SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 6 BALAZO: LOS HECHOS Y LOS MITOS CABEZA: La justicia y el espectaculo CREDITO: Los dias llamados santos se han vuelto ocasion para entregarse a muchas actividades que poco tienen que ver con el origen de la celebracion, pero que ya son parte de nuestras tradiciones seculares: vacaciones, descanso, playas y cerveza, relajamiento del cuerpo y del espiritu; salimos de las ciudades buscando otras sin darnos cuenta de que, como reza el poema de Kavafis, llevamos a la ciudad en nosotros. Originalmente su celebracion tenia, y aun tiene, en el rito religioso, un preambulo de contriccion, de afliccion por la pasion de Cristo. El hijo de Dios, en la tradicion cristiana, habia muerto por nosotros, los multiples pecadores, por la salvacion de nuestras almas. Habia que arrepentirse. Pero luego venia el regocijo por la resurreccion del Cristo. Y las parabolas biblicas de la justicia romana y judia que han devenido, por contra, en lecciones eticas de alcance universal: la justicia no se puede lavar las manos, como lo hizo Pilatos. Los hombres no deben ser juzgados ni condenados por turbas exaltadas, por "aclamacion popular", sino de acuerdo a un juicio en donde se observen normas de imparcialidad, validas para todos. El acusado debe tener la posibilidad real de defenderse. No solo para la religion, sino tambien para la historia, el juicio a Jesucristo es emblematico de una justicia tuerta, vil, parcial; un instrumento docil en manos de los poderosos y una maldicion para los pobres, los debiles, los disidentes. Y las normas de la just icia, que hoy son sin duda uno de los principales logros historicos del desarrollo de la sociedad humana, ya desde entonces reclamaban, por encima de muchas cosas, un juicio justo, una actitud y una sentencia imparcial del juzgador, del juez. Reclamaban la igualdad del hombre, de todos los hombres, ante la ley. Esta reivindicacion ahora es una realidad en las constituciones de todos los paises civilizados. Pero la practica, desafortunadamente, es otra cosa. Y es muy probable que el grado de civilizacion de un pais pueda medirse por la distancia entre la letra de la ley, y la practica de la justicia. Eso los mexicanos lo sabemos muy bien. Una de las grandes demandas de nuestro tiempo, que en Mexico concita el consenso de practicamente todas las clases sociales, y de todos los grupos politicos, es la de una justicia justa y expedita, valga la redundancia. Por supuesto que tenemos razon en exigir una justicia a la altura de nuestras leyes, y a la altura de la madurez que ha alcanzado nuestra sociedad. Pero luego nos vamos con la finta. ¨En que sentido? En que a veces adoptamos como paradigma sistemas de justicia de otros paises, que francamente habria que examinar con lupa. Por una serie de razones como la cercania geografica, pero sobre todo la avasalladora influencia cultural, hemos llegado a creer que seriamos muy felices si tuvieramos una justicia como la de los gringos. Todos los dias vemos en la tele programas donde el escenario principal es una corte con su inevitable jurado popular. Y si bien los justos padecen una serie de tribulaciones, al final siempre ganan, y "se hace justicia". En la realidad las cosas son bastante distintas. Como lo demostro Tom Wolfe en su gran novela neoyorkina, la justicia gringa se ha convertido en un tianguis, en un enorme mercado de transacciones donde la materia comerciable es la forma y el tiempo. Es decir, la forma mas conveniente para que el acusado se declare culpable (por un delito menor al que se le acusa), y el tiempo que, debido a la forma adoptada, tendra que estar en prision, o en libertad bajo palabra. Y lo que, debido a este arreglo, ganaran ca da una de las partes: el acusado y el Estado. Pero esto es la rutina. En los casos que alcanzan, por unas u otras razones, notoriedad, y llegan al tribunal, los juicios se convierten en verdaderos shows, en grandes espectaculos que generan cientos de miles de dolares en derechos televisivos, en derechos para la publicacion de las respectivas historias, tanto de los acusados como de las victimas, etcetera. Es el caso de O. J. Simpson, el gran ex jugador de futbol americano, quien llevaba una exitosa carrera de comentarista televisivo y que ahora esta siendo sometido a juicio penal por el presunto asesinato de su ex esposa y el amante de esta. El morbo desatado alrededor de este caso es enorme no solo por la fama del acusado, sino por el dato adicional de que este es de raza negra, mientras que las victimas son de raza blanca. De tal modo que el caso ha sido bautizado en gringolandia como el "proceso del siglo ". Todo indica que Simpson es culpable: no tiene coartada, en su casa se encontraron restos ensangrentados de ropas de las victimas, se sabia que celaba a su ex esposa y, como colofon, cuando se supo lo del doble crimen se dio a la fuga, amenazo con suicidarse, y finalmente se entrego a la justicia. Pero ahora Simpson se esta gastando hasta el ultimo dolar de su cuantioso patrimonio en el pago de un ejercito de abogados que le sacan, cada uno, en promedio, 300 dolares por hora; mil 800 de nuestros devaluados n uevos pesos. la integracion del jurado, la seleccion del juez del caso, las caracteristicas de la fiscal del Estado, todo ha sido objeto de morbo, publicidad pagada y especulacion. Los jurados se han dividido en torno a preferencias raciales (los negros con Simpson, los blancos en su contra) y hoy se corre el riesgo de que el proceso sea anulado por "irregularidades". Con lo cual, dice la nota de El Nacional, se perderan decenas de millones de dolares ya invertidos en el juicio. ¨Que irregularidades? A cuatro meses de iniciado el proceso, el caso esta en un caos: "seis de sus 12 jurados fueron echados o reemplazados, el juez esta acusado de protagonismo, los abogados defensores del imputado litigan entre ellos y la abogada de la fiscalia esta ocupada en otro tribunal para no perder la custodia de sus hijos". Newsweek ha caracterizado el proceso con una frase: "Que desastre!", mientras que el prestigioso comentarista Peter Bart ha escrito "¨Que imagen de la justicia norteamericana le estamos dando al mundo?". Asi que, cuidado con las imitaciones extralogicas y con las admiraciones acriticas. * Politologo. .