SECCION ESPECTACULOS PAGINA 39 CABEZA: ZONA DE TOLERANCIA SECUNDARIA: DE PASO Todo iba bien, en cuatro dias ella no me habia llamado para cancelar, me telefoneaba nomas para calentarme. Siempre la habia tratado con prudencia, trataba de no abundar en platicas sobre sexo, me la llevaba con calma fingiendo que lo que menos me interesaba de ella era su prominente trasero, no fuera a ser que se me echara a correr a la primera insinuacion de un sabanazo y mas con la famita que me cargo: tres sin sacar, dos palabras y a la cama a la primera que se me ponga enfrente. Bueno, creo que la gente exagera, pero en los decires y famas siempre hay algo de verdad. No se como paso, creo que fue por las cervezas y los consecuentes atrevimientos, pero el caso es que en esa comida acordamos mostrar nuestras armas en cuatro dias. Estaba hecho, no se habia espantado ni mucho menos, ella habia sugerido el hotel, la marca de condones y alguna que otra frase que me indicaba por donde le gustaria ser atacada. Vaya, pense, tanto t iempo perdido por mis rodeos, si desde que la conoci meses atras se las hubiera pedido de seguro me las hubiera dado. En fin, ni hablar, me tarde pero ya todo estaba listo. A cada telefonazo que me echaba, me encendia los calores y me hacia pensar en mi amplio repertorio de posiciones y manas, de ahi tendria que surgir lo adecuado para satisfacer a un loba que siempre se me habia presentado con su buen disfraz de oveja. Un refrescante bano, una afeitada, locion de aroma irresistible, condones ultra rresistentes, mis pildoras de Erectol para aguantar lo que prometia ser una jornada ardua, y vamonos para la calle, directo al Hotel Camarones (Av. Cuitlahuac 3328. N$ 80). Ella ya estaba ahi, esperandome en un restaurante aledano. No comimos ni pedimos nada, nos fuimos casi corriendo en busca de la habitacion. Rapidamente empece a botar mi ropa a donde cayera, el caso era encuerarse lo mas pronto posible, cuatro dias completitos de estarme provocando a diferentes horas asi me lo exigian, no po dia yo andar con ternuras, palabras dulzonas y acercamientos tibios, la consigna era "vamonos pa/ dentro". Me le avalance antes de que ella pudiera decir o quitarse cualquier cosa. La desnude en menos de lo que un mariachi grita "ajua", y con ese animo intente introducirme. Pero nada, que me me detiene justo en el borde para decirme: "Ponte un condon en lo que yo saco otras cositas que traje". De un salto me levante y fui por el, de otro volvi a treparme a la cama, fui frenado nuevamente: Permitame senor, yo se lo pongo". Dando muestras de sobrada habilidad me lo coloco, con el centro de latex me dejo de rodillas sobre el colchon en tanto que ella seguia sacando aparatejo y medio de su bolsa. Sobre el tocador aparecieron, uno tras otro, cremas, lubricantes, diferentes tipos de vibradores, desde los mas sofisticados con chispas electricas y con recipiente para lanzar flujos a discrecion, hasta los puramente manuales sin bateria ni mayor tecnologia. Selecciono algunos, se subio a la cama y empezo a darse calor con propios recursos. Yo, ahi de rodillas, solo atinaba a mirarla como un imbecil. Agarro otro y siguio dandose gusto. Yo continuaba mirando y asi, mirando, de rodillas, me quede porque ni caso me hizo hasta despues de media hora cuando me dijo: "A poco no fue fantastico". Ya en casa, pero solo hasta alla, me suicide. .