SECCION CULTURA PAGINA 33 BALAZO: PARADEROS LITERARIOS CABEZA: DERROCHE DE SIMPATIAS Y ADMIRACIONES CREDITO:IGNACIO TREJO FUENTES A Ricardo Garibay (Tulancingo, 1923), le toco ser becario del Centro Mexicano de Escritores junto a Juan Rulfo, Ali Chumacero, Juan Jose Arreola, Luisa Josefina Hernandez y Miguel Guardia. El hidalguense cuenta en uno de sus libros que en ese tiempo se fraguo su destino de escritor, el que ya no habria de abandonar. La literatura de Garibay es una de las mas nutridas e importantes de Mexico. Ha escrito lo que me parecen obras maestras: Beber un caliz, La casa que arde de noche, Tr iste domingo, entre otras. Por si la literatura de Garibay no fuera suficiente, la enriquece con episodios de su propia vida. Ha hecho casi de todo, conocido a la gente mas disimil y enfrentado las situaciones mas inverosimiles. Y eso lo cuenta en algunos de sus libros, del tipo de Como se gana la vida. Su reciente publicacion, Paraderos literarios (editorial Joaquin Mortiz) complementa por absoluta fortuna aquellas vivencias. Garibay se declara lector empedernido, y su nuevo libro viene a ser una suerte de cuaderno de bitacora donde confiesa sus preferencias y, a veces, sus fobias. Hace un recuento verdaderamente memorioso de sus lecturas, y lo hace con pasion, sin treguas, de manera que al leer su libro uno tiene la certeza de que no ha leido lo suficiente, que la vida no alcanza para llegar a tanta sabiduria. He oido decir que Ricardo es, en lo personal, un tipo de lo mas sincero, a veces iracundo. Pero por lo que dice en Paraderos literarios no lo parece; al contrario, hace un derroche de simpatias y de admiraciones. Luego, esa pasion lectora contagia e involucra. Por supuesto, a estas alturas, la escritura de Ricardo Garibay alcanza niveles de maestria, y si revolvemos esta cualidad con los materiales que maneja, no queda sino reconocer en esta obra uno de los momentos cumbre de las letras nacionales que no puede ignorarse por ningun motivo. No podria decir que texto de los que integran el volumen me impresiona mas, porque cada cual es envidiable. Hay, por ejemplo, uno que es un juego, porque el autor plantea como es posible viajar por el mundo a traves de la lectura de cuentos. En fin, Paraderos literarios es una leccion de vida y de lecturas: si lo leemos nos sentiremos obligados a tratar de leer los libros de otro modo. El riesgo vale completamente la pena. .