SECCION CULTURA PAGINA 35 CABEZA: Sor Juana y las metaforas cansadas CREDITO: EDUARDO LIZALDE* Prosigo con el comentario sobre el poema jocoso de Sor Juana, que como ya he senalado, muy detalladamente comenta Octavio Paz, pues aunque es un trabajo que bien podemos considerar entre las obras menores y circunstanciales, a las que eran aficionados todos los contemporaneos de la monja, lo mismo que todos sus aureos predecesores hispanos, es texto que merece mayor atencion que los de su clase. Ya he dicho que, antes del analisis de OP en sus Trampas de la fe (es de 1982 la primera edicion), no habia encontrado yo, que nadie se detuviera tan certeramente en esos versos pareados, a la manera de Jacinto Polo. Paz apunta el indudable parecido del "retrato" sorjuaniano de Lisarda con el de Polo de Medina: Retrata a un galan a una mulata, su dama; pero sobre todo: "El poema se burla de los terminos con que los gongoristas y culteranos describian a sus damas", dice OP; y agrega: "Esta satira del estilo culterano se hacia dentro del estilo culterano: era una de sus modalidades... "No indicaba una opinion estetica continua OP sino que era un juego literario. El poema es rico en imagenes vividas y chuscas; tambien es cansado: no es posible al menos para el gusto moderno ser gracioso durante cuatrocientos versos a expensas de los rebuscamientos de literatos manieristas". Tiene razon el poeta. Sor Juana, admirada, celebrada, empujada por sus amigos a exponer su gracia y su genio, se prestaba generosamente a estos juegos poeticos, que seguramente divertian a amigos y cultos cortesanos. De todos modos, aunque el poema jocoso hubiera ganado mucho con 200 o 250 versos de menos, hay en el sorprendentes hallazgos, que no eran, como dice Paz, fruto de una declaracion poetica, o una censura estetica del culteranismo, del que Sor Juana es, entre los ultimos herederos de talento, ilus tre hija. Pero a todas luces, y aparte del buen humor circunstancial con que esos versos se escribian, hay en ellos una clara conciencia de que, a esas alturas del final del XVII, todo se habia hecho en esa linea, y que debian cuidarse los poetas de las "metaforas cansadas", como apunta Sor Juana. Y criticando a los repetidores de comparaciones consabidas, consigue en el poema los mejores logros: Que entonces era el Sol nuevo, flamante, y andaba tan valido lo brillante, que el decir que el cabello era un tesoro valia otro tanto oro. Pues las estrellas con sus rayos rojos, que aun no estaban cansadas de ser ojos... Del propio admirado Jacinto Polo hace burla indirecta la gran monja, pues no se hallaban el y los suyos a salvo de todos esos "clises" metaforicos, y no se preocupaban mucho por advertir que las estrellas se habian cansado ya de compararse con los bellos ojos, y que no era ya posible para ningun bardo con algun respeto de si mismo, comparar el coral con rojos labios ni a las perlas con los blancos dientes: Digo pues que el coral entre los sabios se estaba con la grana aun en los labios; y las perlas, con nitidos orientes, andaban ensenandose a ser dientes... Para en seguida prevenirse a si misma (jugando con los versos mas chuscos) de la tentacion consuetudinaria: comparar a la boca con la concha, ya que las perlas son dientes: Y alegaba la concha, no muy loca, que si ellas dientes son, ella es la boca: y asi entonces, no hay duda, empezo la belleza a ser conchuda. No habria tal vez Jose Juan Tablada, de haber reparado en esas burlas de la Decima Musa, escrito alguno de sus menos brillantes haikais: Es mar la noche negra; la nube es una concha; la luna es una perla... Juguetona y no, sin acaso intencion de hacer en serio el trazo de una poetica anticulterana ("que quien a mi me mete en ser censora"), y contra las probables intenciones de Sor Juana, el poema no deja de ser a la distancia bastante aleccionador para quienes prosiguen practicando las metaforas cansadas, liridas primerizos o no, sin advertir: que esta ya tan cansada la hermosura de verse en los planteles de azucenas, de rosas y claveles... Y de que cuando menos, para volver a hablar de la rosa y la azucena, sera indispensable remolerlas cruelmente y buscar otros versos y tiestos literarios para sus trasfondos. * Poeta y escritor .