SECCION INTERNACIONAL PAG. 24 CABEZA: Francia II: Ptolomeo y la biblioteca CREDITO: IKRAM ANTAKI (Segunda y ultima parte) El hombre que se encuentra a la orilla de la muerte, carcomido por el cancer y las quimioterapias, ha comprendido que se puede pasar a la historia por haber construido una biblioteca soberana. No importa la discusion sobre la arquitectura y demas detalles, si los libres debian ir en la planta baja y los lectores en las torres, o al reves. Tampoco importa el bullicio. No pasa una semana sin que salga al mercado un libro sobre Francois Miterrand. Al final del banquete, perros y gatos del vecindario acostumbra n buscar en los basureros. En este correr por los restos, figuran en buen lugar las mujeres paralelas y los hijos ilegitimos. Mas grave es el recuerdo de las "amistades peligrosas", como la de Bousquet, quien fue colaborador de los nazis. Este hecho no ha dejado de causar un malestar mayor entre los ultimos fieles del presidente saliente. Los mas lucidos saben que el no es un pillo, aunque el ser un pillo no merma la capacidad de un gran hombre de Estado. Acaso no lo fueron Julio Cesar y Anibal. Tampoco es un perverso -o, en todo caso, no mucho mas que otros. En una historia, en una geografia, que ha visto la cama, el cuchillo y el bolsillo como integrantes esenciales de la vida politica, el no fue un descendiente de los "Valois", ni un nuevo "Duc de Guise". Fue un gran hombre de Estado, conservador como debe ser, despegado de los hombres reales y del tiempo corto, enamorado de las ideas y del tiempo largo. La generosidad no fue su fuerte: no respetaba suficientemente a los humanos. Tenia absoluta conciencia de lo patetico que resulta ser la condicion de estos pequenos insectos a dos patas, que pelean por cualquier cosa: un puesto, una imagen, una moneda. Tomando altura, miro al mundo, quien lo miraba y lo enjuiciaba. Habia, en esta ultima observacion, una cierta ternura despreciativa. Lo llamaron cinico. Solo lo fue en un primer nivel. ¨Acaso no lo somos todos, al perder ilusiones y ganar lucidez? Pero lo suyo ya no es cinismo: es lejania. Francois Mitterrad ya no esta aqui. Y ninguno de sus compatriotas se ha dado cuenta de ello todavia. Abajo, en el pais real, el desempleo -es decir: la exclusion y la indignidad- aumenta. Hombres y mujeres suben y bajan del metro: "Senores y senoras, me disculpo por molestarlos, pero estoy desempleado y sin domicilio... Si pueden darme una piecita de moneda, o un ticket de restaurante, para poder comer y mantenerme limpio, se lo agradeceria, etc.". Unos le agregan al discurso arte: un poema de Baudelaire, algo de musica. Otros venden el periodico de los excluidos. Llama la atencion un hecho: son, en su inm ensa mayoria, franceses. No argelinos, marroquies, togoleses, ex yugoslavos, no: galos autenticos. La explicacion primera podria ser la prudencia de los extranjeros y su deseo de no provocar una reaccion negativa hacia ellos mismos. La segunda explicacion es mas intenresante: aquellos que vienen de los paises olvidados de Dios, donde el Estado poco o nada se ocupa de sus ciudadanos, donde los hombres estan acostumbrados a buscar en ellos mismos los recursos de la sobrevivencia, el hecho de no tener un emple o reconocido no importa sobremanera: se cocina, se vende algo, se poda jardines ajenos, lo que sea. Pero, alla donde el Estado -providencia, el Estado- padre ha criado ciudadanos-hijos en la costumbre de la dependencia, donde el trabajo, el seguro social, la salud, la jubilacion y demas prestaciones, la vida misma... han sido tomados a cargo por la administracion, la infantilizacion del pueblo es patente. Los franceses no saben sobrevivir dignamente, o lo hacen mucho menos bien que los originarios de otras naciones mas maltratadas que la suya. Pero no solo es la infantilizacion: tengo la grave sospecha de que la extrema organizacion de los paises los fragiliza mucho mas que lo que les sirve. La formalizacion extrema de las labores, el sobrepeso del fisco, no dejan lugar a ninguna iniciativa personal, ninguna solucion paralela. En paises como el nuestro, la incuria del Estado hace que la sociedad paralela toma proporciones inmensas. Son asuntos de la sobrevivencia. Pero, cuando ningun agujero se observa en la estructura paternalista, si la maquina falla, el desastre es ilimitado. No hay posibilidad de ambulantaje, pequenos trabajos, arreglos personales, y la unica alternativa que se presenta a los hombres es la de ser asalariado, o no asalariado, es decir excluido. ¨Sera que el exceso de organizacion de los Estados puede volverse totalitario y ahogador? Es evidente que si. En todo caso, por la economia en crisis, o por el exceso de informacion que ahoga el pensamiento, o por la obligada medianizacion que causa el irresistible paso a la democracia de opinion, la regresion esta a la vista. Se sigue pensando bien en Francia comparativamente con las demas naciones. Pero se piensa menos bien si comparamos con la historia cercana y lejana. Y se actua menos bien. Faltan alas para alzarse por encima de los hechos y las dificultades. Falta distancia para cubrir el espacio observado. S obran reacciones e inmediatez. En "Paris, capital arabe" (es el titulo de uno de los libros recien publicados), la desazon hacia el proceso de paz en el Medio Oriente es evidente: la cercania de la mala informacion ha logrado ocultar la necesidad del buen analisis, y vemos mejor las cosas aqui, en nuestra galaxia mexicana lejana y desinformada, que en el ojo del huracan parisino; cuando menos, lo esencial -la paz- sigue siendo esencial. Esto que ocurre en relacion con el Cercano Oriente, ocurre en relacion con todo lo demas. Asi que hay regresion por exceso de evolucion, exceso de bienestar historico, exceso de eficacia de un Estado tutelar, exceso de logros de un pueblo emblandecido, y un oscuro sentimiento de decadencia. Los ingleses habian vivido este doloroso proceso, hace algunos anos. No creo que se lograra salir de el por el raciocinio, que es el fuerte de los franceses, sino por la arrolladora animalidad de la vida, que es propia de los barbaros. Nosotros. .