SECCION CULTURA PAGINA 34 CABEZA: Setenta anos de Pierre Boulez CREDITO: ENESIMO NEMO En alguna de las ultimas entrevistas que se filmaron con Carlos Chavez (se la hicimos mi amigo Julio Pliego y yo en su casa, para el programa 7o. Dia que se trasmitia por Canal 13 en 1974), nos hablaba el compositor de la musica contemporanea. Chavez hablaba del impredecible destino de la musica "nueva" o "revolucionaria" en todas las epocas, pero especialmente subrayaba las dificultades que los compositores de su generacion (nacio el en 1899 y murio en 1978), tenian para comunicarse con el publico, aunque ya cumplieran mas de medio siglo de estrenadas muchas de sus obras. Si el gran publico tradicionalista, conservador por naturaleza, continua resistiendose a la obra de Stravinski o la de Bartok, que para los entendidos se encuentran ya sentados junto a Mozart o Bach en la silleria de indiscutibles genios universales, que podemos esperar de la respuesta general a la musica novisima de Boulez y de otros!, decia el autor de la Sinfonia India. En una palabra, los propios especialistas y vanguardistas no pueden determinar en un momento dado que parte de la musica nueva sobrevivira en el gusto del publico especializado, de los criticos y los historiadores, mucho menos en la devocion del publico grueso. Entre los novisimos ya no lo son, por supuesto, los hombres de la generacion de Pierre Boulez (nacido en Montbrison en 1925), que ha recibido en distintos foros el homenaje por su cumpleanos numero 70. Nino prodigio, al que su padre se empenaba en imponer una carrera cientifica, estudia piano desde los 6 o 7 anos de edad, demuestra facultades excepcionales, pero no logra inscribirse en el Conservatorio parisino sino en 1944, a los diecinueve anos de edad, pero nada menos que en la catedra de armonia de Oliv ier Messiaen, en donde descubre a los mas grandes compositores contemporaneos. De inmediato, el joven genio ingresa tambien a las catedras de Vauraburg y de Leibowitz, para introducirse en los misterios de la musica serial y atonal, bebida en esa fuente de quienes a su vez habian estudiado con Schoenberg y con Webern. A los 21 anos de edad (1946), Boulez recibe el nombramiento de director musical en la compania de teatro de los celebres M. Renaud y J.L. Barrault, y en forma autodidacta se aplica al aprendizaje de la direccion de orquesta. A la difusion y la ejecucion de toda la musica contemporanea se dedicara a partir de entonces, en las instalaciones del Petit Marigny, que consolida en 1954, y se dedica por entero a escribir sus propias obras. En 1955 estrena la mas celebre de sus composiciones Le Marteau sans maŚtre, que para el representaba el rompimiento incluso con los "modernos romanticos" como llama a los compositores de la generacion de Alban Berg, sin que tal cosa significara el desconocimiento de su importancia y sus grande zas. Acaso, aparte de su obra de vanguardia, la mas admirable y fecunda contribucion de Boulez a la musica universal es su extraordinariamente lucida comprension de lo que debe hacerse hoy con la musica de todos los tiempos: ver desde la musica moderna a Wagner, a Ravel, a Bartok, a Stravinsky, es precisamente lo que le permite como ejecutante, como director de orquesta de grandes operas, ofrecer versiones renovadoras, descubridoras y perfectas de todas las mayores creaciones de la historia. Por eso, Boulez procede a una revision tecnica y artistica de la ejecucion de Stravinsky, de Wagner, de Alban Berg mismo, cuya obra maestra, Wozzek, monta por primera vez en Paris (1963), cuarenta anos despues de su estreno berlines en 1925, en una interpretacion que hacia revivir tal opera, concebida dramatica y musicalmente por una inteligencia iluminadora. Lo mismo ha hecho Boulez con las partituras de Wagner (Parsifal, El Anillo de los Nibelungos), de Ravel o de Stravinsky, o sorprendentemente con Liszt y otros compositores cuyas obras no parecian susceptibles de interpretaciones renovadoras. Musico genial, creador genial, es tambien Boulez un interprete genial, como lo son en su linea los grandes atrilistas o cantantes, bajo cuya mano parecen convertirse en "otras" nunca oidas las composiciones que conocemos de memoria en ejecucion de numerosos interpretes. En su cumpleanos, y al frente de la London Symphony, Boulez ha celebrado su aniversario en el Carnegie Hall de Nueva York, ofreciendo junto a sus propias obras, muchas clasicas de Webern, de Ravel, de Stravinsky, de Berg o de Messiaen, durante el mes de abril de 1995 .