SECCION: CIUDAD PAGINA: 16 BALAZO: PUNTUALIDAD CASI DIVINA EN LA REPRESENTACION BIBLICA CABEZA: Jesus Cristo esta detenido en Iztapalapa; hoy lo crucificaran CREDITO: FRANCISCO MEJIA Y OSCAR ARCE I. La procesion ...Ayer, en la 152 representacion de la Pasion de Cristo en Iztapalapa, todo dio inicio con una puntualidad casi divina, casi santa, casi sacra, casi. Todo estuvo a punto: los vendedores ambulantes sacaron sus mejores gritos y asi se lanzaron contra el respetable. Las camaras de television precedian la llegada del Senor; los policias, obstinados en imponer el orden, zarandeaban a todo aquel que pretendiera cruzar la valla; el pueblo, la masa impavida, la hacia de todo: consumidor de golosinas, adora dor de su fe siempre viva, discreto en las mentadas de madre contra los policias, contador de anecdotas incansables, luchon como siempre en eso de ganar espacios abriendose paso a codazos. Pero sobre todo, discreto en su silencio al paso del Mesias o Cristo como popularmente se le conoce. Este, con una mirada en su eternidad y la otra en las camaras fotograficas y de teve, no perdia momento en sacar las imagenes aprendidas en el almanaque o en las estampas religiosas, recientemente adquiridas: el cli ck para la mirada que no admite el pecado, el click para el pelo ensortijado y con fijador a punto, el click para los ademanes que no son de este mundo, el click a los huaraches que seguramente seran prendas milagrosas por venir, el click a su caminar santo, el click a su aureola de Cristo... La camara fallo cuando Gerardo Granados Juarez, mejor conocido como Cristo el de Iztapalapa, dijo en un tono mas o menos audible "creo que voy a caerme...", y se llevo ambas manos al rostro, no sin antes barrer con su mirada a sus cientos de seguidores. A tiempo, varios apostoles que lo rodeaban lo sostuvieron. "Echenle aire", dijo alguien; un periodico fue de mano en mano y Cristo recibio el aire que si no puro, por lo menos lo revivio. "Solo fue un mareo", dijo un apostol; "este no aguanta, seguro que se desmaya", le reviro otro. Repuesto en cuestion de segundos, Gerardo Granados, alias Cristo, esbozo una leve sonrisa, permitiendose un gesto que historicamente poco se conoce, y prosiguio su andar santo. Un nino, elote en mano, grito a su padre al paso del Mesias "es diosito papa, es diosito...". El aludido volteo su mirada y lanzo un suspiro viendo hacia el cielo. Gerardo Granados Juarez atraveso los ocho barrios de Iztapalapa seguido de judios con cara de ex trabajadores de Ruta 100, de ninos-nazarenos desmadrosos pisandose los talones o pisandose la cola, de romanos con cara de pocos amigos que no tenian nada que reclamarle a los policias terrenales, de virgenes de mirada casta y nuncamente nada impudica, pues si no, no serian virgenes; Gerardo Granados, mejor conocido como Cristo, fue seguido por las mujeres del pueblo vestidas en tunicas de satin y que se dieron tiempo para lanzar miradas coquetas a sus lados. En un espacio importante de la descubierta, las mujeres de Herodes, vestidas de blanco y de peinado de quinceanera de colonia, iban cachondisimas despertando la lascivia de los creyentes en su pasion. Cristo llego por fin al templo del Senor de la Cuevita. Fue ahi donde aparecio un segundo "mareo", como l o califico Judas Iscariote, pero que otros juran como los nazarenos Luis Miguel Hidalgo Cedillo, Juan Jose Gallegos Badillo, Alejandro Gonzalez, Eduardo Morales, entre otros, que fue un desmayo. "Este gey no aguanta las tres caidas", dijo uno de ellos. II La Ultima Cena "Traidores ha habido siempre", dijo Judas Iscariote-Tito Ematerio Dominguez-economista-cuatro veces con el mismo papel-diez anos en la pasion-etcetera. "šNombres de traidores?", se le inquirio en entrevista publica y exclusiva para este medio. "Bueno, pues Judas, Cain, Dalila, Porfirio Diaz, Victoriano Huerta...", se detuvo, tomo aire, agarro su frezada morada que le colgaba en el hombro izquierdo y la lanzo hacia atras. "Traidores los sigue habiendo", indico soltando una mirada mustia y una sonrisa a tr aves de su barba de 250 nuevos pesos. "šPoliticos?", se le pregunto al traidor que por 30 ciclos de plata vende al dirigente de los cristianos. "Puede ser, el mensaje es subliminal". Calla al observar que pasa Cristo seguido por 11 apostoles, el doceavo es el y subira aparte. Uno a uno se van acomodando en sus bancos de dibujante tal y como aparecen en las imagenes de la Ultima Cena: cabezas reclinadas, brazos extendidos, senales expiatorias y sobre todo rostros compungidos, puesto que seguramente saben que es la Ultima Cena. Comen en silencio, parten el pan y beben como en el lejano Oeste. El escenario de la Ultima Cena de la Pasion de Iztapalapa es una pintura en colores pastel y fosforescente que representa las columnas de los templos de Jerusalen. La masa, contenida en el cuadrangular de la Plaza Cuitlahuac en Iztapalapa, acostumbrada a la imaginacion terrenal y a las sorpresas posdevaluatorias, no alcanza a ver con precision los momentos culminantes en que el Mesias descubre que hay un traidor en su mesa ; esa mesa que ayer salio de la estacion del Metro Iztapalapa solo alcanzo a escuchar el dialogo biblico, holiwoodense y con voz estereofonica: "Sere yo por ventura maestro!", dice un Judas escurridizo, y sin levantar la vista "tu lo has dicho Judas!", responde el Senor con voz bien estudiada "lo que haz de hacer hazlo...!", le remata al traidor. III La aprehension "Vamos, la hora se aproxima!", indico Cristo a sus seguidores. A las 9 de la noche en punto salieron rumbo al Huerto de los Olivos o vil Cerro de la Estrella "a hacer oracion". Bajo una fina lluvia que ocasiono a Cristo se le despegara el bigote, la masa salio en tropel acompanada de su lider. Dieron la vuelta a la plaza precedidos por los clarines de los romanos. Ahora, el rostro de Cristo era de pre-cruxificcion total. En cambio, el rostro de la masa cristiana que ayer llego a Iztapalapa era de pi c nic y desmadre por lo que vendria. Arriba Cristo tuvo que esperar 20 minutos para que los romanos lo aprehendieran. Por fin estos llegaron y con ademanes de judiciales sin y con credencial lo sometieron, aunque el Senor no opuso resistencia. El traidor, que acompano a los romanos hasta el Huerto de los Olivos, es liberado no sin antes darle un beso en la mejilla a su antiguo Maestro. Con sus 30 ciclos de plata echa a correr seguido por chiflidos de la masa, que recuerdan las mentadas de madre terrenales. El pueblo no quiere a los traidores. El final es el juicio contra el Mesias o como lo califico un nazareno "ya se chingo. Hoy Viernes Santo Gerardo Granados Juarez recorrera en su martirio cuatro y medio kilometros cargando una cruz de 95 kilos. Alla el. .