SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: ¨Que pasa con las campanas? CREDITO: FABRIZIO MEJIA MADRID En comparacion con las camapanas electorales de hace seis anos, las actuales deprimen. Despues de lo que ha ocurrido en los ultimos cuatro meses, uno esperaria que los candidatos moderaran sus discursos, plantearan claramente sus soluciones, es decir, hicieran campanas. Esto no esta ocurriendo. En la semana que acaba de pasar hubo varios ejemplos: el candidato de Accion Nacional se empeno en que Cardenas hiciera un acto de contriccion publica por haber pertenecido al PRI, Cardenas, por su parte, siguio sin aceptar que hay avances en la vigilancia electoral y sigue juntando simpatizantes que iran a las urnas nomas a ver como les hacen el fraude y, mientras, Zedillo le boleo los zapatos a un nino en Guanajuato. La lectura de la violencia chiapaneca y de la descomposicion politica en algunas regiones del pais no es la que se esperaba (al menos la que yo esperaba) de nuestra clase politica. En vez de moderar la violencia verbal y avanzar en una agenda de soluciones para evitar la crisis politica que se avecina, l os candidatos compiten para ver quien es mas populista, quien carga mas ninos percudidos y saluda mas senoras ruborizadas. En el caso del PRI, el asunto me parece mas grave pues es el partido en el poder y, por lo visto, todavia el mayoritario. Los viejos estilos vuelven al PRI y basta ver el desplegado del 12 de abril en el que lo mas empolvado del conservadurismo priista apoyo a su candidato. Entrevistado por Javier Alatorre de Television Azteca, Mario Moya Palencia, uno de los que regresan a la politica nacional, nos envio ese mensaje: en Mexico no pasa nada, no esta rota la estabilidad y, por eso, solo el PRI garantiza la paz social. Discurso que desde los setentas no se escuchaba. Es como si alguien declarara que la economia mexicana goza de estupenda salud despues de la salida de once mil millones de dolares. Pertenece al pais del pasado negarlo todo hasta que resulta inocultable. Decir cosas como "yo no quiero ser candidato" para, dos semanas despues, senalar que "en vista de que el pueblo asi lo recla ma acepte esta responsabilidad" fue una practica que tambien nego la masacre de Tlatelolco, que insistio en la salud financiera hasta que llego la devaluacion del peso, que considero la crisis economica como un simple "problema de caja". Esta actitud de negar lo que la ciudadania conoce en carne propia me parece un retroceso en algo que fue uno de los signos distintivos del actual sexenio: asumir adversidades y actuar con rapidez para atenuarlas. Las acciones emprendidas por el Ejecutivo de frente a la cris is chiapaneca y la voluntad por arribar a una agenda comun entre los partidos realmente existentes que garantizara la credibilidad de la proxima eleccion, manifestaron una disposicion a reconocer los problemas y entonces enfrentarlos. Pero parece que este no es el estilo de la nueva dirigencia priista. Cada partido puede disponer de sus actitudes politicas como mejor le parezca, pero es que, en este caso, negar y eludir resulta poco recomendable. Las declaraciones contradictorias de Samuel Ruiz y Manuel Cam acho sobre la reanudacion del dialogo en Chiapas, las difamaciones editorializadas en Excelsior sobre la supuesta renuncia del propio Camacho a su comision pacificadora, la creacion de cada vez mas comisiones que analicen las nebulosas investigaciones sobre el homicidio de Luis Donaldo Colosio, todo ello, ha alimentado el clima de confusion. Si a esta situacion le agregamos la actitud de negar lo evidente -que se termino la estabilidad, corporativa, presidencialista, centralista y autoritaria-, entonces tod avia no hemos visto el nivel mas frivolo al que pueden llegar las campanas electorales. .