SECCION CULTURA PAG. 38 Y 39 BALAZO: ARGELIA EN EL VENDAVAL/IV CABEZA: Del martirio de Budiaf a la segunda batalla de Argel CREDITO: Juan Goytisolo udiaf era el unico medio de preservar la legitimidad del legado historico de la Revolucion, un ultimo intento de cubrir con un manto de honradez sin macula tres decenios de incuria, corrupcion, nepotismo. No obstante su presencia ennoblecedora y las esperanzas que suscito su retorno entre los sectores de la poblacion, hartos del FLN y amedrentados por el FIS, el Alto Comite de Estado que presidia Budiaf, nacio manchado por su pecado de origen. Como escribio mas tarde Abennur Ali Yahya, abogado del Tribunal Supremo de Argel y conocido defensor de los derechos humanos, sal, puede regentar el pais e imponerse a la inmensa mayoria de argelinos?... La democracia no es la expresion de una minoria que recuerda curiosamente a la de los europeos de Argelia, propulsada a la escena mediatica del poder, del que es la correa de transmision y que pretende acaparar al espacio politico a pesar de su despido contundente por el veredicto de las urnas Su historial politico compuesto de anos de lucha clandestina, carceles franceses, breve paso por el GPRA presidido por Ben Jeda, dimision en agosto de 1962, encarcelamiento diez meses mas tade, etcetera imponia una imagen de integridad, de hombre de principios comparable en cierto modo a la de un Mendes France en Francia. Una ojeada a sus declaraciones y advertencias a la clase politica, desde la proclamacion de la independencia hasta su detencion por Ben Bella, prueban su singular lucidez y dones profetico s: ia mostrado su perspicacia al condenar junto a los ex presidentes del GPRA, Ferhat Abbas y Ben Jeda. La politica hegemonista de Bumedian tocante a la descolonizacion del Sahara. Durante los anos setenta tuve ocasion de conocerle en Rabat y admirar la fineza de sus analisis y una curiosidad intelectual notable: durante su estancia en la carcel habia aprendido el castellano y comento conmigo pertinentemente varias novelas espanolas clasicas y contemporaneas. Budiaf acudia a salvar a Argelia del abismo en el que habia caido; pero quienes lo traian en hombros lo hacian para salvar el sistema directamente responsable de la catastrofe. Habia comenzado la guerra civil: dos bandos se enfrentaban se enfrentan en una lucha sin cuartel y el no pertenecia a ninguno de ellos. Desconocido para las nuevas generaciones nacidas o criadas despues de la independencia, aparecia a ojos de muchos como un fantasma, un resucitado de otros tiempos. Muy pocos ponian en duda su buena v oluntad y rectitud: su vida ejemplar daba testimonio de ello. Pero, ¨conocia de verdad el mundo despiadado en el que, como boca de lobo, se metia? Una historia objetiva y precisa de su efimera presidencia nos los dira un dia. Sus primeros pasos en el cargo revelan la cautela e indecision de alguien que tantea el terreno, las arenas movedizas en las que corre el riesgo de enviscarse. El recurso a una serie de asesores de origen beur procedentes de Francia prueba su desconfianza radical de la clase politica a rgelina, el afan de sanear la administracion y democratizar el Estado. Con todo, la tentativa de luchar a un tiempo contra el extremismo islamista y la mafia politico-financiera estaba condenada al fracaso. Aunque Budiaf encarnaba el poder legal de una legalidad, recordemos, dudosa en razon de su vicio de origen-, el poder real seguia siendo el Ejercito. Su margen de maniobra era a todas luces estrecho y cuando algunos de sus padrinos vislumbraron en su proposito de moralizar la vida publica una amenaza dir ecta a sus privilegios, decidieron probablemente desembarazarse de el. ¨Quien estaba detras del ejecutor, miembro de su escolta personal y supuesto islamista? La version oficial de los hechos fue inmediatamente desmentida por la opinion publica: el magnicidio llevaba la huella de alguna faccion del poder y sus temibles En un texto conmovedor, dolorosas de la historia reciente de Argelia: el gesto simbolico de Hasiba Bulmerka la velocista ganadora de una medalla de oro en los Juegos Olimpicos de Barcelona de dedicarle su victoria constituye el reconocimiento postumo a su figura por parte de una juventud que no le conocio pero si adivino el alcance de su sacrificio. El asesinato del presidente del Alto Comite de Estado y su sustitucion por Ali Kafi no modifican los elementos esenciales de la ecuacion politica. Si va a decir verdad, los agrava: el nombramiento de Belaid Abdeslam, cabeza visible de la oligarquia politico-financiera del FLN, al frente del Gobierno y del general Jalid Nezar, partidario de la guerra sin cuartel a los islamistas, en el ministerio de Defensa se llevan a cabo en un clima de crisis social y politica agudas. La indispensable moralizacion de la v ida publica y el saneamiento de una economia exange prioridades de Mohamed Buadiaf son postergados en favor de la lucha contra el terrorismo. La condena a doce anos de carcel de Abasi Madani y Ali Belhach no solo priva al poder de la posibilidad de discutir con ellos: provoca una mayor radicalizacion del FIS y una inquietante fragmentacion de sus bases. La detencion masiva de millares de miembros y simpatizantes del movimiento islamista, a veces simples manifestantes, y su internamiento en centros de deten cion del Sahara, disparan al terrorismo urbano y la guerrilla rural. Las acciones armadas iniciadas en otono del 91 se multiplican vertiginosamente: sabotajes, atentados, emboscadas, incendios, s o en el exilio y la nueva cupula argelianista, organizadora de la campana electoral de diciembre del 91, unos y otros coinciden en su apoyo al es. Los combatientes islamistas se lo procuran en el asalto de comisarias, cuarteles y depositos de municion, con la confiscacion de las escopetas y fusiles de los muyahidin, campesinos y montaneses: Las deserciones individuales o colectivas como las de los cadetes de la escuela militar de Cherchell engrosan regularmente su hueste y arsenal. Mientras el maquis se extiende a la totalidad del pais con la excepcion del Sahara, los reiterados atracos a sucursales bancarias y oficinas de correos alimentan los re cursos del movimiento y le permiten mejorar su infraestructura. A traves de las informaciones que filtra la prensa y el La creciente libanizacion de la situacion argelina repite con ligeras variaciones sinfonicas la misma partitura de la lucha contra el poder colonial. A la presunta de seguridad), Abdolkader Layada (detenido a su paso por Marruecos y entregado a las autoridades de Argel), Yaafar o haram (prohibido) a todas las esferas de la vida social y privada servira de pretexto a estos enderezadores de entuertos para infringir las normas mas elementales de tolerancia, respeto a las mujeres y convivencia con los dhimmis o ciudadanos de las otras religiones monoteistas propias del islam. La delincuencia civica y moral en la que se halla Argelia entra en una nueva y mas sangrienta espiral. Las luchas fraticidas entre el MIA y los GIA ocasionan a su vez docenas de bajas: mientras los ultimos reivin dican la Acosados por la propagacion de los grupos armados y su ofensiva en todos los ambitos de la sociedad, Ali Kafi y el general Nezar acentuan la represion a expensas del dialogo: en lugar de la vieja y eficaz estrategia de divide y venceras de ahondar las divergencias existentes entre el ala politica y la militar del FIS-, parecen empenados en aglutinar a todos sus enemigos. La creencia oficial, compartida con muchos democratas, de que los islamistas se han aislado del pueblo y bastara con reducir sus bastiones para restablecer el orden republicano no tiene en cuenta el hecho de que en un conflicto como el argelino el poder del mas fuerte es solo aparente porque la fuerza material no puede nada contra un fantasma; el ideal mesianico y justiciero de las bases del FIS. Tras la liberacion de los tres rehenes franceses en manos de los GIA, gigantescas operaciones de limpieza barren por turno los barrios populares de la capital. Belcourt, Hab el Ued, la Kasba, Kuba, El Harrach, son cercados de noche por los tanques, a gentes encapuchados en uniforme de camuflaje y con fusiles de asalto alinean a los sospechosos con las manos en la cabeza en los aledanos de la llamada mezquita de Kabul, irrumpen en las viviendas de los veteranos de la guerra de Afganistan, operan centenares de detenciones. A lo largo del otono, los ninjas, protegidos por un impresionante dispositivo de helicopteros y blindados, escudrinan uno a uno los barrios de Tagarinos, Eucaliptus, Baraki, Climat de Franco, penetran en los escondrijos de los terrorist as, se aduenan de documentos y folletos clandestinos, apresan a presuntos subversivos antes de embarcarlos en sus vehiculos a las comisarias y centros militares. La television y algunos organos informativos hablan torpemente de iales, es sobrecogedor. El pais asiste en retrospeccion a escenas de hace treinta y pico de anos, cuando los hombres de Massu y Bigeard rastrillaban gunda batalla de Argel.(El Pais, especial para El Nacional) .