SECCION CULTURA PAGINA 35 CABEZA: : CREDITO: tradicional y el ensayo, crea una historia para pasar, a la manera de un cineasta, de una toma abierta a un acercamiento intensivo donde queda al descubierto el ridiculo y lo tragicomico de todo lo que hacemos. En su discurso al recibir el Premio Jerusalen, incluido en El arte de la novela, Milan Kundera define su arte poetica. Para el, la novela es el espacio de la imaginacion donde reina la tolerancia y uno de los tesoros culturales que ha creado Occidente, y se confiesa discipulo de Rabelais, por su capacidad de reirse de todo y convertir al humor en un arma de la inteligencia, y de Flaubert, por su constante compromiso por luchar contra la estupidez, entendida como la irreflexion sobre los lugares comunes. En su mas reciente novela, La lentitud, Kundera continua disecando las relaciones amorosas, partiendo en este caso de la velocidad. La novela opone la rapidez contemporanea, la velocidad del tripulante de una motocicleta, la ansiedad de los jovenes por hacer el amor, a la lentitud entendida como un razonado esfuerzo por diferir el placer y de ese modo acrecentarlo y volverlo mucho mas intenso. Asi, Kundera viaja con su mujer en el automovil y lee una novela francesa del siglo XVIII (No hay manana, de Vivant Denon, 1777), en la que Madame de T. seduce a su amante a partir de un lento juego, de reglas precisas, donde lo que se trata es precisamente de gozar mas a traves de una cuidadosa y reflexiva puesta en escena destinada a aplazar el goce: "Demasiado ardiente, se es menos delicado. Se apresura uno al goce confundiendo todas las delicias que lo preceden." Kundera confiesa su abierta admiracion por la novela de Choderlos de Laclos, Las relaciones peligrosas (llevada al cine hace unos anos con gran exito, protagonizada por John Malkovic, Glenn Close, Michele Pfeiffer, Uma Thurman, entre otros), donde el amor se convierte en una lucha que se expresa a traves de cartas entre el vizconde Valmont, la condesa de Merteuil y Madame de Turval, que termina con la muerte y el deshonor de todos los protagonistas. Curiosamente, Laclos era ingeniero militar, y lo que nos muestra en la novela es la debilidad de las estructuras que apuntalan las relaciones amorosas. Kundera establece un puente entre Las relaciones peligrosas y No hay manana, de Vivant Denon, para colocarlas del lado de la lentitud, y de ese modo contraponerlas a la velocidad que caracteriza nuestra epoca. Por otro lado, en La lentitud Kundera arremete contra la figura del bailarin, ese ser que esta dispuesto a apoyar su popularidad publica en el apoyo a las causas nobles. Bailarin porque lo que le interesa es su propio ego y no las causas que dice defender o apoyar, y esta dispuesto a cualquier contorsion que le permita mantenerse en la tarima del escenario. El primer esbozo de esta historia era la de su personaje Franz en La insoportable levedad del ser, en la cual el arquitecto se lanza a apoyar a los presos en Indochina, sin darse cuenta que su verdadero proposito era sanar del desprecio al que lo sometio Sabina y someterse a la admiracion de su nueva amante. En fin, en La lentitud encontramos una vez mas al Kundera de siempre: el luchador contra los agelastas (aquellos no saben reir), y el guerrero que, como Flaubert, intenta destruir los molinos de viento de los lugares comunes, con las armas rabelesianas del humor y de la inteligencia. Kundera se burla de la ridiculez de todos, empezando por la suya, a traves de una prosa contradictoriamente acida y tierna, lucida y al borde de lo cursi, que utiliza a la novela para dar a conocer su vision postmoderna de este fin de siglo. *Ensayista. .