SECCION CULTURA PAGINA 33 BALAZO: CABEZA: El mexicano y la cultura impresa: una entidad divorciada CREDITO: JORGE CISNEROS MORALES El descenso en las ventas de la industria editorial es una crisis de lectores, no tanto una crisis de libros; lo que ha propiciado la creacion de talleres de fomento a la lectura a cargo de diferentes organismos gubernamentales y grupos independientes. Segun palabras de Luis Castaneda, tesorero de la Asociacion Mexicana de Fomento a la Lectura organismo auspiciado por la Camara Nacional de la Industria Editorial, "ano con ano veiamos como se caian la venta de libros y dijimos: hay que hacer algo". Las tareas de formacion de lectores, propias de los anos escolares, no se cumplen cabalmente durante esta etapa, ya que la mayoria de los educandos solo dedican tiempo a la lectura para cumplir con las tareas, "se necesita que los programas de educacion primar ia y secundaria incluyan cursos especificos, donde la lectura no sea un castigo, donde el nino sienta el gusto por aprender a leer", afirma Castaneda. Un dato alarmante, resultado de un estudio de la Caniem, refiere que en el pais se consumen 1.7 libros por habitante al ano. Mientras tanto, las labores de fomento parecen aisladas: un taller promovido individualmente por aqui, una platica de un escritor por alla. Tales acciones parecen insuficientes para revertir el abandono en que el mexicano tiene a la lectura. Los esfuerzos de las autoridades educativas se enfocan principalmente a maestros buscando que la influencia de estos en sus alumnos tenga un efec to multiplicador en el habito; sin embargo, el efecto deseado no se ha producido en la cantidada necesaria. El escritor Felipe Garrido, director de la Unidad de Publicaciones Educativas (UPE) de la Secretaria de Educacion Publica, habla de los esfuerzos institucionales: "La labor de formar lectores es compleja: hay que alfabetizar a la gente y hay que acompanarla para que comience a leer. Hacer los libros parece la parte menos importante del trabajo de la Unidad de Publicaciones Educativas, lo mas importante es formar los lectores." Uno de los programas en que las autoridades tienen mayores esperanzas es el de Rincones de Lectura, que segun explica Garrido "arranco en 1986, pero cuyo mayor crecimiento es a partir de 1991. Se trata de armar paquetes de libros que se colocan gratuitamente en todas las escuelas primarias, y el ano pasado se empezo con secundaria. En el tiempo que la UPE ha trabajado, se han publicado 449 titulos, que alcanzan 25 millones de ejemplares. Formar lectores requiere de dinero y otras cosas". Este programa funciona de la siguiente manera: "Hay un equipo de capacitadores que trabaja con los maestros y propone una serie de acciones en donde se involucra a los libros. Pero en los lugares donde no se da esta capacitacion, los libros estan guardados, desaparecidos, etcetera". A este punto de vista se contrapone el escritor Tomas Mojarro, quien dirige varios talleres gratutitos en delegaciones del DF y recientemente inicio un sui generis taller de lectura, a traves de la senal radofonica. "No estoy enterado de lo que este haciendo el Gobierno. Yo hago lo mio y marcha esplendido sostiene el popular Valedor. No se que haga el gobierno y no soy optimista. El 0.2 por ciento de la poblacion es lectora, ¨no sera eso el resultado de la labor que hace el Estado en la educacion? La labor de promocion es nula y por eso la gente consume la literatura chatarra, que se vende en los puestos de periodicos. Hay lugares como Quintana Roo, donde por cada biblioteca hay 20 cantinas. Creo que en la poblacion hay una falta de educacion, que no instruccion. El sistema no esta interesado en que haya educacion; si esta no viene desde el principio, como una necesidad inherente a la persona, ¨que se puede hacer?" A esta dificultad habria que agregar la dificil situacion economica y la ausencia de una cultura de gasto en libros, Mojarro lo explica asi: "La gente esta acostumbrada a considerar como caro todo lo que no es de primera necesidad, y el costo del libro divorcia al hombre de ese producto. ¨Como hacer sensible hacia el libro a la gente mayor, si no han sido sensibilizados desde pequenos?" La labor de Mojarro nacio como una iniciativa individual ante el consumo tan bajo de libros. El escritor relata su experiencia: "Yo empece a dar talleres porque el encargado de la biblioteca publica del Parque Mexico me invito a ir periodicamente a hablar de libros. Despues segui con las platicas en la Casa de la Cultura Reyes Heroles, pero las autoridades desatentas lo descuidaron y tuve que irme de ahi. Luego, una funcionaria de la delegacion Alvaro Obregon me invito al Centro Cultural San Angel, poster iormente a ella la cambiaron a la delegacion Gustavo A. Madero y tambien me invito. Ahora doy otro taller en la Magdalena Contreras, porque soy vecino de la delegacion". El autor de Canon de Juchipila asegura que su interes basico no es despertar el gusto por un libro determinado, su proposito es otro: "lo que yo hago es conmover a la gente; abrirle su vida interior; hacer que se reconozcan de piel adentro, con sus sensaciones. Esta tarea se centra en abordar las pasiones y las emociones." Al preguntarle si conoce la existencia de un esfuerzo similar al suyo, Mojarro responde: "Lo unico que se es que hay alguien que medra cobrando 50 pesos a cada uno de los asistente s. Si hay talleres gratuitos, donde el conductor tenga la capacidad de emocionar y conmover a los asistentes, de ayudar a hacer ese viaje interior, eso seria muy bueno." Entre esos esfuerzos individuales esta el de la Fundacion Avalon, dirigida por la poeta Diana Goycolea, quien dirige un taller en la Casa del Poeta, donde se busca recuperar el papel preponderante que tienen los libros y autores clasicos. Goycolea enfatiza que la actual no es una crisis de libros sino de lectores, ya que existen volumenes "muy accesibles. Existen de diversos precios, hay libros usados y hay muchas bibliotecas". Sobre los trabajos de fomento, Diana dice: "Creo que no se hace lo suficiente. Hay problemas en los programas educativos, es necesario generar el habito de la lectura. Tanto las escuelas privadas como las de la SEP estudian autores que no son significativos para los ninos y adolescentes de fin de siglo. Ademas, la metodologia que emplean hace muy aburridos los textos, ya que los maestros con contadas y maravillosas excepciones tienen una reducida vision de la literatura y no la aman. Y es imposible que tu fomentes en alguien el amor por algo que tu no amas." Por si esto fuera poco, la influencia de los medios electronicos de comunicacion aparta mas a los menores del gusto por las letras, sostiene Diana, "los medios masivos de informacion generan pereza motriz e intelectual, porque no favorecen la concentracion que es necesaria para el acto intimo de la lectura". Entre las acciones necesarias, la directora de Avalon senala que es necesaria la elaboracion de un programa significativo de autores cuya obra "diga algo" a los estudiantes. "Tambien habria que equilibrar el tiempo que los ninos dedican a la television con el tiempo dedicado a lectura." Otra medida piensa debia aplicarse por los medios impresos de comunicacion, los cuales "estan llenos de resenas de best-sellers, de libros de los amigos y de materiales de las editoriales que dan publicidad. En los medios solo aparece la literatura de hoy, la que yo llamo literatura del poder". Las acciones necesarias para aumentar el habito de la lectura tambien pasan por las editoriales, segun el criterio de Diana, estas "creen que si se fabrica el libro con menor calidad, para que tenga un menor costo, la gente lo va a comprar y esto no funciona asi. En el taller, mis alumnos abominan esos libros porque no son perdurables, no son habitables. Tampoco ayudan las versiones simplificadas de los grandes autores; no es correcta la apreciacion de que la gente no puede leer a los clasicos en todo su co ntexto. Yo trabajo con gente que no ha leido a los clasicos, y al cabo de un ano leen y entienden perfectamente a Goethe y a Holdrlin". Diana Goycolea concluye que es necesario impulsar la formacion de maestros para que fomenten una cultura del libro, y afirma que su taller es una muestra de que es posible ampliar el habito de la lectura, aunque esta sea una labor lenta. "Creo en el poder de las minorias y apelo a la paciencia para la formacion de lectores." Por su parte, Tomas Mojarro coincide en que para que el numero de lectores crezca se necesitan disenar planes de largo plazo, mas advierte: "Las acciones a tomar serian a larguisimo plazo; pero este es un sistema que no acostumbra trabajar a largo plazo, sino que hace cambios cada sexenio. Yo asumo lo que hay y lo demas es especulacion. Si yo pude hacerlo, claro que se podrian crear mas talleres. Me interese en ello y la realidad la tenemos a la vista, lo demas es especulacion. Los hechos dicen: no hay fome nto a la lectura." Es evidente que los esfuerzos aislados no redundan en beneficios, es necesaria la accion conjunta de autoridades, empresarios y amantes de la lectura. Felipe Garrido lo sintetiza asi: "Se da una vocacion de martir, de heroe, entre quienes trabajan en favor de la lectura. La gente cree que ella sola va a salir y resolver el problema, pero esto no es posible". .