SECCION ESPECTACULOS PAGINA 37 BALAZO: NO LLORES POR MI ARGENTINA CABEZA: EVITA: BROADWAY EN CHAPULTEPEC CREDITO: OSCAR SARQUIZ F. La actual breve temporada local de representaciones de la extraordinaria tragicomedia musical Evita brinda al publico de esta ciudad la ocasion insolita de aplaudir una puesta en escena impecable y a la vez que comprobar la considerable distancia que aun media entre nuestros musicomediantes y la gran tradicion de Broadway. Para quienes la mayoria no han tenido todavia la oportunidad de ver una obra musical de las que se mantienen por anos en la mundialmente famosa diagonal llamada Great White Wa y por sus tradicionales luminarias, deberia ser esta una oportunidad irresistible y prioritaria: la mente vacila una vez que descubre el vasto hueco pendiente que ha dejado en nuestros escenarios la relativa carencia de una comparable tradicion teatral de experiencia, bienhechura y profesionalismo, por mas que las mejores representaciones y companias locales hayan accedido ocasionalmente al nivel de lo meramente digno. No asi esta ocasion protagonizada por una compania itinerante que monta, meticulosamente comprimida y respetada en su integridad, la puesta en escena original de Broadway producida por Robert Stigwood y dirigida por Harold Prince de la tercera gran obra del letrista Tim Rice y el compositor Andrew Lloyd Webber. Precedida en la atencion publica por Joseph And His Amazing Technicolor Dreamcoat (aqui rebautizada Jose el Sonador) y la ambivalentemente notoria Jesus Christ Superstar (Jes ucristo Superestrella), esta acertadisima parafrasis de las asombrosas y ultimadamente compadecibles andanzas de la pueblerina Eva Duarte en su esforzado trayecto hasta la cuspide de la popularidad y el poder aparente en su austral pais es lo mejor que realizo esta celebre mancuerna creativa antes de su disolucion. Innovadora y sorprendente en su estructura, sus autores tuvieron la brillante idea de insertar la no menos emblematica figura del joven futuro revolucionario Ernesto Che Guevara en cali dad de critico, narrador y virtual coro griego de un solo hombre. Asi, su virtual antitesis viviente del exacerbado populismo fascistoide que tan deliberada y flagrantemente explotaron al alimon la bailarina tornada locutora devenida primera figura sociopolitica y su no menos ambicioso conyuge y cocaudillo el general Juan Domingo Peron, se convierte en el unico pero intenso e imperativo contrapeso de la hipnotica fascinacion ejercida entre las grandes masas desposeidas, un carisma tan enorme e impactante qu e aun subsiste y reverbera en la interpretacion de la actriz y cantante Kerri Jill Garbis, quien sin parecerse tanto a la famosa figura original como sus celebres antecesoras Elaine Paige y Barbara Dickson, saca adelante su papel con el pulcro profesionalismo que es el mayor atractivo de esta puesta en escena. Por su parte, el rubio Jonathan J. Clark, verdadero astro de la obra en el demandante papel del Che, no desmerece en una interpretacion que carga con el flujo y la ligazon del espectaculo, y de sempenada antes por el talentoso David Essex, entre otros. Ni siquiera la apurada suplencia emergente del corpulento Frank Bachman en el papel de Peron demerita la calidad del montaje. Las segundas partes de Kevin Richard Ayers en el personaje de Agustin Magaldi, el tanguista que llevo a la ambiciosa quinceanera desde su natal pueblito de Junin hasta la deslumbrante capital portena en pos de su destino, y de la excelente cantante Lisa Morris en el papel de la desplazada amante de Peron son apenas eso, segundonas, pero integradas en un trabajo de cuadro en el que la pequena compania, asistida por modica escenografia y copiosas proyecciones, logra evocar a los grupos sociales puestos en pugna por Evita, asi como la fascinante atraccion que sobre las masas ejercia la rubia artificial (que no en balde sera proximamente interpretada en la pantalla nada menos que por su hermana espiritual Madonna). Mencion aparte, y muy subrayable, merece el curioso hecho de que sea esta la primera puesta en escena subtitulada que hallamos visto en escenarios mexicanos: para respetar integramente los textos originales en ingles de la obra que alguna vez representaran en nuestro idioma companias locales encabezadas por Rocio Banquells y alguna fugaz estrella argentina cuyo nombre me evade, se instalaron arriba y abajo del escenario opacas pantallas rectangulares en las que una pasable adaptacion de las letras va corrie ndo sincronicamente con la accion escenica. La inconsciente practica acumulada durante anos de ver cine subtitulado hacen que la operacion se desarrolle sin friccion, y en tanto posibilita presenciar el espectaculo en su plena concepcion original, el recurso es valido. Dudo mucho que haya habido quien suspirase por la puesta en escena en castellano entre el publico que no alcanzo a llenar la amplia sala del Auditorio Nacional. Ojala que el rumor de boca en boca generado por el excelente montaje que arranco aplausos convencidos hara que mas gente tome contacto con Broadway en Chapultepec. Vale la pena. .