiche, propicia el paralelismo en la composicion literaria, la repeticion de ideas, palabras, frases o parrafos con textos orientales. La expresion "que el cielo, que la tierra sean contigo" se parece mucho a la expresion biblica "que la paz sea contigo". Una obra de la calidad de Rabinal Achi dificilmente pudo haber sido una manifestacion aislada. Es necesario considerar logicamente que formaba parte de toda una secuencia literaria. Lo que hace muy plausible creer en la existencia de un arte dramatico precolombino. Mas aunque no existiera semejante manifestacion, tendriamos que inventarla. El manuscrito de Los cantares mexicanos presenta multiples posibilidades de dramatizacion. El Popol Vuh da otras con su magia y riqueza lingistica. Si los jovenes directores encontraron un teatro que les enseno a gustar el maestro Francisco Monterde con sus Berceo y su Arcipreste de Hita, con sus mester de juglaria y su mester de clerecia, ahora ¨quien ensenara a nuestros muchachos egresados de las escuelas dramaticas a gustar de un teatro prehispanico, a descubrirlo, y hasta a inventarlo en caso de necesidad? .