PAG. 33 SECCION: CULTURA CINTILLO: RICARDO GARIBAY/I CABEZA: Una mujer joven y un hombre maduro en Verde Maira SUMARIO: AL CUMPLIRSE MEDIO SIGLO DE ESCRITOR, SE PUEDE HABLAR DE CONSTANTES EN LA OBRA DEL HIDALGUENSE: EL USO DEL PROTAGONISTA COMO NARRADOR, DE AHI QUE LA VISION DE LOS HECHOS, LA SITUACION EXPUESTA DENTRO DEL CONTEXTO ES LA QUE NOS PERMITE ATISBAR EL PERSONAJE CENTRAL DE LAS HISTORIAS CREDITO: Arturo Trejo Villafuerte , Lo que es del Cesar (1970), Rapsodia para un escandalo (1971), La casa que arde de noche (1971), Como se pasa la vida (1975), Dialogos mexicanos (1975), Lo que ve el que vive (1976), El gobierno del cuerpo (1977), Fiera infancia (1981), Par de reyes (1982), Trio (1994), Verde Maira (Ed. Grijalbo, Mexico, 1978) y Triste domingo (Ed. Joaquin Mortiz, Mexico, 1991), novelas de las que nos ocuparemos en esta pequena disertacion para estudiar como se da la relacion entre una mujer joven y un hombre maduro, situ acion que determina el giro de los acontecimientos en base a esa relacion erotico-sentimental que forma parte de la accion y trama en ambos relatos. Por principio debemos acotar que en cada relato de Ricardo Garibay hay un tono completamente definido, toda una forma de concebir y hacer literatura por parte de este prolifico autor, sobre todo en los dialogos, en los giros idiomaticos que hace con las palabras coloquiales y modismos, lo que presupone y obvia el buen oido y la capacidad de observacion excepcional del autor. Para hablar del estilo Garibay, tendriamos que partir de la base de que el autor hidalguense, constantemente y por lo general, usa al protagonista como narrador, de ahi que la vision de los hechos, la situacion expuesta dentro del contexto es la que nos permite atisbar el personaje central de las historias. A partir de la perspectiva de quien narra, se van conociendo a los demas personajes y comienza a dividirse la historia en dos tiempos: el primero que seria el ecurso narrativo usado por Garibay, sumamente eficaz para llevar con buen tino el relato, son los chispeantes dialogos, en ocasiones insustanciales pero en otras con toda la sapiencia de quien tomara una decision trascendental, o tambien procaces, incluso en otras ocasiones casi rayando el doble sentido o el albur, pero con buen gusto, porque finalmente el lenguaje bien usado es corrosivo, sobre todo cuando no se le tiene miedo a las palabras, como deben de ser los dialogos de la vida real: precisos, fuerte s, realistas, verosimiles. Expuesto todo lo anterior, pasamos a examinar los casos que ahora nos ocupan. Verde Maira plantea, por principio, una relacion erotico-sentimental entre una joven espirante a reportera, Maira, y el viejo y sosegado periodista Gerardo Chavarri. La relacion en que se sustentan estos dos personajes, se da dentro de un lugar comun que marcaba Renato Leduc en una oracion lapidaria: ramente tambien la concepcion de que la sabiduria se logra por viejo y no por diablo, por el hecho de haber asimilado experiencias, vivencias, conocimientos, todo esto a traves de los anos; mientras que los jovenes, al no acumular mas de una decena de anos, carecen de experiencias y conocimientos, aunque no de empuje y vitalidad. Con este planteamiento, Garibay nos conduce por un juego de opuestos que permite y genera una dinamica, dentro de la normalidad del trabajo cotidiano, distinta y pletorica de guinos ludicos: Chavarri es un hombre maduro, inmerso en su trabajo de subdirector editorial de un importante diario (šel Excelsior de Julio Scherer?), mientras que Maira es una joven despreocupada, que intenta ascender en el escalafon del diario, con una relacion inestable con un companero. Pero la relacion que comienza a gestarse ent re el maduro y la joven no puede darse en terminos de sar y, no hay de otra, conseguir sus objetivos. Y asi en esta historia, la verde Maira acosa al hombre maduro, quien le ha comenzado a ensenar a degustar vinos, a ver peliculas, a leer libros. Maira lo busca, en parte, por cuestiones de trabajo y en parte porque se ha propuesto seducirlo. Sin embargo, Gerardo es un hombre serio que carga sobre sus espaldas el peso de sus 50 anos, casado, de manera sedentaria y plenamente trabajador, cuyos esquemas palidecen ante la llegada de esta jovencisima mujer que, en plena juventud y rotundez de formas, ademas de dispuesta a todo con tal de lograr su oportunidad como reportera. šTodo esto no haria temblar a cualquier statu quo de un hombre normal? El hombre maduro, lleno de experiencias y mundo, seguro y eficiente, ahora se encuentra con una aventura no pedida, ante una relacion erotica que lo anima pero a la vez lo deprime porque resquebraja su esquema cotidiano de vida, su e los parametros de otras novelas donde el hombre maduro busca los favores de las jovencisimas, los famosos uiva, la rehuye, trata solo de verla en asuntos de trabajo y acompanado de otras personas, puesto que, de lo contrario y hombre al fin, sabe que no podria detenerse. Y es precisamente lo que sucede cuando cae en la dinamica de la joven mujer: de pronto se sorprende pensando en ella, la busca, la procura. Entonces si se inicia la busqueda šnormal? del hombre para establecer una relacion con la mujer joven y apetitosa. La novela, aparte de delinear por sus actos y lenguaje a los dos personajes principales, nos ofrece un contexto preciso de donde suceden los hechos: en un periodico, entre periodistas, gente tan cercana al poder y a la vez tan lejos; profesionistas con todas las aflicciones tan comunes a todos los mortales pero tambien con toda la responsabilidad al informar, entretener y comunicar. Se marca tambien una diferencia entre la vida escribir, afectar y cumplir con un deber que conlleva la fama. Ante todos estos predicamentos, trabajo-aventura-sexo-futuro incierto. Chavarri opta por concluir tomando chocolate y comiendo molletes en la tranquila sala de su casa, acompanado de su mujer, alejado del estupor de la aventura y de esa relacion fuera de todo control, anarquica. Sin duda Verde Maira contiene un planteamiento completo y complejo de lo que es una relacion pasional entre una mujer joven y un hombre maduro, el cual vuelve a ser abo rdado por Garibay casi 14 anos despues en Triste Domingo, aunque ahora los tiempos son distintos y la vision del escritor es mas enriquecedora, sabia y ya nada propenso a convertir en conflicto la relacion de pareja. .