PAG. 35 SECCION: CULTURA CINTILLO: POEMARIO DE ANDREA MONTIEL CABEZA: LA CASA ERRANTE: LIBRO QUE APUESTA POR LA ESPERANZA CREDITO: Alejandro Ortiz Gonzalez Con la presencia de Daniel Sada, David Martin del Campo, Rafael Ramirez Heredia, Gerardo de la Torre y Eugenio Aguirre (ni Hernan Lara Zavala ni Bernardo Ruiz pudieron estar presentes, aunque Ruiz envio su texto), se presento ayer al mediodia La casa errante (Editorial Agata), de Andrea Montiel, en la Plaza de los Espejos del Parque Ecologico de la Delegacion Xochimilco, justo cuando el Santos de Torreon se colaba a la fiesta grande. Eugenio Aguirre destaca en la La casa errante lo que es quiza el motor vital mas trascendente en el ser humano: el amor. Metaforicamente senala, Montiel nos dice que su corazon es una casa errante en busca de un espacio donde situarse y habitar permanentemente. Para Aguirre, La casa errante tiene puntos paralelos con El cuarteto de Alejandria, de Lawrence Durrell, donde el amor es un juego de refracciones y encuentros afortunados y desafortunados, sutiles y desesperados, donde a veces se edifican esperanzas o se construyen las agonias de la soledad. A traves de los nueve cantos que conforman este libro, Gerardo de la Torre encuentra en la poesia de Andrea Montiel un punto de partida en la soledad, una multiple lectura que rebasa las intenciones originales de quien escribe y que, para un narrador, se convierte en materia suficiente para el viaje espacial mas alla de lo que dicen y quieren decir las palabras. Siendo un narrador senala uno quisiera desbordar en la lectura los planos ofrecidos y atravesar todas las imagenes como si de un cuento se tratara. De Andrea Montiel, su corazon, es un espejo que sufre en el palacio de la pasion, nos dice David Martin del Campo. Muy pronto agrega Andrea se ligo al arte de la palabra, luego de pasar por la television cultural y oficinas burocraticas. Este libro nuevo, que a ratos parece rezo de una sacerdotisa que buscara la expresion central de un epitafio en el desierto, nos lleva a sitios que sospechabamos, reclamos adoloridos. Llora Andrea el amor imposible y extraviado que merodea, pero el suyo es un llanto sin lag rimas. De entrada, Ramirez Heredia dirige la mirada al hecho de que se realice una presentacion en un centro como lo es el Parque Ecologico de Xochimilco, islote donde aflora la cultura en medio de una ciudad golpeada y devastada. La poesia, senala Ramirez Heredia, es el termino mas alto de la literatura, y la de Andrea Montiel representa un aire de refresco profundo para quienes se dedican al mundo de la escritura. En un pais que lee medio libro al ano por habitante, presentar La casa errante es una fiesta, cuant o mas que se trata de un libro para degustarse. Para Bernardo Ruiz en voz de Virginia Abril, el libro de Andrea Montiel destaca por sostener su tema amoroso a lo largo de sus nueve cantos. La mujer es la casa, y no hay hombre que pueda dejar de reconocerlo. Queda la asimilacion del aislamiento y de la perdida, los recuerdos y las experiencias. No hay falsos recuentos de culpas o promesas o venganzas, por el contrario, en La casa errante hay calidad por si misma, se ha cuidado el verso y su calidad por separado y al mismo tiempo, dejando que las imagenes concreten por si y desde si. Pocos libros hay en la literatura de nuestra generacion y anteriores que hablen tanto y con tanto sentido al corazon, con tanta inteligencia y belleza, evitando el discurso, el sermon, la palabreria hueca. Verso por verso, esta casa es una torre altiva de nuestra poesia. Me adelanto a decir que la poesia de Andrea Montiel se lanza Sada es gozosa e intensa, su propuesta lirica ha ido amplificandose a lo largo de cuatro poemarios hasta desembocar en La casa errante, lleno de reductos y pasadizos, de estancias del alma donde las imagenes se suceden y se hilan una tras otra, y cada una de ellas anuncia ya una transformacion. La emotividad y los sentimientos directos, esas potencias absolutamente genuinas que inducen al poeta a decir su palabra y romperse. Lo mas destacable de A ndrea Montiel, a estas alturas del milenio, es su apuesta por recuperar el canto y la esperanza. Los amigos son esas personas que nos acompanan en el trayecto de la vida, y que a traves de ellos o junto con ellos, crecemos, finaliza Andrea Montiel, previo a la lectura del Canto primero: Con su obligado silencio vivo la soledad como una hostia que me limpia de pecados. Clausura mis oidos a ruidos inutiles que viajan sobre la superficie de la tierra. Cierra mis ojos a tanta guerra uno con otro. Censura mi boca para no dialogar vacios. Me detiene el respiro. Con su obligada abstinencia la soledad de tactos me fuerza a conocer la piel del pensamiento cubierta de aquella luz que se niega a poner el corazon en venta. .