SECCION ESPECTACULOS PAG. 41 BALAZO: Drama de Hugo Argelles CABEZA: El cerco de la cabra dorada o la configuracion zoomorfa de la mujer CREDITO: Rogelio Segoviano Una enrarecida historia de amor sadomasoquista en donde se da, "como flor del mal", la posesion y la degradacion de los personajes que participan de esta realacion, es presentada por el dramaturgo Hugo Argelles en El cerco de la cabra dorada, su mas reciente obra, estrenada el pasado miercoles por la noche en el foro Sor Juana Ines de la Cruz del Centro Cultural Universitario. Estelarizada por Regina Torne, Raymundo Capetillo y Miguel Couturier, la tragedia dibuja y presenta en su trama a una posesiva y ambiciosa mujer que manipula y utiliza a su marido para ascender social y economicamente en un mundo "podrido". Bajo la atinada direccion de Bruno Bert, El cerco de la cabra dorada expone, de acuerdo con Argelles, "un estudio de caracteres de la alta burguesia mexicana, basicamente compuesta por arribistas, seres que escalan posiciones y que se regocijan y empantanan en su status". Esta historia del dramaturgo veracruzano pertenece a su serie de Piezas Negras (Los cuervos estan de luto, Escarabajos, El ritual de la salamandra y Los gallos salvajes), solo que aqui ofrece una novedosa configuracion zoomorfa a Andrea (Regina Torne), su protagonista, quien entre mas degrada y pisotea a Ernesto (Raymundo Capetillo), mas disfruta su posesion sobre su marido, hasta que este decide rebelarse. Quiza por ello el personaje de Andrea diga que "la cabra dorada es mas fuerte que las demas de su especie, incluso que su macho. Ella controla el nacimiento de sus hijos y trepa hasta llegar a lo alto. Yo me identifico con la cabra dorada, que cuando la cercan prefiere matarse". En esta obra, producida por la UNAM, convergen en un laberinto ardiente todas las acciones pasadas de los personajes, mientras que la pasion-compulsion de Andrea avanza por entre todos ellos hacia su objetivo de modo radical. Aun asi, digna heredera de la tragedia romantica, "el cosmos" ha determinado su futuro desde antes. El final no podia ser mas tragico. Andrea, al igual que las cabras doradas, se suicida, pero antes decide asesinar a su esposo al ver que ha dejado de ser el hombre dominado, poseido y degradado por ella. "En El cerco de la cabra dorada el espectador tiene la posibilidad de sentir piedad, compasion o, mas profundamente, horror, y asi, llegar al fondo de la tragedia, algo que siempre ha dado sentido estetico al teatro", asegura el autor de la obra. Por su parte, Bruno Bert considera que la puesta en escena es "un banquete ritual" en donde el espectador se ve enfrentado al horror de las acciones, distanciado de cualquier posibilidad de catarsis. La actuacion de los siete histriones que participan es en verdad notable, sin embargo Regina Torne brinda la que quiza sea una de sus mejores actuaciones teatrales. .