PAG. 28 SECCION: INTERNACIONAL CABEZA: Oklahoma: el temor fobico CREDITO: MARTHA AGUILAR La onda expansiva del bombazo en Oklahoma no ha terminado su efecto destructor, aun le quedan ciertos blancos por alcanzar, los candidatos que entraran a la competencia electoral por la Presidencia de Estados Unidos. Los hechos en la tranquila ciudad de Oklahoma han atrapado por completo a los pocos candidatos nominados para esa contienda, aunque no ha pasado lo mismo con el presidente Clinton, quien aparecio ante los medios asumiendo el problema del atentado como un asunto si no personal, por lo menos del gobierno, de la Casa Blanca. La situacion se torna dificil en tanto que este atentado ha tocado las fibras mas sensibles de la sociedad norteamericana y de su gobierno: la clase media trabajadora y sus hijos, los mismos por los que Clinton prometio trabajar duro durante su campana para ganar la Presidencia. Ante los hechos, la administracion norteamericana se enfrenta a un gran desafio lanzado por esos terroristas anonimos. Tiene que actuar a contra reloj para recuperar confianza en su poblacion. Tiene que demostrar a cada segundo que pasa (y que puede ser vital) que es capaz de responder con efectividad en una situacion como la que vive hoy; tambien debe probar que puede brindar proteccion inmediata a sus ciudadanos y sus bienes. De no hacer todo esto, se exhibiria como un gobierno que sufre toda la debilidad e indecision en momentos cruciales. Quiza aun la ciudadania norteamericana no sale del shock que produce este tipo de hechos; es probable que aun no capte los esfuerzos de su gobierno por intensificar su proteccion. Lo que si, tal vez sienta que se extiende la sensacion de inseguridad de las grandes urbes a cada una de las calles de sus tranquilas ciudades. Esto se comprueba al escuchar en los medios a los pobladores de Oklahoma: "esto sucede en Nueva York, tal vez en Los Angeles, pero no aqui". La respuesta de Clinton a su sociedad sobre este atentado logro amortiguar un poco el impacto: "recen por sus amigos y familiares mientras nosotros trabajamos", al tiempo en que se transmitia esa cruel discrepancia entre las capacidades de la nacion y la realidad resultante del atentado. Hasta ahora, la administracion va comprando tiempo, las imagenes en los medios electronicos no han ido mas alla y para su fortuna no han cuestionado la capacidad del gobierno ante los hechos. Por lo pronto, la aplicacion de las medidas antiterroristas van cumpliendo con su cometido al propiciar un poco de seguridad ante lo impredecible. Las promesas del Presidente sobre la apliciacion de justicia y las medidas de seguridad, tienen como objetivo combatir esa sensacion de temor publico. Walter Reich, en su libro Origenes del Terrorismo, senala tres elementos que propician esta sensacion de miedo: al observar los crueles efectos de un atentado terrorista, la sociedad puede experimentar un "terror fobico" ante lo impredecible (lugar, tipo de vicitmas, procedencia de la amenaza). Otro elemento, es la gravedad de las consecuencias, la muerte que recae en victimas inocentes. El ultimo componente, es la sensacion de falta de control, cada ciudadano puede sentirse una victima potencial de un atentado a cualquier hora. Ante la supuesta ineficacia de las autoridades de su pais para afrontar las amenazas, se activa el resorte del temor. Nada mas contundente como las palabras de un padre de familia en Oklahoma ante su hijo moribundo: "como saber si puedes irte tranquilo al despedirte de tu hijo en la guarderia". El tiempo para demostar todo eficacia, seguridad, justicia, tranquilidad, proteccion se va agotando. Clinton tendra que entregar culpables a su sociedad muy pronto. El y los miembros de su equipo saben que la administracion y su trabajo podrian estar en peligro si no lo hacen. Su prestigio y autoridad nacional estan comprometidas a superar este desafio. La forma en que el Presidente y su staff manejen la situacion de Oklahoma y de otras posibles amenazas, tendra serias implicaciones para su gobierno... y para la reeleccion. Cabe recordar que este tipo de hechos afectan en grande la sicologia del norteamericano promedio; saben y creen a ciencia cierta, que su pais no debe tolerar este tipo de atentados, son los poderosos del mundo y nadie debe o puede tocarlos. Sin embargo alguien se atrevio, ¨quien pagara las cuentas, ademas de los terroristas? .